FICHA
Título original: Ramy
Título en España: Ramy
Temporadas: 3 (40 entregas)
Duración episodio: 30 minutos.
Año: 2019-2023
Nacionalidad: Estados Unidos
Temática: Comedia
Subgénero: Inmigración
Resumen: Vivencias y experiencias desde la infancia hasta la juventud de un millenial musulmán de origen egipcio en los Estados Unidos. El protagonista se ve nadando entre dos aguas: su sentido del tiempo presente y de la modernidad por un lado y la vinculación de sus padres y de su familia a los valores tradicionales del islam
Actores: Ramy Youssef, Mo Amer, Hiam Abbass, Mahershata Ali, Amr Waked, Mary Calamawy, Dave Merheje, Laith Nakli, Poona Jagannathan, Elisha Hening, Kate Gomey, Shadi Alfons, Joey Auzenne,
Lo mejor: el planteamiento general de la serie que huye del victimismo y se centra en actitudes y comportamientos muy reales.
Lo peor: en algunos momentos el tono baja y ni logra la carcajada, ni la reflexión
¿Cómo verlo?: Se estrenó en Filmin y Amazon Prime Video el 16 de abril de 2024. Puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.
Puntuación: 8
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Lo menos que puede decirse sobre RAMY
La sociedad islámica no sale bien parada de esta tragicomedia de poso bastante amargo. El creador, director, protagonista y guionista, hombre orquesta de la serie es Ramy Youssef que nos cuenta episodios de su vida, recuerdos de infancia y juventud, tratándolos de hacer divertidos, irónicos y comprensibles para alguien que no está dentro del islam. Lo consigue porque sabe de lo que habla.
Ramy Youssef es un comediante neoyorkino de padres egipcios. Su padre prosperó y fue el gerente del Hotel Plaza de nueva York. Creció en una familia islámica y pronto observó que sus valores, costumbres, actitudes y entorno eran diferentes al habitual en su generación. El islam era lo que marcaba la diferencia. Además, cuanto Ramy Youssef apenas tenía diez años, el 11-S marcó a fuego la psicología de los musulmanes norteamericanos. Era muy difícil adaptar una religión nacida en el desierto y para una sociedad atrasada, primitiva y salvaje, a la modernidad y, mucho más especialmente, a la vanguardia de la modernidad que es esa ciudad de Nueva York en donde lo que es “moderno” hoy, mañana estará “out”, sustituido por algo todavía mucho más moderno y seguramente más efímero. Por tanto, no es extraño que el protagonista se sitúe en un punto intermedio con cierta tendencia a dudar sobre el camino a elegir: o permanece fiel a sus tradiciones familiares siendo un arcaísmo en Nueva York, o bien adopta las tendencias de la modernidad traicionando a los suyos y sin estar seguro de si es lo mejor.
La serie plantea la realidad de los “choques multiculturales”. Es curioso, porque en los últimos meses son varias series y películas las que plantean el mismo tema. No es wokismo, sino, mas bien, reacción contra el wokismo (véase, Soñando en negro o el largometraje American Fiction). Lo sorprendente es que todas estas críticas no proceden del universo WASP, sino de las propias minorías étnicas que rechazan “cuotas” y el ser tratados como minusválidos mentales que precisan ser favorecidos por “discriminaciones positivas”.
Los episodios de esta serie, concebida como comedia, apenas 30 minutos, describen distintos momentos y situaciones en la vida de un musulmán norteamericano, instalado en Nueva York, provisto de un buen bagaje cultural, de preparación técnica, voluntad de trabajo y ganas de hacer algo en la vida. Me ha recordado aquella parábola de Bertol Brecht: Un buda medita, pero una vela incendia la habitación en la que se encuentra. Cuando las llamas le alcanzan las cejas, se asoma a la venta y antes de saltar pregunta: “¿Qué hay ahí fuera?”. La pregunta es pertinente y refleja el drama de Ramy: hay aspectos del islam que lastran su vida y condicionan su juventud, pero ¿vale la pena lanzarse y aceptar todo lo que hay fuera? O, dicho de otra manera: ¿qué ventajas ofrece la modernidad neoyorkina, fría, desangelada, coyuntural, pasajera y fugaz, frente a la tradición permanente, con la calidez del hogar y de la familia, con la solidaridad entre los que practican la misma religión y pertenecen a la misma raza? Y el autor hace bien en dudar.
A pesar de que la serie tiene algunos altibajos y no todos los episodios mantienen la tensión tragicómica e, incluso, los personajes que van apareciendo soy muy diferentes y algunos no da tiempo de percibirlos en profundidad, lo cierto es que la serie no cansa, entretiene y, sobre todo, es un toque de atención para los que ven en el multiculturalismo el mejor de las formas de convivencia entre pueblos, razas y religiones. Ramy cree en estos valores, pero no puede olvidar la tradición de la que procede. Particularmente intenso es el episodio en el que el protagonista cuando era niño vivió los “extraños ataques del 11-S” y todo lo que siguió. El episodio -y, por extensión, la serie- refleja autenticidad. Ha recibido múltiples premios en certámenes internacionales: Globo de Oro al mejor actor, entre otros.
Es de las pocas series que vale la pena ver y meditar para extraer conclusiones.
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