FICHA

Título original The Calling
Título en España: The Calling
Temporadas: 1 (8 entregas)
Duración episodio: 45 minutos.
Año: 2023
Nacionalidad: Estados Unidos
Temática
: Intriga
Subgénero: Policíaca
Resumen: Un inspector particularmente efectivo en su trabajo, lo atribuye a su profunda espiritualidad en la religión judía. La desaparición de un joven hace que, al avanzar en la investigación, poco a poco, se encuentre con problemas para seguir sosteniendo las mismas posiciones y actitudes religiosas
Actores: Jeff Wilbusch, Juliana Canfield, Karen Robinson, Michael Mosley, Noel Fisher, Stephanie Szostak, Tony Curran, Steven Pasquale, Annabelle Dexter-Jones, Christopher Mann, Constance Zimmer, Chris Sullivan, Matthew Del Negro, Ben Shenkman, Rafael Cebrián, Danielle Davenport, Ben Graney, Mark Rome, James Cusati-Moyer, Iván Amaro Bullón, Don DiPetta, Omar Ghonim, Dylan Prince, Andre De Leon, Christopher Cronk, Alfredo Narciso, Brian Donahue, Kiarra Goldberg, Callie Sarro, Mariana Parma
Lo mejor: El protagonista y su mundo interior.
Lo peor: La serie descuida otros aspectos.
¿Cómo verlo?: Se estrenó en SkyShowtime el 28 de febrero de 2023. Puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.

Puntuación: 8

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Lo menos que puede decirse sobre THE CALLING

Imaginemos a un judío piadoso y habitual de la sinagoga que sigue todos los consejos del rabino y las tradiciones seculares de su religión. Imaginemos que ha elegido el oficio de policía en Nueva York. E imaginemos, finalmente, que una su fe religiosa a su oficio, para resolver los casos que tiene asignados. Pues bien, esta es la historia que nos presenta The Calling.

El resultado no es malo, siempre y cuando aceptemos la premisa inicial: que existen policías como el protagonista, capaz de cantar una oración fúnebre hebrea ante cualquier cadáver que se toma. Es mucho creer, desde luego. Pero, si hacemos abstracción de la imposibilidad práctica e, incluso, del planteamiento absurdo que se nos plantea, hay que reconocer que la serie tiene interés e, incluso, que los casos que plantea, están bien estructurados y mejor rematados.

El protagonista es “Avraham Avraham”, obviamente judío, judío y puritano. Su habilidad especial para resolver crímenes deriva de las enseñanzas rabínicas. El protagonista, es Jeff Wilbusch, un actor de origen germano-israelí, nacido en Haifa y que se expresa habitualmente en yidish. Estudió en Amsterdam y desde 2016 ha venido apareciendo en distintas series de televisión y en largometrajes, casi siempre encarnando el papel de algún judío. Es un actor bastante inexpresivo, con permanente cara de circunstancias, sonrisas tristes y seriedad impostada. Lo que pide el personaje del “detectiva Avraham Avraham”.

Se trata de una serie simbiótica: trata de unir, espiritualidad con investigación criminal. Lo consigue. Todos los personajes que aparecen en torno al protagonista tienen algún elemento interesante y están cuidadosamente medidos para no vulnerar, no ya la corrección política, sino la “ideología woke”: tenemos a Karen Robinson como representante de la etnia afroamericana, la de las mujeres permanentemente cabreadas; tenemos a Juliana Canfield, como la “detectiva Janine Harris”, que representaría a los hispanos con sangre negra; y luego a Michael Mosley, como “detective Earl Malzone”, el único anglosajón, último representante de los WASP, en esta serie. A pesar de que el “mensaje wokista” está presente, el protagonista emerge por encima del resto de grupos étnicos y termina convenciendo de que el judaísmo es una ganga.

La serie se prolonga a lo largo de ocho episodios. Resulta interesante, bien realizada, correctamente interpretada, hasta el punto de que olvidamos lo absurdo del punto de partida y lo improbable de todos los personajes. La serie gira en torno al personaje central y éste en torno a la investigación de un crimen. Promete más “profundidad” de la que, finalmente, llega, pero el protagonista termina resultando simpático: al un judío puritano, no extremista, al que le horroriza la violencia y el mundo del crimen, pero ante el que se ve obligado a tomar partido. Y mantiene su humanidad, en función de aplicar sus principios religiosos a la investigación criminal. Vamos, como si el “Grisson” de CSI, aplicara los principios protestantes en lugar de mirar por el microscopio y utilizar el amplio utillaje de su laboratorio.

No basta con decir que es una serie policíaca más: hay elemento diferenciales que algunos espectadores sabrán apreciar. A otros, por supuesto, les irá más el “Philip Marlowe”, “Colombo” o el propio “Grisson”, cuestión de gustos.

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