FICHA

Título original:  Nadezhda
Título en España: Nadia
Temporadas: 1 (12 entregas)
Duración episodio: 25 minutos.
Año: 2020
Nacionalidad: Rusia
Temática: Drama
Subgénero: Crimen
Resumen: Nadia, una adolescente de 16 años, ve como sus padres son asesinados y, acto seguido, localiza y mata al criminal. Condenada a prisión, “alguien” le propone salir inmediatamente a cambio de realizar trabajos especiales. Casi veinte años después, Nadia quiere concluir la relación y dedicarse a su familia.
Actores: Viktoriya Isakova, Aleksandr Kuzmin, Aleksey Morozov, Veronika Kornienko, Asya Gromova, Aleksey Grishin, Timofey Kreslo, Aleksei Guskov, Yuliya Melnikova
Lo mejor: serie dinámica, ágil, bien concebida.
Lo peor: no pasa de ser un mero divertimento y ofrece poco.
¿Cómo verlo?: Se estrenó en AMC el 17 de enero de 2022. Puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.

Puntuación: 7

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Lo menos que puede decirse sobre NADIA

Serie rusa y, como todo lo ruso, algo tosca, serie dura, extremadamente violenta, a ratos brutal, que sigue los pasos de una mujer que pasa a ser sicaria de la mafia. Lo que vamos a ver es como una adolescente que ha asesinado a los que asesinaron a sus padres es convertida en una máquina de matar. Y lo veremos mediante flashbacks que abarcan todas las épocas se su vida. En fin, la serie podría subtitularse: “Así se construye un sicario y cómo deconstruirla”.

Es una serie que completa las producciones que se iniciaron hace ocho o nueve años, sobre mafias internacionales, narcos y demás. Ahora le toca el turno a la mafia rusa. Siguiendo esta serie, presuntamente, deberíamos adquirir los conocimientos suficientes como para poder estar al cabo de la calle sobre el funcionamiento de la mafia rusa. Realmente, nos tememos que los sicarios rusos no son lindas jóvenes, atractivas asesinas y seductoras matarifes, sino más bien, tipos brutales, toscos, fortachones y sin excesivos miramientos ni siquiera con su propia estética… Pero, a fin de cuentas, el mundo de las series es un mundo imaginario y resulta mucho más agradable ver a una estilizada “Nadie” que a un malote con formas de bombona de butano y hechuras de armario de tres puertas.

Nadie es una joven de 16 años. En su aldea ve como sus padres son asesinados y responde con el consabido ojo por ojo. Detenida, es condenada a 18 años de prisión. Sin embargo, alguien que parece un funcionario, va a visitarla y le propone un acuerdo: salir inmediatamente a cambio de comprometerse a cumplir las órdenes que reciba, eliminando gente. Acepta y poco después intenta huir. Comprueba que es imposible, así que acepta su destino y empieza su formación que incluirá el trabajar como prostituta, prepararse físicamente, consumir determinadas drogas, adquirir habilidades propias del asesino en serie, etc, etc. Y va cumpliendo sus objetivos: mata a destajo. Dieciocho años después, cuando ya es una treintona consumada, se ha casado y tiene hijos; aparentemente su vida es normal, pero se dedica exactamente a las mismas actividades. Sabe que un trabajo de este tipo tiene cierta “inestabilidad laboral” así que opta por desengancharse. Pero le va a resultar muy difícil.

La serie nos muestra las distintas fases del adiestramiento de “Nadia” desde que sale de la cárcel y mediante flashbacks suficientemente ilustrativos de su peripecia. A medida que avanzan los episodios, vamos entendiendo más al personaje y por qué actúa como actúa, de manera despiadada y efectiva. El papel de “Nadia” está interpretado por dos actrices, una que encarna a la adolescente (Veronika Kornienko) y otra en donde aparece como sicaria madura (Vikltoria Isakova). En ambos casos, cumplen con su cometido, si bien la primera está algo sobreactuada en determinados gestos y momentos.

El guion intenta transmitirnos la angustia interior del personaje. A veces lo logra. Sin embargo, el gran hallazgo de esta serie, es su metraje: apenas 25 minutos de duración, incluidos créditos. Eso hace que todo discurra muy rápido. Asesinato, violencia, flahsback, vida familiar, huida, recuerdo, todo encadenado, da una sensación trepidante, como de un automóvil al que se le han roto los frenos. No queda tiempo para pensar en lo que estamos viendo. Al final, cuando termina la proyección, descansamos. Lo que hemos visto, ha satisfecho mientras se emitía. Luego lo olvidamos. No deja mucha huella, salvo la sensación indeleble de que la mafia rusa no puede estar compuesta por sicarias encantadoras.

En AMC. Para amantes de las series sobre mafias.

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