
FICHA
Título original: Reyka
Título en España: Reyka
Temporadas: 1 ( entregas)
Duración episodio: minutos.
Año: 2021
Nacionalidad: Sudáfrica
Temática: Thriller
Subgénero: Asesinatos en serie
Resumen: Una policía mestiza investiga unos asesinatos en serie que se han cometido en una zona. Ella misma, de pequeña fue secuestrada y retenida durante años por un asesino que la trató como a su hija y que actualmente se encuentra en prisión. La investigación realizada por la protagonista no puede evitar verse comprometida por su pasado.
Actores: Kim Engelbrecht, Iain Glen, Anna-Mart van der Merwe, Rashaan Stackling, Hamilton Dlamin, Leeanda Reddy, Thando Thabethe, Sifiso Simamane, Gerald Steyn, Mavuso Simelane, Kenneth Nkosi, Ian Roberts, Mark Elderkin, Nokuthula Ledwaba, David Butler, Jack Devnarain, Desmond Dube, Fiona Ramsay, Jessica Haines, David Sherwood, Camilla Waldman, Nandi Nyembe, Kaseran Pillay, Dumisani Dlamini, Thulasizwe Khubeka, David James, Kgosi Mongake
Lo mejor: pinceladas sutiles sobre la situación que vive Sudáfrica tras el apartheid
Lo peor: demasiados parecidos con el Silencio de los Corderos.
¿Cómo verlo?: Se estrenó en Filmin el 20 de junio de 2022. Puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.
Puntuación: 7,5
PROMO (en inglés)
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INTRO
MÚSICA
WEB OFICIAL (Filmin)
DONDE VERLA (Filmin)
COMPRAR DVD (no está a la venta)
Lo menos que puede decirse sobre REYKA
Serie inspirada en El silencio de los corderos, especialmente por sus dos protagonistas: una policía, a veces insegura, lastrada por su pasado, pero enérgica y con ganas de cumplir con su deber y un asesino en serie cínico y manipulador que mantiene una relación especial con la policía. Esto sin contar, por supuesto, con el fondo de la cuestión: la búsqueda de un asesino en serie, implacable, sádico y que trabaja a destajo. Se diría que son la misma temática, con apenas un cambio de ubicación de la trama: de los EEUU a la Sudáfrica post-appartheid. Como dos gotas de agua caídas en dos países y en dos épocas relativamente diferentes.
Reyka Gama es mestiza, algo que en la serie aparece varias veces; primera sorpresa, hace muchas décadas que ya no gobiernan el país aquellos infames racistas blancos, pero el racismo sigue presente e, incluso los niños, lo primero que preguntan a alguien que no ven claro es la raza a la que pertenece. Ella es mestiza, hija de un matrimonio de blanco y de negra. Pero no vive esa mezcla étnica como problema sino el hecho de que de pequeña, fue secuestrada por un asesino en serie con el que convivió durante cinco años, primero drogada y encerrada y luego con cierto margen de libertad que aprovechó para escapar. Por cierto, estos padres “adoptivos”, también era un matrimonio misto de blanco y negro. Él fue detenido y sigue en la cárcel: solamente podrá gozar de libertad condicional si la víctima declara a favor suyo. En cuanto a la esposa del secuestrador, ahora testigo protegida, era de raza negra. Todo esto quedó atrás en 1999. Han pasado los años y Reyka es policía, realiza perfiles de criminales. Recientemente ha comedio un error que ha costado varias víctimas. Le encargan el caso de una serie de crímenes que se están cometiendo en Kwa-Zuli Natal. Pronto colige que se trata de un asesino en serie y para ubicarlo pedirá ayuda a la persona que la secuestró en 1994.
Así pues, lo que vamos a ver es, por una parte, un thriller con rasgos psicológicos, por otra, la persecución de un asesino en serie y, finalmente, de manera casi involuntaria, unas cuantas pinceladas que nos permitirán comprender el porqué la Sudáfrica de hoy no es mucho mejor que la de antes del apartheid. Comprobaremos que todavía sigue existiendo estructura tribal, que la democracia apenas ha penetrado en aquel país, que, en tanto que sociedad multirraciales, al mismo tiempo, una sociedad multirracista, que las bandas étnicas campan a sus anchas por buena parte del país, que los granjeros blancos, tienen dos opciones: o que leyes ad hoc requisen sus tierras o venderlas a bajo precio. Pocos quieren quedarse. No hay peor situación en este planeta y en este momento, que la de un blanco pobre en la República Sudáfricana.
La protagonista, Kim Engelbrecht, asume un papel difícil: por una parte, debe mostrarse enérgica y eficiente, pero por otra, tiene todavía secuelas de los años en los que estuvo secuestrada. No es capaz de reconocer si algunos de sus recuerdos son reales o falsos. Fue drogada durante mucho tiempo. Ni siquiera, ahora que tiene una hija, ha logrado superar aquellos años. Estos matices hacen que su papel sea complicado. Sale adelante como puede y alterna momentos de gran calidad interpretativa con otros poco creíbles. Iain Glen (el protagonista de Mrs. Wilson y Jack Taylor) asume, sin duda, la mejor actuación: claro está que ha podido inspirarse en el “Annibal Lecter” de Anthony Hopkins, cuya personalidad y actuación reproduce al dedillo. El resto de actores, en papeles menores, está más deslucido y su intervención es escasa.
Se trataría de una serie sobre la persecución de un asesino en serie, como cualquier otro producto inspirado en El silencio de los corderos, de lo ser por la ubicación de la trama en Sudáfrica. La serie tiene matrícula de aquel país, así que hay que pensar que lo que cuenta es, más o menos, lo que hay. Y si esto es lo que hay, habrá que concluir que, en 30 años, Sudáfrica ha recorrido el camino del apartheid al caos. Esto es, de la nada a la más absoluta miseria. Serie-testimonio, por tanto, y por encima de cualquier otro valor.
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