
FICHA
Título original: Si lo hubiera sabido
Título en España: si lo hubiera sabido
Temporadas: 1 (8 entregas)
Duración episodio: 35 minutos.
Año: 2022
Nacionalidad: España
Temática: Comedia
Subgénero: Fantástica
Resumen: Una mujer lleva casada diez años y recuerda el momento en el que su marido le pidió matrimonio. Ella, ahora, está harta de él y quiere separarse. Cuando ha tomado la decisión, un raro fenómeno hace que retorne al momento en el que le pidió matrimonio: ¿cuál sería su futuro si ella se negara a esa convivencia?
Actores: Megan Montaner, Amber Williams, Miquel Fernández, Eduardo Lloveras, Michel Noher, Boré Buika, Jael Pascual
Lo mejor: la brevedad de los episodios
Lo peor: tremendo despropósito a pesar de existir brillantes precedentes.
¿Cómo verlo?: Se estrenó en Netflix el 28 de octubre de 2022. Puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.
Puntuación: 5
PROMO (entrevista a los protagonistas)
INTRO
MUSICA
WEB OFICIAL (Netflix)
DONDE VERLA (Netflix)
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Lo menos que puede decirse sobre SI LO HUBIERA SABIDO
Nuevo desafortunado intento de realizar una serie española romántico-dramático-humorística patrocinada por Netflix. Desastre absoluto. La temática, que pretende ser original, se ha repetido desde la postguerra española con mucho más sentido del humor, gracia e ingenio. Las actuaciones son flojitas, en algunos casos, débiles hasta la anemia. Quizás es que la temática era tan absolutamente floja que ningún actor terminaba de tomársela en serio más allá de su sueldo. Serie alimentaria, en cualquier caso, de poco lustre a un “N”, ya de por sí, criticable por su obsesión adoctrinadora. No, Si lo hubiera sabido, ni si quiera entra dentro del terreno del adoctrinamiento: es, simplemente, floja en todos los rubros.
En 1945, Edgar Neville, escritor y director español, a pesar del nombre, el hombre que abrió las puertas de Hollywood a Buñuel y fue amigo de Charlot, lanzó la película La vida en un hilo. Modélica en todos los sentidos. Uno de los éxitos olvidados del cine español. La película iba de una mujer que, en una tarde lluviosa, conoce a un personaje y termina casándose con él. El hombre muere al cabo de unos años y ella se da cuenta de que, a pesar de tratarse de una bellísima persona, no había sido feliz en su matrimonio. Una vidente le enseña cómo habría sido su vida si, en lugar de elegir aquel hombre, hubiera elegido a otro que estaba, el mismo día lluvioso, a la misma hora, en la misma tienda y con el que cambió unas palabras. Pues bien, esta misma temática es la que “crea” la guonista turca Ece Yorenç que, en esta ocasión, dirige la serie, habiendo elaborado el guion Irma Correa.
En literatura se dice que si “el plagio es asesinato, no es plagio”… esto es, que si la copia supera al original no se considera plagio; incluso puede llegar a ser una obra maestra. No es éste el caso. La película de Neville sigue siendo insuperable. Lo que nos ha ofrecido Netflix es una de sus habituales bromas improvisadas: un producto de muy escaso calado.
La serie reproduce el guion de la película, con otros parámetros, claro está. La España de 1945 y de la postguerra, no es la de 2022 y de la postpandemia. No es una vidente lo que hace que la protagonista intente rectificar su opción de vida después de 10 años de matrimonio (tampoco es que el marido haya fallecido), sino un extraño fenómeno no explicado vinculado a un eclipse de Luna. El momento en el que la parte femenina decide dar marcha atrás es en el momento de la petición de matrimonio. En lugar de contestar afirmativamente, ella planta al futuro marido y así anula diez años posteriores de tedio y aburrimiento. Nada nuevo bajo el sol como puede verse.
La serie, inicialmente, debía de haberse realizado en Turquía (productora habitual de series infames que Netflix y varias cadenas generalistas no dudan en reproducir, acaso para castigar a la audiencia por sus tragaderas). Pero, dado que aparece un gay, el gobierno turco decidió que mejor que el producto se lo comieran en España. Al menos eso es lo que publicita la serie, vendida como “serie prohibida en Turquía”, seguramente para estimular a los que denostamos de la producción turca.
La realidad es que los actores no se creen a sus personajes y se ven obligados a realizar actuaciones artificiales y artificiosas, absolutamente increíbles. Megan Montaner y Miguel Fernández son la pareja protagonista, junto a Micher Noher. Tres actores que han superado la treintena y van camino de la crisis de los cuarenta, especializados en papeles del género “quién soy yo a mi edad, qué hago yo ahora”, etc.
Ni golpes de humor, ni situaciones sorprendentes. Eso sí, los habituales ataques contra el matrimonio, la pareja, los hijos, etc. Servicio habitual Netflix de adoctrinamiento. Nada nuevo, ni nada interesante en esa dirección. En realidad, en ninguna. Irrelevante y aburrida.
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