FICHA

Título original Chivalry
Título en España: Chivalry
Temporadas
: 1 (6 episodios)
Duración episodio: 22 minutos.
Año: 2022
Temática: Drama
Subgénero: Comedia
Resumen: Un productor de cine que acabada de tener un fracaso, llama a una feminista radical y wookista extrema para reorientar su siguiente película (amor entre una resistentes y un oficial de las SS). La serie denuncia las trabas y los problemas surgidos con la corrección política y el wokismo, evidenciando la tiranía que ejerce sobre el cine.
Actores: Srah Solemani, Steve Coogan, Wanda Sykes, Adjani Salmon, Kaylen Luke, Robert Lonsdale, Toby Regho, Lolly Adefope, Sienna Miller, Amy Landecker, Lucy Sheftall, Madeleine Bowyer, Camilla Marie Beeput,
Lo mejor: la denuncia global de una tiranía endiabladamente estúpida
Lo peor: ciertas ambigüedades en la denuncia que le restan valor.
¿Cómo verlo?: Es emitida en España por Filmin desde el 12 de septiembre de 2023.

Puntuación: 8

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Lo menos que puede decirse sobre  CHIVALRY

La traducción de la palabra inglesa “chivalry”, es “caballería” o, en el contexto que nos interesa “caballerosidad”. Esto es, lo que más odia una feminista radical como la protagonista de esta divertida cinta de denuncia de la tiranía de la “corrección política”, del feminismo radical y del “wokismo” que, desde Hollywood se ha impuesto como una moda sobre toda la industria audiovisual (¿se han dado cuenta de que, en los dos últimos años, sobre un 100% de actores de cortos publicitarios bastante más de la mitad, incluso hasta aproximarse al 75% son de raza negra…? Y no es por “moda” o por que “lo negro venda mejor” -en un país, todavía, de mayoría blanca- sino porque lo ha impuesto Hollywood). Esta película denuncia algo de todo esto. Desde el feminismo radical e intransigente, hasta el wokismo (el papel de Wanda Sykes como productora de color, la habitual figura de “negra gorda y airada”, es antológico especialmente en los últimos capítulos cuanto maltrata psicológicamente a su sirvienta mexicana, o la fiesta en la que todos los presentes son negros, salvo la pareja protagonista).

Hollywood, nos dice esta película, es víctima de la tiranía ideológica que él mismo ha creado. Por mucho que se esfuercen todos los protagonistas (por convicción, en el caso de Bobbi” -Sarah Solemani- o por que no les queda más remedio, como a “Cameron” -Steve Coogan), en respetar el código dictatorialmente implantado por los magnates de las grandes productoras, lo cierto es que les resulta completamente imposible y consigue amargan un poco más sus existencias, desplazando los problemas esenciales (la calidad de una película, la libertad creativa, etc.) a reglas unilateralmente establecidas y de obligado cumplimiento.

La serie, dura menos, en total, que cualquiera de los interminables ultralargometrajes que se estrenan en estos últimos tiempos. Apenas una hora y media, distribuida en episodios de poco más de 20 minutos. La serie termina con un compromiso ecléctico en el que los personajes se resignan a seguir el patrón, por mucho que la feminista radical abandone algunas de sus posiciones (aceptando filmar una película feminista sobre vampiras lésbicas) y que él productor reconozca que no siempre se ha comportado con “caballerosidad” con sus actrices. Ese final deja cierto regusto agridulce en la boca. Parece decirnos: “¿lo veis? El wokismo, la corrección política, los estudios de género son gilipolleces inventadas para lograr un mundo más justo y mejor. Y finalmente, consiguen, aun por la vía del rechazo, lo que se proponen”. El protagonista, “Cameron”, se comporta como un caballero con “Bobby”, y esta no experimenta el rechazo que debería sentir.

La serie está ideada para suscitar pocas resistencias en Hollywood y entre los magnates de la industria del cine, los que han elaborado el “nuevo código de Hollywood”. Es una señal de protesta de profesionales de la industria del cine que notan que ya no son libres para entretener al público, que no pueden realizar comedias de situación porque cualquiera puede sentirse ofendido, las sensibilidades están a flor de piel y una frase puede arruinar una carrera y una reputación. Señal todavía débil, pero señal de que, en Hollywood-Babilonia, a pesar de que todos vean al “rey desnudo”, nadie se atreve todavía decir “además de gilipollas, el rey está desnudo”… Esta serie indica un estado de ánimo. No es hollywoodiense, sino británica. En la meca californiana del cine, no se hubiera podido filmar.

En Filmin. Recomendada.

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