
FICHA
Título original: Cristo y Rey
Título en España: Cristo y Rey
Temporadas: 1 (8 entregas)
Duración episodio: 50 minutos.
Año: 2023
Nacionalidad: España
Temática: Cotilleo
Subgénero: Transición
Resumen: Historia de la relación entre el domador Ángel Cristo y la actriz Bárbara Rey. La historia, completamente olvidada hoy, ha servido para reconstruir la fisonomía y los valores de la transición española en los que emergen todas las miserias de los personajes: desde uso creciente de drogas, infidelidades, ludopatía, malos tratos, etc, etc, etc.
Actores: Belén Cuesta, Jaime Lorente, Jesús Castro, Diana Peñalver, David Lorente, Mirela Balic, Adriana Torrebejano, Secun De La Rosa, Artur Busquets, Ana Carrasco, Cristóbal Suárez, Elvira Cuadrupani, Chema Adeva, Antonio Buil, Salomé Jiménez, Vicente Vergara, José Milán, Belén Ponce de León, Denis Gómez, Juan Olivares, Melina Matthews, Julián Teurlais, Enrique Gimeno, Julia Lara
Lo mejor: recordatorio de un tiempo idealizado que no fue tanto.
Lo peor: Podía haberse comprimido en menos de la mitad del metraje.
¿Cómo verlo?: Se estrenó en Atresplayer Premium el 15 de enero de 2023. Puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.
Puntuación: 4
MÚSICA
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Lo menos que puede decirse sobre CRISTO Y REY
Cuando los directivos de algún canal generalista español piensan en “innovar”, tienden a “renovar” el cotilleo. Y, por eso mismo, no es raro que, cuando se trata de lanzar alguna serie nueva, piensen inmediatamente en alguna que tenga relación con el “colorín”. Unas salen mejor y otras peor (Veneno, por ejemplo, pertenece a estas últimas, por derecho propio). No se trata aquí de su aceptación por parte del público, sino de su calidad y de los valores que intenta transmitir. En general, las series producidas por los canales generalistas oscilan entre lo mediocre y lo infame. Cisto y Rey habría que situarla entre ambos extremos, tirando, más bien, hacia lo infame. Y esto por varios motivos.
Ni los actores de Cristo y Rey han sido los más apropiados, ni los guionistas han estado sembrados a la hora de reconstruir personajes y situaciones, frases y argumento, ni los productores parece que les interese nada más que aprovechar el tirón que pueda tener hoy Bárbara Rey y presentarla como el “gran mito erótico de la transición” (había otros muchos e, incluso, alguna que, después de serlo, vivió de trabajos muy meritorios, mientras otras siguieron viviendo de rentas, venta de cotilleos y arrastrando escándalos durante décadas sin aportar absolutamente nada a la escena española. Esta serie, como el rostro de la biografiada, no es más que un recauchutado de estas últimas figuras en miniseries olvidables, realizadas a prisa y corriendo y que, por sí mismas, explican la decadencia de los canales generalistas, especialmente de los volcados al “colorín”.
No hay gran cosa que pueda decirse de esta serie, ni de su contenido, ni de sus protagonistas, ni de lo que cuenta, ni de sus cualidades narrativas, ni siquiera de los propios biografiados. En todos estos rubros está próxima al cero absoluto. Desde el primer momento la serie no engaña a nadie que no esté suficientemente enganchado al “colorín”. Es más, el primer capítulo resulta incluso aburrido e induce a no ver los siguientes (especialmente por quienes se han habituado a ver series a través de programas de P2P).
La serie no ha llamado excesivamente la atención y está pasando desapercibida. No hay grandes “revelaciones” (¿podría haberlas a tenor de la personalidad de los protagonistas?). Tampoco hay grandes esfuerzos en la reconstrucción de la España de la segunda mitad de los 70. Y no es una de esas series que pueda recomendarse a nadie, salvo al peor enemigo.
¿Lo peor de todo? La protagonista, Bárbara Rey, tampoco sale excesivamente bien librada y sobre la serie planea -como era inevitable- sus relaciones “con un poderoso hombre de Estado”… Suponemos que la serie habrá servido para que la biografiada aumente su caché en programas del corazón, lo cual nos resulta absolutamente indiferente; para lo que sí que no ha servido es para dignificar una televisión generalista que muere de empachos sentimentaloides y de sobredosis de cotillerías.
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