Iron Fist no ha sido una serie que generase particular interés en la audiencia, a pesar de que perteneciera a eso que se ha dado en llamar “universo Marvel-Netflix”. La primera temporada tuvo un resultado discreto. Sorprendió incluso que Netflix se decidiera a filmar una segunda, pero, ahora, cuando se han visto los cuatro primeros episodios, la plataforma de televisión en streaming ha anunciado su cancelación. Netflix ha querido dejar la puerta abierta para dejar que las cosas maduren un poco y, acaso en un futuro, poder reemprender la elaboración de nuevas temporadas. Como se sabe, es frecuente que un personaje de la Marvel atraviese un período de “oscuridad” y luego se convierta en un protagonista de culto.
Los que han resultado más sorprendidos por la cancelación -o, al menos, así lo han afirmado- han sido los dos protagonistas de la serie, Finn Jones y Jessica Henwick, que habían sido contratados para la tercera temporada.
Si bien todos los personajes de la Marvel son fantásticos y la historia sobre la que se construye exige un gran esfuerzo de imaginación, en el caso de Iron Fist se daban distintas circunstancias que lo hacían demasiado “excéntrico”: pildorillas de filosofía zen, simbiosis entre artes marciales y mundo de los superhéroes, demasiado similar en su fondo a la serie Kun-Fu de los años 60, alusiones conspiranoicas (especialmente a los Illuminati), etc. Un cóctel demasiado variopinto incluso para que pudiera ser asimilado por los freakys de los superhéroes.
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