FICHA

Título original:  The Woman in the Wall
Título en España: La mujer en la pared
Temporadas: 1 (6 entregas)
Duración episodio: 57 minutos.
Año: 2023
Nacionalidad: Reino Unido
Temática: Drama
Subgénero: Intriga
Resumen: Una mujer sonámbula se despierta y encuentra en su casa a una mujer muerta. Ignora quién es y si ha sido ella quien la ha asesinado. Ella es una antigua interna de las Lavanderías de María Magdalena, una institución administrada por monjas católicas y destinada inicialmente a jóvenes prostitutas con intención de redimirlas.
Actores: Ruth Wilson, Daryl McCormack, Abby Fitz, Simon Delaney, Chizzy Akudolu, Lynn Rafferty, Hilda Fay, Fiona Browne, Charles Abomelli, Liam Heslin, Eimear Morrisey, Eoin Gleeson, Michael O’Kelly, Philippa Dunne, Mark Huberman, Frances Tomelty, Dermot Crowley, Caoimhe Farren, Cillian Lenaghan
Lo mejor: insuperable actuación de Ruth Wilson
Lo peor: la historia, en principio, sencilla, se convierte en inextricable desde el primer episodio
¿Cómo verlo?: Se estrenó en SkyShowtime el 19 de febrero de 2024. Puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.

Puntuación: 7

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Lo menos que puede decirse sobre LA MUJER EN LA PARED

Se conoce como “escándalo de las lavanderías de la Magdalena”, la atribución en Irlanda y Gran Bretaña de graves abusos a los derechos humanos cometidos en estos establecimientos a lo largo del siglo XX. Estas “lavanderías” eran instituciones religiosas encomendadas a órdenes femeninas, destinadas a formar religiosa y profesionalmente a mujer que, por algún motivo, habían caído en la prostitución o en la marginación social. En los años 90, cuando se cerró el último de estos establecimientos, se informó de que se habían cometido abusas contra las internas, incluso torturas y asesinatos y se presentaron testimonios de mujeres que habían estado a cargo de las monjas y que relataban situaciones de extrema crueldad. La Iglesia Católica reaccionó negando la mayor y presentando otros testimonios de mujeres que habían permanecido internadas en estos centros y que los recuerdan como positivos y que les ayudaron a formarse y reinsertarse en la sociedad… Esta es la realidad. Un informe emitido por una “comisión de investigación”, reconoció que, desde la fecha de la independencia de Irlanda, en 1922, habían pasado por estas instituciones unas 11.000 mujeres e informó de casos de “abuso verbal”, pero no de abusos físicos o sexuales. El informe fue criticado por algunas supervivientes que esperaban que el gobierno irlandés les reparara económicamente. Así están las cosas.

La temática de fondo de esta serie, La mujer en la pared, es el de los perjuicios psicológicos causados en un grupo de mujeres por su estancia en estos centros. La protagonista achaca su sonambulismo a los años que permaneció internada en la institución de las Lavanderas de La Magdalena y a los malos tratos que le infligieron las monjas durante su estancia en las “lavanderas” cuando cumplió 15 años. Una mañana se despierta y encuentra el cadáver de una mujer en su casa, sin que esté en condiciones de saber si la ha matado ella o qué ha ocurrido en realidad.

Un policía llegado de Dublín para investigar el caso del asesinato de un sacerdote vecino de la protagonista, empieza a ver interrelaciones entre este caso y el caso de las mujeres que pasaron el asilo de las Magdalenas, en donde el sacerdote asesinado oficiaba misas. En su investigación se topa con las particularidades “culturales” de la zona: omertà, silencio hermético, rechazo a colaborar con la policía, etc. A partir de esta situación, dos policías inician la investigación y, en cada episodio, parecen ir descubriendo fragmentos de la verdad.

Se da por sentado que las internas en estos centros sufrieron malos tratos físicos y verbales, algo que niegan las monjas que son interrogadas. Sea como fuere, la protagonista sufre de un alto grado de confusión mental y se ve incapaz de autocontrolarse. En general, el argumento peca de excesivamente caótico, desordenado, cuesta seguirlo, abundan los hilos argumentales secundarios (de los que se podría prescindir) y, si esta serie ha merecido elogios, se debe únicamente a la actuación de su protagonista, Ruth Wilson que llena la pantalla y suple los huecos unas veces, los excesos en otras y las carencias del argumento.

La serie no se limita a ser la habitual serie policíaca o de investigación criminal, introduce elementos góticos (e, incluso, su misma concepción, es deudora de ese tipo de estética). Pero la introducción de frecuentes giros argumentales y golpes de efecto, si bien genera un renovado interés por parte del espectador, también es cierto que lo desorienta y que, llegados al final, quedan cabos sueltos, situaciones no resueltas y tramos enteros ya vistos que carecen de significado e interés.

La serie ha sido objeto de elogios en el ámbito anglosajón. Aparte de que consigue mantener al espectador atento a la pantalla durante casi seis horas, lo cierto es que, se debe mucho más a las noticias que han ido apareciendo en los últimos quince años sobre abusos sexuales protagonizados por sacerdotes, que a la serie en sí misma. Casi podría concebirse esta serie como un producto más que se beneficia de la ofensiva contra la Iglesia, mucho más que por su contenido. En España, sin embargo, la serie -por el momento- está pasando completamente desapercibida.

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