Matt Murdock es algo más que el superhéroe de La Cocina del Infierno, es, sin discusión posible, el protagonista de la que, por el momento, es la mejor serie de superhéroes en activo en estos momentos: Daredevil. La llegada de la tercera temporada así parece confirmarlo. En breve, la nueva temporada se estrenará en Netflix y confirmará que, de todos los “héroes Marvel”, este es el más sólido y el que cuenta con unos guiones más elaborados. Buena parte del éxito de la serie se basa en que sus guionistas han sabido dar unos contornos humanos a todos los personajes. Esta tendencia, por lo que se cuenta de la tercera temporada, sigue acentuada.
La serie irrumpió en los plasmas en 2015. Se conocen las características del personaje: abogado, ciego, extremadamente brillante en su trabajo, es adiestrado por otro invidente para adquirir superpoderes, que pone al servicio del bien, la justicia, la lucha contra el crimen y el terrorismo, tareas que para un superhéroe son como para el panadero amasar pan. Inicialmente, ni siquiera su propio creador, advirtió que el nuevo personaje se iba a convertir, corriendo los lustros, en un superhéroe imprescindible, no tanto en el mundo del cómic, como en el de las series televisivas. Charlie Cox hace una muy buena creación del personaje, acompañado por el resto de colaboradores, fijos u ocasionales, y por los malvados de turno.
La tercera temporada se abre con las dudas y la lucha interior que experimenta el personaje al dejar de creer en “su misión”, pero, al mismo tiempo, considerarla como una “causa justa”. Se plantea colgar el traje de superhéroe y dedicarse al ejercicio del derecho en La Cocina del Infierno. Pero, sus dudas se disiparán cuando el malvado “Wilson Fisk” (interpretado por Vincent d’Onofrio) cumpla su condena y salga de prisión. A partir de ahí, ya tenemos nuevo choque de trenes y un “retorno a los orígenes”. Estamos deseando verlo.