FICHA

Título original División Palermo
Título en España: División Palermo
Temporadas: 1 (8 entregas)
Duración episodio: 30 minutos.
Año: 2023
Nacionalidad: Argentina
Temática
: Humor
Subgénero: Policíaco
Resumen: La Guardia Urbana del distrito bonaerense de Palermo ha iniciado un programa de inclusión dirigido a minorías y discapacitados como operación de “corrección política”. Sin embargo, este programa interfiere  de manera imprevisible con el crimen y el tráfico de drogas organizado en el barrio y cubierto por la corrupción policial
Actores: Santiago Korovsky, Daniel Hendler, Pilar Gamboa, Martín Garabal, Charo López, Marcelo Subiotto, Carlos Belloso, Agustín Rittano, Sergio Prina, Alan Sabbagh, Rafael Spregelburd, Valeria Lois, Iair Said, Fabián Arenillas
Lo mejor: el fondo de la cuestión, una ironía sobre la inclusión.
Lo peor: la mezcla entre ironía y crimen hubiera precisado mayor refinado del guion
¿Cómo verlo?: Se estrenó en Netflix el 17 de febrero de 2023. Puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.

Puntuación: 8

PROMO (en castellano)

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PROMO (escena de la entrevista con el candidato judío)

PROMO (entrevista a los actores)

INTRO

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Lo menos que puede decirse sobre DIVISION PALERMO

Muestra de la comedia argentina más descacharrante. Netflix, criticada habitualmente por su servilismo a la “corrección política”, a la “ideología woke”, calificada con frecuencia de “sectaria” y “adoctrinadora”, ha querido incluir en su panoplia de títulos, un producto que desmiente todos estos calificativos. División Palermo presenta como ridículos, estúpidos e inútiles todas las tendencias que suelen estar presente en buena parte de su catálogo. En sí misma, la serie tiene un punto de comicidad e ironía que no se escapa a nadie, a pesar de que la jerga porteña y alguna expresión lunfarda, haga incomprensibles algunos giros y frases pronunciadas por los protagonistas. Pero cuando la serie utiliza el castellano de la Real Academia, más el acento de la zona, la serie hace resulta de una comicidad casi tóxica. De hecho, incluso los giros que se nos escapan desde España, les otorgamos el beneficio de una alta comicidad.

Palermo, barrio bonaerense muy variado. Allí hay de todo. Desde aristocracia económica, hasta zonas en las que uno no se adentraría salvo con escolta. El Ministerio del Interior argentino, siguiendo las normas de “inclusión” sugeridas por los organismos internacionales, ha lanzado un programa de incorporación de minusválidos y minorías marginadas para integrarlos en la Guardia Urbana. Acude un judío (que no es minusválido, pero si minoría), un enano, un transexual, una minusválida, un representante del espectro autista, un indio del altiplano boliviano, y así sucesivamente. Ninguno de ellos tienes carácter ni preparación para ejercer como guardias urbanos, lo que no es obstáculo para que, desde el primer día salgan a la calle. El programa, por supuesto, resulta un desastre, especialmente porque las investigaciones de uno de los recién incorporados lleva a la conclusión de que una tienda de juguetes es el principal foco de difusión de la delincuencia en el barrio. En este hecho punto, lo que parecía una comedia introduce también una temática propia del género negro.

Lo que sorprende es que en varios momentos se vulnera la corrección política e, incluso, da la sensación de que Netflix eche piedras sobre su propio tejado. La cosa se entiende mucho mejor, si tenemos en cuenta que la política de Netflix consiste en dar a cada franja de espectadores, parcelados por edades y gustos, aquello que mejor pueden asimilar. Los habrá que acepten productos adoctrinadores y otros que los rechacen. Netflix se empieza a dar cuenta de que su hegemonía en los streamings es frágil y puede perderla en cualquier momento, así que ha decidido introducir esta serie para retener aquel tipo de público que no está predispuesto a seguir las pautas de la corrección política, sino que ve en ellas estupideces dignas de ridiculizadas. Eso es todo. Lo que no dice mucho, desde luego, sobre los principios morales de los gestores de Netflix.

La serie tiene una alta comicidad y un presupuesto limitado. Los actores, la mayoría de los cuales son rostros que nos resultan nuevos, cumplen con su papel y logran divertir al espectador. La mezcla de humor, ironía y género negro, con sus altibajos, resulta finalmente entretenida y convincente. Es una serie simpática. Nadie se da por ofendido, ni se sorprende. El mensaje políticamente incorrecto se realiza a través de una corrección formal que suscita sonrisas (no carcajadas) continuas, pero que no es tan hiriente para resultar cruel. Buena serie, en definitiva, adaptada para los que nos negamos a que se cubra nuestro ocio con mero adoctrinamiento.

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