Ficha

Título original: Sherlock.
Título en España: Sherlock.
Temporadas: 4 (13 episodios)
Duración episodio: 90 minutos
Año: 2010-2017.
Temática: Thriller.
Subgénero: Sherlock Holmes – Remake.
Tema: La sempiterna figura de Sherlock Holmes y del resto de personajes de Arthur Conan Doyle revisados y trasladados al siglo XXI en interpretación libre e la BBC.
Actores: Benedict Cumberbatch, Martin Freeman, Mark Gatiss, Amana Abbington, Louise Brealey, Andrew Scott, Una Stubbs,Rupert Graves, Jonathan Aris.
Lo mejor: Que todos los elementos de los relatos de Conan Doyle son identificados.
Lo peor: Que en ocasiones la adaptación es demasiado libre.
Puntuación: 9
¿Cómo verla?: Se ha visto en Antena3, TNT y actualmente puede verse en Netflix.

CLIPS

Trailer (en inglés)
Trailer (subtitulado en castellano)

WEBS OFICIALES

Web oficial (en inglés): http://www.bbc.co.uk/programmes/b018ttws
Web oficial (en castellano)http://www.netflixespana.es/sherlock/1318

TODO LO QUE HAY QUE SABER SOBRE SHERLOCK

Después de la reconstrucción del personaje de Sherlock Holmes realizada por Jeremy Brett para la serie The Memories of Sherlock Holmes, o de los dos largometrajes (Sherlock Holmes [2009] y Sherlock Holmes: juego e sombras [2011]), parecía imposible que algún productor se atreviera a lanzar una nueva serie televisiva sobre la figura del detective creado por Sir Arthur Conan Doyle. Y sin embargo, la BBC -¿quién sino la BBC hubiera podido hacerlo?- en 2010 abordó al personaje desde una perspectiva completamente original e inédita: Sherlock Holmes fue, sin pudor ni miramiento alguno, trasladado el Londres victoriano a la capital multiétnica del Siglo XXI. Y, contrariamente, a lo que se podía prever, tan arriesgada operación dio un resultado positivo. Hoy es, acaso una de las series mejor elaboradas que se emiten.

REINTERPRETACIÓN O MUERTE

Era imposible superar al Sherlock Holmes interpretado por Jeremy Brett y superar la ambientación de aquella serie histórica. Nunca como en esa ocasión, los textos originales de Conan Doyle fueron seguidos tan escrupulosamente y, por tanto, fue entonces cuando estuvimos más cerca del espíritu que quiso imprimir a su personaje. Volver a filmar una nueva serie con las mismas pautas hubiera sido tan suicida como tratar de construir un remake de 2001, una Odisea espacial (1968). Lo insuperable lo es y, por definición, es único e irrepetible. Así pues, en 2010 a la BBC se le planteó el problema de qué hacer con este personaje emblemático de la literatura victoriana: o se olvidaban definitivamente de él o bien se remozaba su rostro de arriba abajo y reconstruirlo como se hace con esos edificios histórico de los que se respeta la fachada, pero todo lo demás se derriba para construir algo que solamente en su exterior evoca al modelo originario. Y fe por ahí por donde tendieron Mark Gatiss y Steven Moffat.

¿Qué queda del viejo Sherlock Holme? Lo esencial: un detective sociópata, distante con todo y con todos, ególatra, toxicómano, con un cerebro privilegiado y una mente asociativa sin igual, que vive en un destartalado apartamento del 221B de Baker Street, acompañado por un “Watson” igualmente revisado y por una “señora Hudson”, impenitente adversario del “profesor Moriarty” y del “coronel Morand”, con un hermano mayor petulante y superdotado como él, “Mycroft Holmes” y un “inspector Lestrade” que sale mejor parado que el del relato originario. En lo que se refiere a las tramas, todas, sin excepción, evocan –y digo “evocan”, no reproducen- las tramas originarias.

Y esto es lo que resulta absolutamente increíble de esta serie: que todos estos personajes y situaciones trasladados algo más de un siglo en el tiempo hasta nuestros días, resulta incluso tan creíbles como lo fueron en los relatos originarios. Es natural que todos los que hemos admirado las novelas de Conan Doyle en nuestra juventud y que luego nos hayamos deleitado con las distintas películas y series que han tratado con mejor o peor fortuna al personaje, permanezcamos algo escépticos y dubitativos antes de decidirnos a ver esta serie. A fin de cuentas, el salto mortal que nos propone la BBC es tan peligroso que la caída en falso era la posibilidad más habitual.

Sin embargo, tras unas pocas escenas iniciales y después de que el cerebro se haya acondicionado al cambio de coordenadas temporales, empezaremos a reconocer personajes, episodios, lugares y situaciones. Y la serie nos capturará, porque, una y otra vez nos obligará a reconocer qué novela se ha tomado como sustrato originario para elaborar ese capítulo.

