
FICHA
Título original: The White Lotus
Título en España: The White Lotus
Temporadas: 1 (6 entregas)
Duración episodio: 58 minutos.
Año: 2021
Nacionalidad: Estados Unidos
Temática: Tradicomedia
Subgénero: Social
Resumen: Un grupo de turistas acaudalados llega a un resort tropical. Una pareja de recién casados, una divorciada con problemas, una familia aparentemente convencional, son recibidos por el director del hotel, que arrastra sus propios problemas y adicciones. Durante su estancia se producirán crisis que mostrarán el verdadero rostro de todos.
Actores: Murray Bartlett, Connie Britton, Jennifer Coolidge, Alexandra Daddario, Fred Hechinger, Jake Lacy, Brittany O’Grady, Natasha Rothwell, Sydney Sweeney, Steve Zahn, Jolene Purdy, Lukas Gage, Molly Shannon, Jon Gries, Brad Kalilimoku, Kekoa Kekumano, Amber Abara, Christie Volkmer, Alec Merlino, Russell Satele,
Lo mejor: una comedia social veraniega, ligera, pero mordaz en grado extremo
Lo peor: excesivamente lenta en algunos tramos.
¿Cómo verlo?: Se estrenó en HBO el 12 de julio de 2021. Puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.
Puntuación: 8
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Lo menos que puede decirse sobre THE WHITE LOTUS
Las comedias veraniegas se agradecen. No tienen pretensiones, salvo la de hacer pasar un buen rato. Están diseñadas para hacernos sonreír y sobrellevar el calor. Esporádicamente, alguna de ellas intenta algo más. Es el caso de The White Lotus que emprende una “crítica social” que ya no es la de Marx y Engels, en la que el proletariado saldrá inefablemente victorioso de la lucha contra la clase explotadora. Aquí, no está claro quién será el que resultará vencedor (habrá que ver el último episodio), pero de lo que sí queda claro es de que la “clase explotadora” está compuesta por verdaderos botarates.
Los protagonistas van llegando a un resort aparentemente caribeño (o quizás hawayano). El director del hotel les recibe en la puerta del establecimiento. Básicamente son tres los nuevos huéspedes: una familia, aparentemente convencional, matrimonio con hijo e hija y una amiga de esta última, el marido es un tipo inestable, frágil convencido de que tiene un cáncer en los testículos, la madre una empresaria de éxito, el hijo apocado, la hija feminista militante y enamorada de su amiga; una mujer adinerada, entrada en años, en carnes y en soledades, habituada a que todos le hagan caso y a que todos bailen al ritmo que toca; y una pareja de recién casados en la que él es un rico heredero al que le sobran dólares y le falta inteligencia y ella una free-lancer del periodismo que no se resigna a ser mujer florero. Y luego está, naturalmente, el director, alguien que sabe salir de las difíciles situaciones generadas por una clientela que se cree con derecho a todo: él tiene un límite, superado el cual, corre el riesgo de volver a sus viejas adicciones. El personal del hotel tiene también un lugar relevante: el camarero que seducirá a la amiga del matrimonio convencional, la asistenta que entrará en parto en horario laboral y que, de paso es, inmigrante ilegal, la masajista cansada de su trabajo en el hotel…
Todos estos personajes interactúan y, a pesar de que llegan desperdigados al hotel, se van aproximando, estallan las contradicciones entre ellos, entre ellos y el personal del hotel y en el interior mismo de su pequeño grupo. Las situaciones a las que dan origen estos conflictos producen una hilaridad mesurada. No es una comedia de situación, por lo tanto, la sonrisa sustituye a la carcajada. Pero sería engañarnos si solamente recordáramos la dimensión cómica de la serie: en realidad, es una tragicomedia, porque a medida que avanza la serie, cada vez más, los personajes muestran sus verdaderos y más desagradables rostros. Da la impresión de ninguno se salvará de la quema: todos tienen su aspecto oscuro que, antes o después, saldrá a la superficie. Real como la vida misma.
El director del hotel es Murray Barlett, quizás la mejor actuación de la serie; lo hemos visto antes en Historias de San Francisco o Iron Fist; en todas estas series, muy diferentes en forma y fondo, afirma su calidad de actor y la diversidad de los registros en los que es capaz de moverse con soltura. Y luego está, como rostro más conocido Connie Britton a la que conocemos por 9-1-1, Nashville o Dirty John; en esta ocasión, parece algo desganada, pero es el tono que impone su rol: mujer de éxito; su marido en la serie, Steve Zahn, también realiza un papel extraordinario que reafirma sus cualidades de actor que ya vimos en Mad Dogs, Treme o La travesía. El resto de papeles están desempeñados por actores menos conocidos que cumplen las expectativas.
Una buena serie, veraniega, tragicomedia que puede alegrarnos del bochorno y los sofocos y que, al mismo tiempo nos hará pensar. Puede gustar a un público muy amplio.
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