FICHA

Título original La noche más larga
Título en España: La noche más larga
Temporadas
: 1 (6 entregas)
Duración episodio: 43-48 minutos.
Año: 2022
Nacionalidad: España
Temática
: Acción
Subgénero: Cárceles
Resumen: Un asesino en serie y sicario es detenido por la policía. Al parecer está en contacto con altas esferas que han decidido que debe morir. Un comando intenta asaltar la cárcel en la que está recluido durante una noche. Se trata de una cárcel psiquiátrica. A la locura del asalto se une la situación de los presos. Y, para colmo, los hijos del director de la prisión andan por medio…
Actores: Alberto Ammann, Luis Callejo, Bárbara Goenaga, José Luis García Pérez, Roberto Álamo, Daniel Albaladejo, Cecilia Freire, Xabier Deive, Sabela Arán, Laia Manzanares, David Solans, Roman Rymar, Fran Berenguer, Lucía Díez, Zoe Arnao, César Mateo, Adolfo Fernández, María Caballero, José Alias, Alejandro Tous, Iván Renedo, Javier Bódalo, Paula Morado, Elisa Matilla, Ángel Pardo, Laura Baena, Santiago Molero, Huichi Chiu, Paco Marín, Said Chatiby, Ana Francisco, Paula García Sabio, Jean Cruz
Lo mejor: Muy buena actuación de Luís Callejo.
Lo peor: guion poco refinado
¿Cómo verlo?: Se estrenó en Netflix el 8 de julio de 2022. Puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.

Puntuación: 6,5

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Lo menos que puede decirse sobre LA NOCHE MÁS LARGA

No basta con ofrecer acción y más acción para realizar… una serie de acción. Hace falta un guion más refinado y unas situaciones más digeribles para el espectador. Ni el guion de La Noche más larga, estaba listo para ser transformado en serie, ni el cuadro que pinta es el más adecuado para ganar credibilidad. De hecho, estoy convencido de que nadie pretendía ni lo uno ni lo otro, sino solamente generar un producto de consumo adaptado para los que aspiran a “acción” sin más. Lo han logrado, pero esto no quiere decir que la serie merezca más de un aprobado. Y, para colmo, hay algo en ella que se parece excesivamente al arranque de La Casa de Papel.

En efecto, La noche más larga exige que el espectador comulgue con ruedas de molino. Esto es, que sea “tragacionista”, que se lo trague todo. La idea es que mientras dura la serie, el único acompañamiento a la ensalada de tiros, de botes de humo, de higadillos desparramados y de escenas de acción, sea un “misterio”. O varios. El que luego no queden explicados fehacientemente o que decepcionen, ya es harina de otro costal. Netflix no pretende otra cosa que mantener enganchado al espectador a su streaming, cuando más, mejor. Lo logro, pero también es cierto que la merma de espectadores de esta plataforma en los países europeos está resultando dramática y corre el riesgo de pulverizar su situación hegemónica a corto plazo. En efecto: demasiado adoctrinamiento por un lado multiculti y LGTBIQ+, poca calidad por el otro, productos mal resueltos de continuo, y un precio no particularmente bajo para series que pueden obtenerse “por la patilla” a través de programas P2P.

A lo que vamos. La noche más larga se inicia con un asesino a suelto trabajando. Escena siguiente: alguien le advierte que va a ser detenido a la voz de “ya”. Y así ocurre. Pero en lugar de conducirlo directamente a los calabozos de la Audiencia Nacional o a una prisión de alta seguridad, se lo llevan por una noche a una cárcel psiquiátrica. Además, es la noche de Navidad y el director que quiere celebrarlo con sus hijos, requerido para recibir al preso, se va con el nene y con la nena al puesto de trabajo. Allí, funcionarios (varios tan psicópatas como los encerrados) e internos (todos tarumbas), están a punto de celebrar la cena de Navidad. Fuera, un comando de mercenarios, sicarios y especialistas en operaciones especiales (todos ellos muy mal descritos en el guion), tratan de asaltar la prisión y llevarse al asesino en serie. A partir de ahí, en el segundo episodio, se inicia tal ensalada de tiros que se diría que estamos en el Dunkerke o en el Desembarco en Normandía.

Los actores contratados para esta serie son muy buenos todos ellos: Alberto Ammann, Luis Callejo, Bárbara Goenaga, José Luis García Pérez, Roberto Álamo, Daniel Albaladejo, Cecilia Freire, etc. Pero todos, absolutamente todos, los roles que encarnan son planos, chatos, sin profundidad ni interés, los hubiera podido realizar el tipo que pasa por la esquina o el vecino del quinto. A fin de cuentas, la acción priva por encima de todo.

La serie es de las que vale la pena ver el primer episodio y el último, dando por supuesto que lo que hay entre ambos es mero relleno. Una vez disparado el primer tiro, los locos harán locuras, los funcionarios tratarán de defender sus posiciones, el director procurará que sus hijos no corran riesgos, los asaltantes se mostrarán implacables y el asesino en serie, impávido, mantendrá la compostura en todo momento.

No son los actores españoles, es Netflix la que cojea. Compruébelo usted mismo: primer episodio y último, ahórrese el viacrucis intermedio, salvo que su masoquismo le obligue.

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