FICHA

Título original: Anthracite
Título en España: Antracita
Temporadas: 1 (6 entregas)
Duración episodio: 46-53 minutos.
Año: 2024
Nacionalidad: Francia
Temática: Thriller
Subgénero: Policíaco
Resumen: La desaparición de un veterano periodista, hace que su hija decida emprender una investigación propia que le lleva a una pequeña población. Allí conocerá a un ex presidiario condenado por estar vinculado a una secta que existió treinta años antes muchos de cuyos miembros se suicidaron
Actores: Hatik, Camille Lou, Noémie Schmidt, Nicolas Godart, Raphael Ferret, Leo Legrand, Kad Merad, Jean-Marc Barr, Stefano Cassetti, Marianne Baster,
Lo mejor: los paisajes alpinos.
Lo peor: algo aburrida.
¿Cómo verlo?: Se estrenó en Netflix el 10 de abril de 2024. Puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.

Puntuación: 6

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INTRO

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Lo menos que puede decirse sobre ANTRACITA

La serie Profilage no dejo un recuerdo particularmente notable: aceptable, pero no excepcional, ni siquiera memorable. De las que se ven, entretienen y se olvidan. Pues bien, Antratica es, como se preocupa de recordarnos Netflix, de los “cocreadores” de Profilage. Y, efectivamente, vemos en ambas series algunas constantes. La primera de todas es que va de crímenes y de investigadores. La segunda que las protagonistas en ambos casos son chicas jóvenes “algo raritas”. Profilage estaba más o menos inspirada en la norteamericana Mentes criminales, Antracita en cambio no tiene precedentes a pesar de evocar el mundo de las sectas, los suicidios rituales y noticias que tuvieron actualidad entre 40 años y un cuarto de siglo antes: el Templo del Pueblo, La Puerta de los Cielos, la Orden del Templo Solar, etc.

La primera escena es casi un clásico: una pareja se va a hacer una foto en las inmediaciones de un lago helado. Ella retrocede un poco para obtener un mejor encuadre, cuando percibe un cadáver al otro lado del hielo… Así comienza la serie que tiene como protagonista a una joven periodista con muy poca experiencia cuyo padre, también periodista, ha desaparecido en un pequeño pueblo alpino, próximo a Grenoble. La periodista conocerá allí a un ex presidiario con el que investigará a una secta que treinta años antes protagonizó un escándalo con resultado de varias muertes en aquella misma región.

A partir de este planteamiento, sencillo y claro en sus premisas iniciales, todo se va complicando más y más. El hilo, en lugar de seguirse metódica y ordenadamente, se lía más y más, ocurriendo lo previsible: el final es muy difícil a la vista de todo lo anterior. Resulta inevitable que queden cabos sueltos. Le ocurre como a Forst, aquella serie polaca que, empezó bien y terminó tan complicada que resultó casi inextricable. ¿Es necesario complicar tanto una serie durante su desarrollo para que luego, el final, decepcione a todos los que creían que iba a concluir con todos los misterios resueltos? Estas series, siempre, terminan pareciéndose al nudo gordiano después de que Alejandro Magno le asestase el golpe con su espada.

Demasiados flash-baks, demasiados personajes, demasiados giros inesperados, demasiadas variaciones temáticas, poca construcción de los personajes, trama errante, todo ello dentro de un marco geográfico y natural privilegiado que hubiera podido dar mucho más de sí. El guion debería de haber sido menos ambiciosos y atenerse a los principios clásicos del género: concisión, profundización en los personajes, reducción del número de roles secundarios, solidez de los protagonistas, resolución aceptable sin cabos sueltos. A partir de mediados del segundo episodio, empieza a percibirse la increíble tendencia a la dispersión de la que hacen gala los creadores de esta serie.

A partir del tercer episodio vale la pena preguntarse si seguimos adelante o ejercemos la muerte súbita, apretando el mando a distancia correspondiente. Reconozco que solamente los muy sufridores o los que tenemos la piel demasiado dura como para que nos afecte la pérdida de tiempo por otra serie irrelevante, pero con pretensiones, estamos en condiciones de llegar hasta el final.

La serie ha sido muy criticada en su tierra natal, Francia. El reproche unánime es: “¿Cómo diablos habéis filmado una serie tan débil en los que seguramente figuran entre los parajes mas bellos de Europa?”. No hay respuesta. En la publicidad de la serie se cifra en 90 técnicos, 60 actores y 1.300 figurantes, los que participaron en la filmación. Se añade, como dato morboso que en la filmación en la parte que transcurre en el interior de una cueva, muchos miembros del equipo fueron atendidos de dolores de cabeza  (seguramente por el dióxido de carbono).

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