FICHA

Título original:  The Resort
Título en España: El Resort
Temporadas: 1 (8 episodios)
Duración episodio: 35 minutos.
Año: 2022
Temática: Intriga
Subgénero: Thriller
Resumen: Una pareja se va de vacaciones a la Rivera Maya. Ella sufre un accidente y por casualidad descubre un teléfono abandonado desde hace veinte años. Eso le permite conocer la historia de una pareja similar que desapareció en el mismo lugar a principios del siglo XXI. Ella se propone descubrir que pasó con aquella pareja y resolver el caso.
Actores: Amber Rivera, Skyler Gisondo, Cristin Milloti, Nick Offerman, Debby Ryan, William Jackson, Dylan Baker, Michael Hitchcock, Luis Gerardo Méndez, Becky Ann Baker, Ben Sinclair, Panveah Cheena, Nina Bloomgarden, Gabriele Cartol, Fran Mendez
Lo mejor: Tiene frescura, dinamismo y sabe contar la historia.
Lo peor: No es una historia completamente original.
¿Cómo verlo?: Es emitida en España por Movistar+  desde el 7 de julio de  2023.

Puntuación: 8

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Lo menos que puede decirse sobre  EL RESORT

Se nota que faltan ideas nuevas. Cuando vamos ya por la tercera temporada de The White Lotus, serie antológica que va mejorando de temporada en temporada (y empezó muy alta) y nos hemos olvidado de esa cursilería más reciente que fue Fantasy Island, llega The Resort que, en definitiva, va de lo mismo: unas pizcas de humor, una buena dosis de misterio y en un entorno tropical, placentero y relajado, con dramas de fondo. La fórmula no es mala: pero resulta muy difícil igualar a la que partió primero, The White Lotus. De todas formas, hay que decir que El Resort aguanta la posición, la defiende bien y, a la postre, resulta entretenida y superior a la media de series que se estrena cada día. También hay que decir que el argumento es algo infantil, está poco desarrollado, es facilón en ocasiones, tosco en otras, adolece de giros esperados y no explicados y, si atendemos a los detalles, pierde en relación a The White Lotus.

La historia va de una pareja de jóvenes que parecen disponer de una situación económica relativamente acomodada. Han ido a la Rivera Maya a pasar unas semanas de vacaciones para reponerse del mucho trabajo que, sobre todo ella, tienen. Todo va bien hasta que la chica sufre un accidente y va a parar a una cuneta en la que encuentra un teléfono, aparentemente abandonado desde hace mucho tiempo. Es un modelo antiguo, de los que se utilizaban a principios del milenio. Cuando se repone, decide investigar de quién era ese aparato y que había en su interior. Rescata la tarjeta SIM y la coloca en un aparato recién comprado. Lo que ve le horroriza. El móvil pertenecía a una chica que desapareció sin dejar rastros junto a su compañero hace más de 20 años. Por algún motivo, a la chica se le mete entre ceja y ceja que ella va a averiguar qué fue lo que pasó y a encontrar a los culpables. Sospechosos no faltan y ambos, para colmo, se mueven como pulpos en un garaje. Pronto a hacen notar y, a partir de aquí la serie se vuelve una loca carrera de persecuciones, sospechas y misterios resueltos que llevan a otros cada vez más intrincados.

La serie, sin ser una maravilla, sin valores propios que la hagan radicalmente diferente a otros productos en el mercado o que puedan surgir en los próximos meses, es entretenida. Llevadera. No aburre, casi nos vemos obligados a llegar hasta el final. El reparto es bueno, los actores se han identificado con sus distintos roles y, por ahí, la comedia-negra fluye con facilidad. En cuanto al misterio, cabría decir que “así se las ponían al Rey”. No es espectacular, ni siquiera la intriga que está tras la trama tiene profundidad. Todo es bastante banal. Pero también entretiene, acaso por que la banalidad es la ley de hierro de nuestra esquilmada época.

Sobre los dos protagonistas, cabe decir que Cristin Milioti (“Emma”) hace una actuación memorable. Y, hay que decirlo, todos esperamos la irrupción de Luis Gerardo Méndez, como el despiadado director de seguridad del hotel y miembro de una familia “de posibles”.

Es de esas series que uno no recomendaría en condiciones normales, esto es, cuando la calidad de las producciones no estuviera tan lastrada por la corrección política, el wokismo o la simple falta de ideas. Pero vivimos una época excepcional en la que lo banal puede llegar a ser considerado como obra maestra a falta de algo mejor. Ésta, como ya hemos dicho, es una serie en la que el espectador resultará entretenido. Su dinamismo es tal que queda poco tiempo para el aburrimiento.

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