FICHA

Título original Obsession
Título en España: Obsesión
Temporadas: 1 (4 entregas)
Duración episodio: 40 minutos.
Año: 2023
Nacionalidad: Reino Unido
Temática
: Drama
Subgénero: Romance
Resumen: Historia de una obsesión erótica increíble protagonizada por un prestigioso cirujano y la novia de su hijo. A partir del momento mismo en el que se conocen casualmente en una fiesta, entre ambos surge una chispa de irresistible atracción erótica que corre el riesgo de derrumbar la vida de ambos personajes y trastocar todo su entorno.
Actores: Charlie Murphy, Richard Armitage, Indira Varma, Rish Shah, Pippa Bennett-Warner, Sonera Angel, Anil Goutam, Marion Bailey, Francesca Knight, Kerim Hassan, Victor Pontecorvo, Celine Abrahams, Greg Barnett, Isla Jackson-Ritchie, Letty Thomas, Ed Hughes
Lo mejor: la brevedad
Lo peor: la rapidez hizo que lo que se pretendía se transformara en su inversión completa
¿Cómo verlo?: Se estrenó en Netflix el 13 de abril de 2023. Puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.

Puntuación: 6

PROMO (en inglés)

PROMO (VOSE)

PROMO

PROMO (en español latino)

INTRO

MÚSICA

WEB OFICIAL (Netflix)

DÓNDE VERLA (Netflix)

DESCARGA TORRENT

COMPRAR DVD (no está a la venta)

Lo menos que puede decirse sobre OBSESIÓN

Siempre hemos sostenido que los británicos se han especializado en la elaboración de miniseries y que, desde hace quince años, las mejores partes de aquel entorno cinematográfico. El catálogo de plataformas como Filmin, especialmente, se nutre de este tipo de miniseries británicas. Están hechas con una combinación de guiones aceptables, desarrollos inesperados, intérpretes que destacan por la pulcritud de su trabajo y fotografía, que acompaña a temáticas mas o menos originales. Y, como siempre, en medio de todo este aluvión de buenos productos (que recordemos se inició con Broadchurch en 2010) aparecen metidas de pata (siempre por la introducción con calzador de “ideología woke” y afanes adoctrinadores, a veces ridículos: el empeñarse en tratar de hacer creíbles series en las que los protagonistas de anglosajones pasan a ser rostros africanos: Ana Bolena, La princesa española, o aquella inenarrable Troya en la que Zeus es interpretada por un actor nigeriano…) o bien con guiones poco elaborados, tópicos cansinos o series realizadas a desgana. Esta, Obsesión, es una de ellas.

¿Qué tiene de malo esta serie? En primer, falta de imaginación. El tema del cirujano de éxito, consolidado en su posición, amantísimo padre de familia con hijos casaderos, que se enamora de la novia de su hijo mayor y que está dispuesto a sacrificar familia, profesión y futuro por una atracción fatal, es algo que hemos visto tantas veces en largometrajes y series olvidables, que no incita, precisamente, a seguir: sabemos cómo va a terminar el dramón: con la destrucción de todo lo que era, en el minuto uno, estabilidad, serenidad, tranquilidad, dicha y felicidad.

Lo peor es cuando -como es el caso de esta serie- se elije a una co protagonista de buen ver y se le hace aparecer en escenas “eróticas”, olvidando que si alguien quiere ver erotismo en 2023 no va a estar dispuesto a perder los 160 minutos que dura esta serie para satisfacer durante no más de 10 sus afanes voyeristas. Si, además, esto va a acompañado de diálogos mediocres, situaciones poco elaboradas, que apenas son algo más que tramos separados entre una y otra escena tórrida, personajes poco o nada elaborados (la protagonista es particularmente odiosa en todos los sentidos e, incluso, cabe preguntarse si alguien así sería objeto de “obsesión” o bien del “ahí te quedas, gilipollas”, desde el primer contacto visual), no puede decirse que esta serie tenga absolutamente ningún atractivo. Incluso actrices consolidadas como Indira Varma, o el propio Richard Armitage, se nos hacen infumables.

Ante series como esta hay solamente tres posibilidades: verla hasta el final y pensar que estamos viendo una comedia de situación poco afortunada o bien un dramón que ha resultado, finalmente, un churro; o bien dar saltos en la trama para comprobar que, lo que preveíamos desde las primeras escenas, es justamente lo que ocurre en la última; o bien, simplemente, lo que parece más oportuno: poner el icono negativo (“esta serie no es para mi”) a la espera de que la Inteligencia Artificial de Netflix no nos vuelva a obsequiar con una serie tan rematadamente estúpida como ésta. Créanme, no existe una cuarta opción, salvo que uno sea masoquista.

(SI ESTA CRÍTICA LE HA SERVIDO PARA ALGO O LE HA AYUDADO EN ALGO, PULSE LA PUBLICIDAD QUE ACOMPAÑA Y QUE NOS AYUDA A MANTENER LA WEB. GRACIAS).