
FICHA
Título original: Murky Skies
Título en España: Cielos turbios
Temporadas: 1 (3 entregas)
Duración episodio: 48 minutos.
Año: 2022
Nacionalidad: Israel
Temática: Documental
Subgénero: Catástrofe aérea
Resumen: Un Boeing 747 de El-Al, la aerolínea judía, cayó sobre un barrio de apartamentos de Amsterdam poblado mayoritariamente por inmigrantes. Se produjeron medio centenar de muertos, pero, posteriormente, tanto vecinos del barrio como los que participaron en la extinción del fuego y en el desescombro empezaron a sufrir enfermedades raras ¿qué llevaba el avión al Estado de Israel?
Actores: director Noam Pinchas, fotografía Tomes Slutzsky,
Lo mejor: Un episodio olvidado tratado con concisión.
Lo peor: Cierto cinismo inapropiado por parte del abogado israelita de El Al.
¿Cómo verlo?: Se estrenó en Filmin el 15 de enero de 2023. Puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.
Puntuación: 8
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PROMO (documental en castellano sobre el accidente)
INTRO
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Lo menos que puede decirse sobre CIELOS TURBIOS
En 1992, un Boeing 747, se estrelló arrasando un bloque de apartamentos en un barrio de la periferia de Amsterdam. Además de la tripulación, murieron casi cuarenta vecinos del barrio. La mayoría inmigrantes. El avión pertenecía a la compañía del Estado de Israel El-Al y se dedicaba al transporte. Desde hace tres décadas viene debatiéndose qué llevaba este avión en sus bodegas y por qué se estrelló. Este documental aclara algunos de los elementos de la polémica.
Realizado en el Estado de Israel, este documental, tiende a absolver a éste de la total responsabilidad en la catástrofe. Y lo hace a través de varios testimonios de antiguos dirigentes de la línea área judía, pilotos buenos conocedores de su oficio, abogados del Estado que defendieron a éste de las acusaciones formuladas en Holanda. El otro bloque de testimonios está compuesto por antiguos vecinos del barrio, un bombero que participó en la extinción del fuego, dos políticos que promovieron la investigación parlamentaria y, finalmente, un periodista holandés que siguió el caso.
El documental, compuesto por tres partes, está realizado con mucha corrección y respeto a los muertos. No oculta ningún elemento esencial de lo que ocurrió, ni se introduce en vericuetos conspiranoicos. Es, simplemente, un documental correctamente hecho que establece el grado de conocimiento que existe hoy en día sobre el accidente.
En primer lugar, le cabe a la compañía Boeing la responsabilidad en el fallo fatal que provocó la caída del avión: se rompió el perno que sostenía uno de los motores, éste al desprenderse, arrastró al otro motor y eso precipitó la caída del avión en plena noche. Lo relevante es que ya se había producido otro accidente por el mismo fallo: Boeing no comunicó el resultado de la investigación y se limitó a cambiar los pernos por otros. El-Al no realizó los cambios que juzgó innecesarios.
En segundo lugar, al cabo de unas semanas, los consultorios médicos de la zona empezaron a registrar visitas de vecinos del barrio y de bomberos y policías que habían acudido a la zona de la tragedia, con diversos síntomas que los médicos no fueron capaces de identificar. Era evidente que el avión transportaba algún tipo de carga tóxica que había expendido por el barrio. De ahí la gran polémica.
Antes de escalar en Amsterdam, el avión procedía de EEUU, donde había cargado las bodegas. El documental establece, en primer lugar, que los Boeing 747, en la cola llevan un bloque sólido de casi 200 kilos de uranio empobrecido, el mismo material con el que están constituidas las “bombas sucias” tan utilizadas por los EEUU en Oriente Medio. En cuanto a la carga, parte eran pedidos… del Mossad. Se entiende el porqué el Estado de Israel se negó a aportar datos sobre el contenido de las bodegas. Pero, finalmente, se pudo establecer que, originariamente, llevaba una carga de ¡gas tóxico! El accidente lo liberó.
Seguramente, la declaración más desagradable es la del abogado del Estado de Israel que defendió los intereses y que, ante las cámaras se permite ironizar sobre los secretos de Estado. Un buen documental, realizado honestamente y sin tapujos, que pone los puntos sobre las íes en un accidente que hizo verter mucha tinta. Para interesados en misterios contemporáneos.
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