FICHA
Título original: In search for Dracula
Título en España: En busca de Drácula
Temporadas: 1 (1 episodio)
Duración episodio: 50 minutos.
Año: 1996
Temática: Documental
Subgénero: Vampiros
Resumen: El mejor estudio documentado sobre Drácula y especialmente sobre el fenómeno del vampirismo en los dos lados del Atlántico. Resulta particularmente interesante la investigación sobre el fenómeno del vampirismo en Nueva Inglaterra y en el folklore tradicional norteamericano.
Actores: documental narrado por Eli Wallach, producido por Nicola Valcour y Tom Naugthon, dirigido por Joe Wecha, escrito por Eleanor Grant, Steven Zorn
Lo mejor: el carácter desmitificador del documental y su ambición de tocar el tema desde distintos puntos de vista.
Lo peor: en algunos temas pasa demasiado rápidamente.
Lo más curioso: Se ha emitido en España desde 1999 con distintos títulos (Vampiros de Nueva Inglaterra, En busca de Drácula, La sombra del Vampiro, etc.). No hay que confundirlo con otro documental del mismo título filmado en 1975 y presentado por Christopher Lee
¿Cómo verlo?: De emitió en 1999 a través de la plataforma MENTA y luego, posteriormente, fue emitido por TV2
Puntuación: 8,5
INTRO
MUSICA
VER DOCUMENTAL (youTube, versión 1999)
VER DOCUMENTAL (youtube, versión de Christopher Lee, 1975)
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Lo menos que puede decirse sobre EN BUSCA DE DRÁCULA
La hizo buena Bram Stocker, recogiendo fragmentos de leyendas centroeuropeas de aquí y de allí y reuniéndolas abusivamente, convirtiendo a un líder político, más o menos autocrático, en un vampiro sediento de sangre, un no-muerto, producto del ocultismo inglés de finales del XIX. La obra de desfiguración del mito fue rematada cuando, tras la caída del Muro de Berlín y del gobierno de Nicola Ceaucescu, las nuevas autoridades democráticas rumanas, advirtieron que el tema del vampiro y del Conde Drácula, suscitaba un turismo occidental morboso que podía convertirse en un buen negocio. Y, con grandes oposiciones en el interior, que seguían viendo en Vlad Tepes al libertador contra los turcos, aceptaron en líneas generales, como bueno, la descripción hecha por Stocker. El caso es que una cosa fue el Conde Drácula, Vlad Tepes, y otra muy distinta, las figuras del folklore popular rural que nos hablan de un fenómeno extraño y terrible: la imagen del no-muerto, del vampiro que regresa de su tumba para llevarse a los vivos. Este documental, brillante y esclarecedor donde los haya, pone las cosas en su punto y el hecho de que fuera filmado en 1999, no impide que hoy siga siendo actual y, pueda ser considerado, como la mejor explicación y la puntualización más precisa a este fenómeno.
El documental está narrado por Eli Wallach, y recorre en sus imágenes, todos los elementos recurrentes conectados con el vampirismo. En Europa conocemos suficientemente el fenómeno, pero ignorábamos que algunas de estas leyendas y tradiciones llegaron a los EEUU (de hecho, el documental tiene firma canadiense) y ha sido allí en donde han podido estudiarse de una manera más exhaustiva. De hecho, cuando el documental fue emitido en España, poco después de filmarse, se hizo con el título de Vampiros de Nueva Inglaterra. Sin embargo, el equilibrio que se logra con las tradiciones europeas es digno de elogio.
Los guionistas se han preocupado de dar una explicación racional al fenómeno. Resulta meritorio que hayan considerado la posibilidad de que, a fin de cuentas, la leyenda del vampiro fuera una inesperada derivación de una enfermedad bien conocida, la porfiria, algunas de cuyas características coinciden perfectamente con los rasgos del fenómeno del vampirismo. Pero no con otros. Y, por lo demás, no tienen nada que ver con la imagen de un conde envuelto en una capa negra y con colmillos.
Es aquí en donde el documental se muestra especialmente hábil en mostrarnos dos fenómenos diferentes: la del no-muerto emanada por el folklore popular europeo (y que, como tal, se traslada a las colonias de Nueva Inglaterra) y la del líder político-militar Vlad Tepes que plantó cara a los turcos y que los combatió con una dureza extrema. Solamente la orgía de sangre en la que cayó aquel que la historia conoce como “Vlad el empalador” puede conectar su figura histórica con los rasgos vampíricos tal como fueron descritos por Bram Stocker. Éste se limitó a añadirle unos cuantos rasgos surgidos de su propia imaginación: los dientes cuya huella dejaba en los cuellos de sus víctimas, especialmente.
No podemos decir que conocemos el fenómeno del vampirismo, pues, sin ver este documental y considerar las distintas tesis que nos presenta. Sus autores han sido lo suficientemente honestos como para reconocer que no tienen todas las respuestas que serían de desear. En efecto, en Nueva Inglaterra se descubrió un enterramiento del siglo XVIII en el que un cadáver aparecía con rasgos de haber sido considerado por sus vecinos como un vampiro no-muerto. Como en otros casos, el cadáver apareció con rastros de que la habían sido clavadas estacas, y se le había descuartizado y quizás quemado algunas vísceras. Sin embargo, el misterio era que la calavera había sido colocada sobre el amasijo de pequeños huesos, vértebras y costillas, y justo delante, con las dos tibias cruzadas… lo que remitía al icono propia del Holly Rogers, la bandera pirata. Claro está que el misterio no parece tan lejano si tenemos en cuenta que algunos de los más célebres piratas que, tal como nos muestra otro documental de visionado obligado –Los ángeles negros de la Utopía– tenían rasgos anómalos en su personalidad que les aproximaban extraordinariamente a la orgía de sangre propia del vampirismo.
El documental ha permanecido perdido durante años hasta que alguien ha conseguido rescatarlo del olvido, tras haber sido emitido de nuevo por TV2. Hoy, puede verse y degustarse en youTube, algo que recomendamos a todos los amantes de la historia, del género de terror y a los que busquen explicaciones razonables a fenómenos y misterios extraños.