QUE NADIE SE ENGAÑE: LO QUE SE VA A VER ES SHERLOCK HOLMES

Los guionistas de la serie son buenos conocedores de los relatos de Conan Doyle. Este conocimiento se nota en las tramas generales, pero también en los detalles. Sobre todo se trata de una serie respetuosa con el personaje de Holmes, mucho menos con el de Mycroft y que ha resaltado el papel de Watson y mejorado el de Lestrade. Pero, con todas las modificaciones y alteraciones que se quiera, un Sherlock Holmes manejando ordenadores, desplazándose en helicóptero, fumando cigarrillos y no en pipa, sin el tradicional abrigo con esclavina y gorro de cazador, lo esencial de la trama, la capacidad deductiva de Sherlock Holmes que, a fin de cuentas, era el elemento esencial que caracterizaba al personaje, se ha respetado e incluso resaltado.

Uno de los factores clave del éxito de la serie es el “feeling” creado en la pareja protagonista, que podía esperarse de dos actores excepcionales que siempre logran salir airosos de los roles que han asumido: hemos visto a Martin Freeman en la Tierra Media, ejerciendo de hobbit, lo hemos vuelto a ver como torpe y estúpido criminal en Fargo, después de haberle visto en sus primeros pasos en la Guía del autoestopista galáctico(2005) y en la versión inglesa de The Office (2001-2003). Ganador de un premio BAFTA por su papel en esta serie, realiza un trabajo excelente que, además, se ha ido afianzando de temporada en temporada.

En cuanto a Benedict Cumberbatch, su particular rostro llama la atención, especialmente cuando mantiene la seriedad de la interpretación. Desde principios del milenio empezó a prodigarse en televisión y su carrera ha ido despegando cada vez más. Lo hemos visto en películas de ciencia ficción (Star Trek into darkness, 2103), fantasía heroica (participó en la trilogía de El Hobbit, 2012-2014), fue agente británico y mano derecha de “Smiley” en la muy notable película El Topo (2011) y en la no menos notable War Horse (2011) como “mayor Stewart”, sin olvidar su papel como Julian Assange en El quinto poder (2013) y Descifrando Enigma (2014) como matemático Alan Turing por la que fue nominado y recibió varios galardones internacionales. Actor extremadamente versátil, en esta serie realiza una recreación genial de la figura de Sherlock Holmes.

El resto de actores, menos conocidos desarrollan su papel de manera impecable. Estamos ante una serie en la que guionistas, actores, equipo técnico y promoción han realizado un gran trabajo próximo a la perfección. En realidad, podemos considerar que más que una serie estamos asistiendo al lanzamiento de largometrajes realizados con un esmero particular y que hubieran podido proyectarse perfectamente en la pantalla grande.

VALORACIÓN Y RECOMENDACIONES

Se trata de una serie “esencial” en la medida en que ha evidenciado en todo momento la voluntad de mantener vivo y activo el núcleo que justificaba la pervivencia de Sherlock Holmes (su capacidad para el análisis deductivo lógico) y ha conservado los rasgos de los principales episodios de la serie. Entretenida en su desarrollo, es una serie que requiere nuestra atención. Nos resultó imposible verla seccionada por cortes publicitarios e interrupciones: cada capítulo debe verse de un tirón, requiere atención a la trama y a los pequeños detalles. De otra forma no se sabrá apreciar. No está de más, que cuando se visione, se realice un paralelismo con la serie histórica protagonizada por Jeremy Brett: solamente así se podrán percibir las similitudes y las equivalencias entre ambas. Y, por lo demás, la serie del malogrado Brett siempre merece ser vista una y otra vez.

Naturalmente, es inevitable que algunos fanáticos que conservan las novelas de Conan Doyle con su fisonomía originaria, verán esta serie como una especie de sacrilegio. No lo es (a diferencia de Elementary (2012-hoy) que, sin desmerecer su valor, se aleja más del personaje novelesco. Pero si comparamos Sherlock con Elementary vemos que la distancia entre ambas es la misma que la existente entre Londres y Hollywood: en la primera se ha intentado la “actualización”; en la segunda, a esta actualización se ha añadido la “americanización” del personaje. Cada cual puede juzgar la honestidad de ambas, pero desde el punto de vista estético, interpretativo y de la fidelidad al canon originario, el Sherlock de Cumberbatch es, en nuestra opinión, muy superior.

Tiene la ventaja de que sus dos protagonistas cuentan ya con seguidores incondicionales. Para ellos, la oportunidad de ver a Cumberbatch y a Freeman en acción, resultará de un atractivo irresistible. La podrán disfrutar todos los seguidores de Sherlock Holmes, siempre y cuando no sean de “estricta observancia”. Los incondicionales del cine de detectives verán en esta serie una innovación del género, incluso en lo que a montaje y técnica narrativa se refiere. Casi nos animamos a decir que se trata de una serie que gustará a casi todos.