FICHA
Título original: Monarch
Título en España: Monarch
Temporadas: 1 (11 episodios)
Duración episodio: 44 minutos.
Año: 2022
Temática: Drama
Subgénero: Saga familiar
Resumen: Una familia ha creado una empresa que comercializa estilo country. Toda la familia trabaja en la empresa como directivos o como cantantes, pero la madre -que es el alma de la empresa- está aquejada de una grave enfermedad y todos se preguntan qué ocurrirá con la empresa cuando ella fallezca
Actores: Susan Sarandon, Trace Adkins, Anna Friel, Kevin Cahoon, Ava Grace, Taegen Burns, Marta Higareda, Eva Amurri, D.W. Moffelt, Joshua Sasse, Adam Croasdell, Damo Dayouth, Faith Prince.
Lo mejor: recuerda otras series y algunos números de country son verdaderamente muy buenos.
Lo peor: falta de originalidad, híbrido entre Dinastía y Nashville.
¿Cómo verlo?: Es emitida en España por AXN Now desde el 14 de julio de 2023.
Puntuación: 7
PROMO (en inglés)
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INTRO
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Lo menos que puede decirse sobre MONARCH
Tómese el tema de fondo de series, más o menos notables, como Nashville, mejóse, aparentemente, la serie sustituyendo a la brillante Connie Britto, por la reconocida e histórica Susan Sarandon, agréguese una hebra de Falcon Crest, Dinastía o de cualquier saga ochentera, agítese bien y tendrán Monarch, la nueva serie estrenada por AXN Now que, sin ser una maravilla, tiene, al menos tres elementos que la hacen notable: números cantados de country de buena calidad, un guion entretenido y unas referencias en su ADN que la hacen aceptable de partida.
Si buscan originalidad, que quede claro, de partida, que esta no es su serie. Es más, hay momentos en los que parece un deja vu de Nashville, eso sí, con más ambiciones. Para que esta serie le gusta, usted deberá haber sentido añoranza en los últimos treinta años, de aquellos culebrones que se desarrollaban entre lujos y mansiones señoriales de los EEUU. Esta va de lo mismo, pero con acompañamiento musical country.
Lo country tiene dos vertientes: el folk, es decir, la “música nacional y popular”, por un lado, que hinca sus raíces en la cultura blanca de los EEUU. Y, por otro, el elemento hortera, con trajes chillones, lentejuelas y colores extremos, sin gusto ni medida. En esta serie tenemos de lo uno y de lo otro. La suerte que tenemos los europeos que manejamos discretamente el inglés-americano o que no lo manejamos en absoluto, es que el mensaje de las baladas country nos resulta a menudo inaccesible: nos gusta la canción y/o quien lo canta, pero la letra nos deja fríos. Cuando solicitamos una traducción o, simplemente, entendemos la letra, se nos cae el alma a los pies.
Por tanto, es de agradecer que en esta serie, las letras de las múltiples canciones que se cantan, no se haya traducido. La historia es lo que cuenta. Y la historia es arquetípica: una familia dedicada al country ha montado un imperio, Monarch, pero ahora, la mujer que ha tirado del carro, “Dottie” (la Sarandon), está enferma y sabe que no va a durar (de hecho, su vida se extingue al final del primero episodio), así que el imperio corre el riesgo de desplomarse: y allí están colocados todos los miembros de la familia. Al morir “Dottie”, la cabeza de la empresa recae sobre “Nicky” (Anna Friel), la hija mayor. Canta, administra y tiene ciertos celos de su hermana “Gigi” (Beth Ditto) que es todo lo contrario que ella, pero tiene mejor voz. Y luego están los hermanos, el viudo, el marido de la hija, la compañera de la “Gigi”, y todo el entorno. “Nicky” hace todo lo posible por mantener el imperio a flote, pero ¿lo conseguirá? No faltan torpedos a su línea de flotación-
En total 11 episodios, bastante largos. Demasiados en nuestra opinión. La historia no aporta nada nuevo a este tipo de culebrones: malos-malísimos y buenos-angelicales y, luego, claro está, los que oscilan entre los unos y los otros. Entretenida, pero no matadora.
Entre lo mejor de la serie figuran los números musicales. Y, si me apuran, los mejores están cantados por Beth Ditto (que ya hace años nos había sorprendido con algún clip notable). Ahora la vemos ejerciendo de lesbiana, bastante abandonada, gorda y con pocas ambiciones, insegura de sí misma, pero con una voz espléndida.
El resto de la serie es de tono menos, salvo, claro está, las intervenciones de Susan Sarandon, una de esas actrices a las que la cirugía estética no ha convertido en un esperpento. Va envejeciendo con dignidad y su cirujano debe ser un tipo prudente: como en sus mejores tiempos pero con cuarenta años de experiencia a sus espaldas. ¿El problema? Que desaparece pronto. Y que quedan 10 episodios de 45 minutos por delante. Demasiado. Excesivo, para unos cuantos números musicales realmente buenos.
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