House of Cards no ha soportado el ostracismo al que fue sometido Kevin Spacey después de las denuncias de un menor sobre comportamiento deshonesto. Y en lo que se refiere a Homeland, el tiempo ha aconsejado cortarla por lo seno. Ambas, es bueno recordarlo, han sido series emblemáticas de la década y entrarán por derecho propio en el palmarés de las mejores producciones de televisión jamás realizadas.
Ciertamente Homeland fue algo irregular especialmente en su tercera temporada, pero luego consiguió recuperar el tono de las dos primeras y volver a consolidarse como serie “imprescindible”. En sus ocho temporadas se aproximará al centenar de episodios. El anuncio de su cancelación se ha producido al anunciar el estreno de la octava temporada para el mes de junio de 2019. Tanto la cadena que la emite (Showtime) como la productora (la Fox), han anunciado que no se trata de una “cancelación” sino de la finalización de la serie. En realidad, es una cancelación justificada por un broche final y, especialmente, por que la temática estaba agotada.
El caso de House of Cards es diferente y los motivos que han llevado a la cancelación son muy diferentes, pero también aquí la temática estaba exprimida al máxima y, aunque Spacey no hubiera protagonizado el escándalo, resultaba difícil que los guionistas pudieran encontrar más argumento a una serie que ha dado de sí todo lo que podía. A partir del mes de noviembre veremos la última temporada.
Dos series históricas que han entonado el morituri prácticamente al unísono.
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