FICHA

Título original:  Black Snow
Título en España: Black Snow
Temporadas: 1 (6 episodios)
Duración episodio: 52 minutos.
Año: 2023
Temática: Intriga
Subgénero: Crimen
Resumen: Una joven de 17 años fue asesinado en 1995 en un pequeño pueblo costero australiano. Veinticinco años después, el rescate de una “cápsula del tiempo” enterrada por los alumnos del curso, saca a la superficie distintos documentos y testimonios que contribuyen a reabrir el caso. Y a resolverlo, finalmente,
Actores: Travis Fimmel, Brooke Satchwell, Erik Thomson, Kestle Morassi, Lucy Bell, Alexander England, Guiliver McGrath, Athony Sharpe, Lee Jones, Kim Gyngell, Daniela Farinacci, Rob Carlton, Jimi Blani, Damion Hunter, Annabel Wolfe,
Lo mejor: Fimmel, el vikingo reconvertido en inspector de policía australiano.
Lo peor: Excesiva insistencia en el tema de moda, el wokismo, que acompaña a toda producción australiana.
¿Cómo verlo?: Es emitida en España por Filmin desde el 19 de septiembre de 2023.

Puntuación: 7

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Lo menos que puede decirse sobre BLACK SNOW

El cine australiano, como todo el cine anglosajón, está lastrado por las concepciones “wokistas”, esa ideología que previene que un producto solamente puede competir en el mercado internacional si introduce el tema del racismo en los argumentos y otorga papeles protagonistas a negros o aborígenes. Black Snow cumple este requisito, como otras muchas producciones australianas que glosan, loan y alaban a los aborígenes australianos, acaso para justificar que todos aquellos que tienen como mínimo un 25% de sangre de los primeros habitantes de Australia, por eso mismo, tienen derecho a recibir una pensión compensatoria del Estado. No parece muy justo, pero es así. Y no parece justo, porque, por el mismo razonamiento, se podría llegar a defender que los aborígenes deberían pagar una pensión a los que llegaron después, dado que encontraron una isla en la que no existían rastros de una civilización organizada y avanzada y debieron sufrir indecibles penalidades. Más aún, el gran problema de la ideologías woke es que, sobre todo, denigra a aquellos que pretende ensalzar, considerándolos una especie de retrasados a los que hay que ayudar para “situarlos en el mercado”… En fin, delicias de la postmodernidad.

Ahora bien, incluso cuando se aceptan los parámetros del wokismo, es evidente que hay “buenas” producciones y “malas” producciones. Afortunadamente, ésta pertenece a las “buenas” y hace olvidar el lastre que presenta para guionistas, creativos y espectadores, el lamento constante y la tristeza infinita que emana de esos dogmatismos. En efecto, Black Snow es una muy buena producción, coherente y en la que, además de denunciarse, los focos de racismo que pueden quedar en Australia (mínimos, por cierto), tiene valores narrativos y cinematográficos que vale la pena comentar. Es una serie, en cualquier caso, interesante de ver y que confirma que Filmin -especialmente en el terreno de las miniseries anglosajonas- tiene una tasa de aciertos muy superior al resto de plataformas. A lo que vamos…

A finales del siglo pasado los estudiantes de una escuela de secundaria enterraron una “cápsula del tiempo” destinada a abrirse 25 años después. El mismo día de la ceremonia desapareció una chica. Se la dio por muerta y las investigaciones policiales no llegaron muy lejos. Ahora, cuando se va a abrir la “cápsula del tiempo” el crimen sigue impune. Sin embargo, llega al pueblo un inspector de policía encargado de reexaminar casos pendientes, que recupera la investigación.

Él mismo, dirá que la principal dificultad con la que se encuentra su trabajo es con reconstruir como era la personalidad de todos los que participaron o vivieron los hechos que investiga. Veinticinco años es un cuarto de siglo: los que eran adolescentes en la época, han superado la treintena, los maduros están en la tercera edad y el tiempo ha hecho estragos, olvidado recuerdos y difuminado actuaciones. Sin embargo, los documentos encontrados en la “cápsula del tiempo” contribuyen a aportar nuevos enfoques al caso.

La cámara se recrea en flashbacks que nos llevan hasta el ya lejano 1995 y alterna a los personajes adolescentes con entrevistas ahora cuando están entre 30 y 35 años. Los reconocemos. La vida ha sido dura con unos, agradecida con otros y brutal con algunos. Pero todos, absolutamente todos, recuerdan a su compañera muerta y aportan datos que permiten al investigador caminar hasta resolver finalmente el caso. Vale la pena el recorrido, como vale la pena respetar el suspense y no desvelar más datos sobre la trama.

Travis Fimmel, casi está desconocido, con gafas de miope, barba bien rasurada y sin la espada en una mano, el escudo en la otra y el casco vikingo sobre las cejas, a bordo de un veloz drakar. La serie Vikingos hizo de él un actor conocido y popular. Esta otra serie nos muestra que sus cualidades interpretativas están por encima de los siglos. Su papel es convincente, en absoluto impostado, metódico y realista. Destaca muy por encima del resto del reparto que se limita a ejercer de mero acompañamiento.

El ritmo narrativo contribuye a que la serie no se haga pesado en ningún momento. A pesar de que no se haya puesto particular empeño en la fotografía y en los encuadres, en todo momento subyace que estamos asistiendo a una serie elaborada por buenos profesionales. El resultado final es, como mínimo, interesante y cabe recomendarla, advirtiendo a las almas sensibles de algunos exabruptos racistas… contra los “blancos”, por supuesto.

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