FICHA
Título original: Professor T
Título en España: Profesor T
Temporadas: 1 (26 episodios)
Duración episodio: 45 minutos.
Año: 2015
Temática: drama
Subgénero: criminalística
Resumen: Un profesor de criminología, extremadamente brillante en su profesión, pero sin habilidades sociales y con algunos rasgos neuróticos muy acusados, empieza a trabajar por instancias de una antigua alumna convertida en policía, en casos criminales de difícil resolución.
Protagonistas: Koen De Bouw, Ella Leyers, Tanja Oostvogels, Goele Derick, Carry Goossens, Herwig Ilegems, Bart Hollanders, Gene Bervoets, Viviane de Muynck, Steve Geerts, Barbara Sarafian, Patrick Vervueren, Gregory Van Den Wijngaert, Kristof Coenen, Xandra Van Welden, Annick Christiaens, Tom Van Bauwel, Eva Binon, Katrin Lohmann, Eric Godon, Robbie Cleiren, Vicky Florus, Charlotte De Bruyne, Matthieu Sys, Tom Audenaert, Eddy Vereycken, Catherine Kools, Marjan De Schutter, Pieter-Jan De Wyngaert, Joris Hessels, Fabrice Delecluse, Lio Bertier, Lucas Van den Eynde, Viv Van Dingenen, Joke Devynck, Valentijn Dhaenens, Serge-Henri Valcke, Nele Bauwens, Joke De Bruyn, Rudy Morren, Pieter Piron, Nico Sturm
Lo mejor: el papel histriónico del protagonista que logra hacerse odioso.
Lo peor: las influencias sobre las que se ha creado al protagonista son demasiado evidentes como para poder hablar de una serie “original”.
Lo más curioso: existe una versión alemana de la misma serie que puede ser vista mediante DVD.
¿Cómo verlo?: Emitido en España por el canal Cosmopolitan; puede ser bajado mediante programas P2P.
Puntuación: 7
INTRO
MUSICA
VER SERIE (Canal Cosmopolitan)
WEB OFICIAL (en castellano, Cosmopolitan)
Comprarlo en Amazon (no está a la venta)
Lo menos que puede decirse sobre PROFESOR T
Fórmula para crear el personaje de esta serie: se toman las excentricidades de Monk en dosis moderadas, introduciendo así un elemento neurótico y, al mismo tiempo, cómico; agregándose algunos elementos propios de la bordería de un doctor House, se unen a las habilidades propias de cualquier detective de altos vuelos, en especial de Sherlock Holmes y de Hercules Poirot, convenientemente actualizado y convertido en un hombre del siglo XX (como las reinterpretaciones que hemos visto en Elementary o en Sherlock, a ambos lados del Atlántico) y se añade lo justo de cualquier serie de criminalística (estilo Mentes Criminales), europeizándola. Se coloca todo en la mezcladora y, hete aquí, que aparece, casi necesariamente, el Profesor T. En algunos momentos, el personaje aparece como un cabronazo consumado e insoportable y, esta es quizás la componente que destaca de manera más clara.
Una serie que nace visiblemente de la interferencia de todas estas series, difícilmente podría ser considerada como “original”, pero la habilidad de los guionistas consiste en que, a lo largo de los 45 minutos de proyección de cada capítulo de esta serie, nos olvidemos de las referencias que han proporcionado los rasgos del personaje central y sigamos una serie de investigación criminal, de gama media, que podría ser comparada a Crimen en el paraíso o al Comisario Montalbano, por poner dos ejemplos de series, que resultan extremadamente agradables de ver, al carecer de las ambiciones estéticas y de las sofisticaciones argumentales de las series norteamericanas, pero que están realizadas con corrección y pensando en el entretenimiento del espectador; lo que no es poco. Profesor T es una serie, agradable de ver, simplemente: y ese es el mayor elogio que se le puede dedicar.
La serie nos muestra a dos policías jóvenes que trabajan para una unidad dedicada a la investigación de crímenes, cuyo jefe ha sufrido una pérdida familiar reciente de la que todavía no se ha repuesto. La comisaria jefe intenta ayudarlo, pero, finalmente, inducida por una de las policías jóvenes que era antigua alumna del profesor Jasper Teeerlink, lo contrata como asesor de la policía. Hay que decir que la comisaria y el profesor han tenido en el pasado una estrecha relación. El profesor T es un hombre, excéntrico, irascible, neurótico en grado sumo, brillante en su especialidad (la criminalística) y excepcionalmente observador. Los episodios son autoconcluidos. En cada uno de ellos se resuelve un caso criminal y el hilo argumental entre todos ellos está representado por la convivencia entre los distintos personajes de la serie y por su colaboración.
El problema es que los guionistas han presentado al Profesor T con tales rasgos que ahora a cualquier otro protagonista de la serie y lo reduce a un papel testimonial extremadamente secundario. Los toques de humor están dispersos a lo largo de la serie, en ocasiones aparecen de manera sorprendente e imprevista y otro tanto ocurre con la selección musical que resulta también poco convencional.
El papel protagonista corre a cargo de Koen De Bouw, actor flamenco, formado en el prestigio Studio Herman Teirlinck de Amberes y que alcanzó fama al interpretar al asesino en serie Stef Tavernier en la serie Wittekerke (1995-1996). Hoy es uno de los actores más conocidos en la escena belga y los espectadores españoles recordarán su rostro por haber aparecido en la muy notable serie belga Salamander. El resto de actores son poco o nada conocidos en nuestro país.
La serie tiene un punto sorprendente: recurre con cierta frecuencia a los flashbacks, pero más que un interés en la investigación, siempre juegan a favor de generar un efecto sorpresa en la investigación, desviarle de la trama –que nunca resulta excesivamente complicada y en la que las posibilidades de encontrar al asesino vienen a ser siempre de un 33% a repartir entre tres personajes- y retrasar la resolución de los casos. Esta técnica que, en producciones menos cuidadas, podría ser criticable, suele interesar al espectador como si se tratara de un “desengrasante” de la trama central. No se trata, por tanto, de una serie avasalladora y rápida en la que un grupo de policías, yendo de arriba abajo, protagonicen persecuciones trepidantes o tiroteos continuos: es una serie serena y muy digerible, con todos los elementos que aparecen en proporciones correctas. No es genial, es… correcta y llevadera.