FICHA
Título original: Una vida menos en Canarias
Título en España: Una vida menos en Canarias
Temporadas: 1 (5 entregas)
Duración episodio: 50 minutos.
Año: 2024
Nacionalidad: España
Temática: Intriga
Subgénero: Policíaca
Resumen: Un inspector de policía es trasladado de Madrid a Canarias a causa de un error cometido en la detención de un criminal a causa de su problema de visión. Allí es integrado en una comisaría de Tenerife compitiendo con una inspectora local para el cargo de jefe de grupo.
Actores: Ginés García Millán, Mari Carmen Sánchez, Natalia Verbeke, Paco Martín, Sergio Momo, Bernabé Fernández, Enrique Alcides, Ciro Miró, Marta Belmonte, Thais Blume, María Garralón, Silvia Nadal, Viti Suárez, Elena Ballesteros, Dariam Coco, José Luis de Madariaga, Asier Olaizola, Jorge Pobes, Jorge Kent, Pepa de los Mares, Michael John Traenor, Horacio Colomé, Aïda Ballman, Luna Zuazu, Luis Fernández de Eribe
Lo mejor: el papel de Ginés García Millán
Lo peor: las concesiones forzadas por las circunstancias a la “corrección política”.
¿Cómo verlo?: Se estrenó en Atresplayer el 28 de enero de 2023. Puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.
Puntuación: 7
INTRO
MÚSICA
WEB OFICIAL (Atresplayer)
DÓNDE VERLA (Atresplayer)
COMPRAR DVD (no está a la venta)
Lo menos que puede decirse sobre UNA VIDA MENOS EN CANARIAS
Serie española low cost, procedimental, policíaca, inspirada en grandísima medida en Crimen en el Paraíso y estrenada, sin grandes pretensiones, en Atresplayer. Cumple perfectamente su función de ser un mero entretenimiento, más o menos, simpático y, más o menos, bien enfocado. No decepciona, puede dejar indiferente, pero los guionistas se han atenido a una estructura tradicional del género y, por tanto, todo depende de la actuación de los actores y de la fotografía.
En este sentido hay que decir que el casting ha estado muy acertado en lo que se refiere a Ginés García Millán, un actor que ha pasado de secundario a cargar a sus espaldas el protagonismo de series como ésta. Forma pareja con Natalia Verbeke, una actriz que ha estado memorable en series anteriores (la recordamos, por ejemplo, en Doctor Mateo), pero que en esta ocasión no era la actriz que mejor podía hacer la réplica a García Millán. En efecto, no parece una policía enérgica y, por lo demás, tampoco el guion, que le presentaba, inicialmente, en las primeras escenas, como una mujer dominante y controladora, mantiene en las siguientes el rasgo del personaje. Mari Carmen Sánchez, por el contrario, resulta mucho más creíble en su papel de “inspectora jefe” y desarrolla, así mismo, una excelente labor.
Por lo demás, la serie no duda en refugiarse en la “corrección política” y el “wokismo” para atenerse a las normas dominantes en el Hollywood de 2024 y que trata de imponer su dictadura a todas las cinematografías occidentales. En España, se olvida que, en los EEUU, patria del invento, la aplicación de esta normativa ha hecho que cayeran en picado los beneficios de muchas productores. Pero, se ve que estas noticias llegan tarde a nuestro país, y así vemos como en cada episodio tienen que aparecer, imperativamente, dos o tres miembros de ”minorías” (la hija del protagonista es lesbiana y su pareja, es mestiza; el número de homosexuales protagonistas tiene también su cuota; y, finalmente, uno de los inspectores protagonistas -que, por cierto, constituye uno de los personajes más refrescantes de cada episodio- es, igualmente, negro). De todas formas, estos aspectos son muy secundarios en la trama y se trata de “incrustaciones” obligadas en los tiempos que corren, a los que tampoco hay que atribuir excesiva importancia.
La serie nos presenta a un inspector de policía con un defecto en la visión (no distingue colores) y que le ha causado un error en la detención de un sospechoso. Sancionado, ha sido enviado a Canarias en donde reconstruye su carrera profesional. Allí se reencuentra con su hija, una prestigiosa chef con la que convivirá a pesar de ser dos caracteres completamente diferentes. En la comisaría trabajará con un variopinto grupo de agentes y deberá competir por el puesto de jefe de grupo con una policía local, Natalia Verbeke, arraigada en las islas. La serie es procedimental y en cada episodio asistiremos a la presentación de un crimen, la investigación y la resolución, en un esquema clásico de este tipo de productos.
Vale la pena destacar que los guiones son ágiles, entretenidos, pero sobre todo muy bien ambientados y adornados con una fotografía muy cuidada. El tono de la serie, como puede deducirse del propio título de la misma, tiende a la ironía y al fino humor, y seguramente eso es lo que aconsejó la introducción de Natalia Verbeke como co-protagonista.
Quizás, la gran diferencia que encontraremos entre esta serie y el modelo original, es que mientras Crimen en el Paraíso está ambientada en un país ficticio (como en la inglesa, Los asesinatos de Midsomer, en la que el nivel de crímenes locales aún mayor), aunque en una zona geográfica muy concreta -el Caribe- ésta se encuentra en unas islas españolas muy reales. Y no estamos seguros hasta qué punto el ubicar un crimen en una región concreta, realmente existente, satisfará a sus habitantes.
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