FICHA
Título original: Brot
Título en España: Los asesinatos del Valhalla
Temporadas: 1 (8 episodios)
Duración episodio: 47 minutos.
Año: 2020
Nacionalidad: Islandia
Temática: Crimen
Subgénero: Misterio
Resumen: La aparición de un cadáver apuñalado y con el que se han ensañado en los ojos, pone en marcha el dispositivo policial islandés, pero poco después, la aparición de otro cadáver en las mismas circunstancias, obliga a pedir ayuda a la policía noruega que envía a un agente oriundo de Islandia para participar en la investigación. Todo esto sucede cuando la policía criminal tiene una nueva jefa que no es la que esperaba haber ascendido.
Actores: Aldís Amah Hamilton, Bergur Ebbi Benediktsson, Edda Björgvinsdóttir, Gunnar Bersi Björnsson, Arndís Hrönn Egilsdóttir, Nína Dögg Filippusdóttir, Tinna Hrafnsdóttir, Sigurður Skúlason, Björn Thors, Ottó Gunnarsson, Valur Freyr Einarsson, Víkingur Kristjánsson, Kristín Þóra Haraldsdóttir, Gunnar Hansson, Arnar Jónsson, Sigurður Sigurjónsson, Þór Tulinius, Laufey Elíasdóttir, Hanna María Karlsdóttir, Stefán Hallur Stefánsson, Þrúður Vilhjálmsdóttir, Damon Younger, Guðlaug Ólafsdóttir, Vilhjálmur Hjálmarsson, Theódór Júlíusson, Vigdís Hrefna Pálsdóttir, Ragnheiður Steindórsdóttir, Arnbjörg Hlíf Valsdóttir, Þorsteinn Bachmann, Birgitta Birgisdóttir, Anna Claessen, Þórunn Erna Clausen, Harald G. Haraldsson, Hákon Jóhannesson, Sigurður Karlsson, Þórunn Magnea Magnúsdóttir, Ari Matthíasson, Birgitta Sigursteinsdóttir, Bjarki Thor, Gudmundur Thorvaldsson, Elva Ósk Ólafsdóttir, Lilja Þórisdóttir, Rósa Guðný Þórsdóttir
Lo mejor: contiene todos los elementos de un buen “nordic noir”.
Lo peor: da una imagen negativa de Islandia, país en el que apenas se cometen asesinatos.
Lo más curioso: el guion ha sido elaborado por un trío de escritores profesionales de “nordic noir”.
¿Cómo verlo?: La serie se estrena el 13 de marzo de 2020 en Netflix y puede verse también mediante programas de intercambio de archivos.
Puntuación: 8
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Lo menos que puede decirse sobre LOS ASESINATOS DE VALHALLA
Lo más paradójico de esta serie es que Islandia es una isla poblada por gente pacífica con un promedio de asesinatos de uno cada tres años y, en la mayoría de los casos, cometido de manera fortuita o bien por algún enajenado. Sin embargo, cada año, la televisión islandesa nos obsequia con alguna serie que trata sobre algún asesino en serie que crea inquietud en algún lugar -frecuentemente remoto- de la isla. En la última década la relación de serie exportadas por la pequeña Islandia (véase: Series islandesas) confirma que el tema del “serial killer” constituye una especie de obsesión para guionistas y novelistas.
El título original de la serie es “Brot” que se traduce directamente como “violación”. Sin embargo, Netflix ha optado por el mucho más largo, pero al mismo tiempo desprovisto de connotaciones sexuales y con un encaje más directo en la mitología nordica de Los asesinatos de Valhalla. Se sabe lo que es el “Valhalla”: el lugar de residencia de los dioses nórdicos y a donde van a parar las almas de los guerreros muertos en combate que esperan allí, impacientes, la hora de la batalla final contra las fuerzas del mal desatadas por el dios Loki y el lobo Fenrir, el devorador de los mundos. El Valhalla remite directamente al corazón de las sagas nórdicas y de la literatura heroica que acompañó las correrías vikingas. No es nada de todo esto, lo que vamos a ver, pero nadie puede ganar que el “tirón” del título la hace, en un primer vistazo, extremadamente atractiva.
La serie ha sido anunciada por anticipado en Netflix y es una de las series “bandera” de este mes. Si tenemos en cuenta que hace apenas dos meses se estrenó Wisting en AMC, y en febrero pasado Cara a Cara en Filmin, esta nueva serie, Los asesinatos de Valhalla confirman que el “nordic noir” sigue gozando de buena salud y, aunque nos hayamos acostumbrado a su estructura y a su temática específica, sigue ofreciendo muy buenos momentos para los amantes de las series de intriga, crimen e investigación policial.
La serie se inicia con un asesinato: un hombre aparece apuñalado, lo que, en principio, podría hacer pensar en un crimen pasional, pero el hecho de que el criminal se haya ensañado particularmente con los ojos, deja lugar a pensar que se trata de un “crimen ritual”. Así pues, la policía se pone en marcha. “Kata” es la enérgica detective que va para jefa del equipo, antes de que, por “política” (allí se entiende por este concepto lo que aquí es “amiguismo”) le imponen una jefa sin experiencia. Todo se tuerce al día siguiente del nombramiento de nueva jefa del grupo policial: aparece otro cadáver de un banquero notable, sobre cuyo cadáver también se ha practicado el mismo ritual. Así pues, la policía de Reykiavik se siente desbordada y, como suele hacerlo, en casos de gravedad, pide ayuda a Noruega. La policía de este país envía a un investigador oriundo de Islandia y que conoce perfectamente a la sociedad islandesa. Sin embargo, tiene atrás un pasado turbio y torturado. Ambos policías inician una investigación que llevará a Valhalla, un lugar que tiene muy poco que ver con lo que sugiere sus resonancias mitológicas. Porque Valhalla tiene mucho que ver con abusos infantiles y ajustes de cuentas años después. La madeja se desentraña gracias a una fotografía que resulta esencial para los investigadores.
La serie tiene como columnas, un buen guion en el que las sorpresas han sido desperdigadas a lo largo de los episodios y que alcanza su punto culminante en el último tramo, y las interpretaciones de los dos investigadores: Nína Dögg Filippusdóttir, en su papel de “Kata” (y a la que habíamos visto en Prisioneras, Case y Atrapados) y de Bjorn Thors (el que no conocíamos aún). Intentan mantener la “sintonía”, pero no lo consiguen sino hasta bien avanzada la serie. Hay que decir que se trata de una serie que va progresando lentamente: se inicia con un ritmo narrativo lento que se va acelerando a medida que avanzan los capítulos y en la que los guionistas han pisado el acelerador en los últimos capítulos.
Una serie que renovará el interés en otros productos del mismo estilo y que puede verse y disfrutarse plácidamente, aun a sabiendas de que la historia que nos cuenta puede ocurrir en cualquier lugar del mundo, pero difícilmente en la pacífica y estable Islandia. Si nunca ha experimentado atracción por el “nordic noir”, esta serie no le interesará, pero si es habitual de este género y, por extensión, de las series de intriga criminal con policías torturados interiormente y mujeres enérgicas e implacables, asesinos que tienen un motivo para sus crímenes, esta serie le entretendrá y notará su capacidad adictiva.
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