FICHA

Título original Ourika
Título en España: Ourika
Temporadas: 1 (7 entregas)
Duración episodio: 50 minutos.
Año: 2024
Nacionalidad: Francia
Temática
: Acción
Subgénero: Disturbios
Resumen: Serie ambientada en la banlieu parisina. Una familia de origen magrebí dedicada al tráfico de drogas tiene un “garbanzo negro”: el hijo mayor es un estudiante que no quiere saber nada con el “negocio familiar”. Termina enfrentándose a un policía ambicioso y su lucha le lleva hasta el valle de Ourika en Marruecos.
Actores: Adam Bessa, Salim Kechiouche, Noham Edje, Booba, Max Gomis, Slimane Dazi, Sawsan Abès
Lo mejor: tener el valor de recordar lo que se viene encima al francés medio
Lo peor: que no es una distopía futura sino una realidad presente.
¿Cómo verlo?: Se estrenó en Amazon Prime Video el 12 de abril de 2024. Puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.

Puntuación: 6

PROMO (VOSE)

PROMO (en castellano)

PROMO (en francés)

PROMO

INTRO

MÚSICA

WEB OFICIAL (Amazon Prime Video)

DÓNDE VERLA (Amazon Prime Video)

COMPRAR DVD (no está a la venta)

Lo menos que puede decirse sobre OURIKA

¿Ourika? ¿Una vampiresa magrebí hoy youtuber afincada en el Distrito XVI de París? Difícilmente. Ourika es, más bien, el nombre de un valle marroquí no muy lejos de Marraquesh, al pie del Atlas. Allí es donde irán a parar los protagonistas de esta serie francesa. La serie tiene una única virtud pre-olímpica en la Francia de Macron: se reconoce el problema de las “banlieus” (que otros prefieren llamar “zonas particularmente sensibles” y otros más realistas aún “zonas de non-droit”, esto es, en donde la República Francesa ya no existe y son las bandas étnicas las que han construido sus “zonas liberadas”) y su gravedad. Todo esto para que nadie se llame a engaño sobre lo que puede pasar en Francia de aquí a cien días cuando se inauguren los Juegos Olímpicos. Los más pesimistas creen que el mundo verá que la “grandeur” francesa es un sueño que hace ya mucho tiempo se extinguió entre los fragores de las revueltas étnicas. De hecho, Macron, en primer lugar, desearía que esos Juegos Olímpicos jamás se hubieran realizado en París y, en estos momentos, ni siquiera se sabe dónde es más seguro realizar la ceremonia inaugural. El más mínimo chispazo puede recrudecer los estallidos étnicos que, desde principios del milenio se vienen produciendo en Francia.

Series como esta llegan tarde: después de décadas de negar que la situación en las “banlieus” fuera tan grave, tras más de medio siglo sosteniendo la política de que inyectando dinero y creando infraestructuras culturales y recreativas en esas zonas, el problema quedaba resuelto y de no reconocer que todos esos fondos eran dinero tirado a la basura, ahora, por todas partes, cunde la alarma, ante la convocatorio olímpica: todo el mundo va a comprobar aquello en lo que se ha convertido Francia. No es la islamización del país lo que más preocupa -que también- sino el descontrol del orden público y el que la “gendarmerie” ya no está en condiciones ni con la moral dispuesta a afrontar los primeros chispazos de guerra civil.

Esta serie nos apunta algunas de las causas que apuntan en esa dirección. Una familia magrebí se dedica como “trabajo” al tráfico de drogas. Todos menos el hijo mayor que no quiere seguir los pasos de la familia y estudia. Pero no puede evitar que, en el curso de una redada, se vea implicado en la “empresa familiar”. Su perseguidor es un joven policía, ambicioso, que lo perseguirá hasta los orígenes familiares… en el valle de Ourika.

La serie no es nada del otro mundo. Pretende, eso sí, incidir en un tema hasta ahora tabú, un secreto a voces -que la delincuencia en Francia es, mayoritariamente, de origen magrebí y que el “braqueur” francés salido de “le milieu” es algo que se extinguió hace entre 20 y 30 años- y lo hace quitando hierro y demostrando que no todos los magrebíes se dedican al mismo “negocio familiar” y que, incluso, hay traficantes de origen galo. Alguno quedará, digo yo…

No es una serie que pasará a la historia, ni siquiera que valga la pena ver, salvo para darse cuenta de la “decadencia francesa”: lo que se ha alterado no es solamente el sustrato étnico de la población, sino que los valores y los principios doctrinales de la “República”, han saltado en pedazos gracias a la presencia de millones de africanos que, en general, permanecen apegados a sus tradiciones, a sus concepciones religiosas (y, por tanto, a los principios políticos y legales implícitos en estas), incluso a sus vestimentas. Dicho de otra manera: Francia (y, por extensión, Europa Occidental) es cada día menos europea y más africana. Algunos verán esto como un progreso y otros lo vemos como una catástrofe. De to’ tié que haber, que decía aquel.

La serie, en sí misma, es floja, las actuaciones débiles, el protagonista inconsistentes y el relato original que dio la idea del guion fue escrito, agárrense, por François Thierry, “patrón” de la Oficina Central para la Represión del Tráfico Ilícito de Estupefacientes”. Floja en su forma, pero ilustrativa en su fondo.

(SI ESTA CRÍTICA LE HA SERVIDO PARA ALGO O LE HA AYUDADO EN ALGO, PULSE LA PUBLICIDAD QUE ACOMPAÑA Y QUE NOS AYUDA A MANTENER LA WEB. GRACIAS).