
FICHA
Título original: The Beauty Queen of Jerusalem
Título en España: Miss Jerusalén
Temporadas: 1 (10 entregas)
Duración episodio: 43-51 minutos.
Año: 2021
Nacionalidad: Israel
Temática: drama
Subgénero: histórico
Resumen: Historia de una familia en el Estado de Israel desde 1920 hasta 1939, los años de gran afluencia de judíos de todo el mundo a Palestina que marcó el principio del conflicto. Se muestra la rivalidad entre sefarditas y askenazíes y el marco histórico de la ocupación británica y los primeros atentados de las organizaciones terroristas judías.
Actores: Michael Aloni, Swell Ariel Or, Hila Saada, Itzik Cohen, Yuval Scharf, Ellie Steen, Moris Cohen, Irit Kaplan, Israel Ogalbo, Tamir Ginsburg, Tom Hagi., Omer Dror, Miki Kam, Dov Navon
Lo mejor: si el espectador está atento, aprenderá mucho sobre cómo se constituyó el Estado de Israel.
Lo peor: los constante flashbacks terminan mareando al espectador y rompiendo la unicidad de la serie
¿Cómo verlo?: Se estrenó en Netflix el 20 de mayo de 2022. Puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.
Puntuación: 7
INTRO
WEB OFICIAL (Netflix)
DONDE VERLA (Netflix)
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COMPRAR DVD (no está a la venta)
Lo menos que puede decirse sobre MISS JERUSALÉN
Netflix ha traído a España esta serie producida en el Estado de Israel sobre la fundación, la realidad sociológica y los primeros pasos de la entidad judía. La serie, sobre todo, es interesante, porque, en su primera temporada -la única que, de momento, ha traído Netflix- abarca desde 1920 hasta 1939, esto es, desde el final de la Primera Guerra Mundial al inicio de la Segunda. Este período estuvo marcado por tres elementos: la afluencia a Palestina de grandes volúmenes de población, el mandato inglés sobre Palestina y el inicio de las fricciones entre judíos y palestinos. La serie, en sus primeros episodios, no registra este último elemento, aunque introduce otro igualmente interesante, las rivalidades y el desprecio mutuo entre judíos sefarditas y judíos askenazíes (o jázaros) procedentes de Europa del Este.
La serie podría ser definida como un culebrón. Nos muestra la realidad de la Palestina de aquella época, con cierta parcialidad, y a través de una familia, los Ermoza, de origen sefardita. A pesar de que la década de los 20 registró la mayor afluencia de judíos sionistas a Palestina (creían que la “Declaración Balfour” les daría pronto la independencia), lo cierto es que, en la seria, los Ermoza, aparecen ya como radicados en Israel desde hacía generaciones. Son comerciantes y la madre es un personaje autoritario, dominante, supersticioso y posesivo. La familia, al parecer, es víctima de una maldición, por lo que las mujeres que se casen con los varones de la familia, no los amarán. En realidad, lo que ocurre es que el heredero de los Ermoza se enamora de una misteriosa joven que trabaja en un centro sionista de asistencia social, pero su madre lo compromete con una sirvienta. Ésta y su hermano pequeño, huérfanos, han perdido al hermano mayor que ha sido ejecutado como desertor por parte de las autoridades turcas, mientras Palestina formó parte del Imperio Otomano. No se trata de una muchacha agraciada, pero la madre de los Ermoza, considera que, al menos, dada su situación de precariedad económica, quedará vinculado a su hijo para siempre. El hermano de ésta irá evolucionando hacia el radicalismo independentista hebreo y pronto se sumará a las organizaciones terroristas que irán multiplicando sus atentados contra los ocupantes ingleses.
La serie está ambientada en la capital de Palestina, Jerusalén, en los barrios antiguos, callejas estrechas y abigarradas, casas de piedra milenarias, y puede decirse que la ambientación nos remite a aquellos años. Lo más curioso es la rivalidad entre sefarditas y askenazíes (en realidad, los primeros eran los únicos “verdaderos judíos”, mientras que los segundos procedían de la etnia jázara convertida al judaísmo en los inicios de la edad media y procedente de la actual Ucrania y el Cáucaso. También se muestras algunas supersticiones curiosas de los judíos sefarditas. La propia familia Ermoza es procedente de España.
Así mismo, otro dato curioso de la serie es que está hablada en cuatro idiomas: hebreo (en realidad, yiddish, lengua de los askenazíes), inglés, árabe y ladino (lengua propia de los judíos sefarditas). Ahora bien, no es esto lo que impide un seguimiento “normal” de la serie, sino los continuos flashbacks que se producen en cada episodio y que parcelan innecesariamente la historia en períodos e impiden -especialmente para quienes ignoren la historia de Palestina en esa época- percibir claramente lo que está ocurriendo. En esta primera entrega de 10 episodios, lo que veremos es el final de la ocupación turca, la llegada de los británicos, los primeros establecimientos sionistas en Palestina, el aumento de las tensiones con los habitantes originarios de la zona, la resistencia judía contra el dominio británico, los primeros atentados antibritánicos, la crisis de 1929 y terminará en las proximidades de la Segunda Guerra Mundial.
Se trata, con propiedad, de un culebrón que nos llevará a través de dos generaciones y de cuarenta años de historia. La serie es fácil de ver, aunque algo lenta y nos puede ayudar a comprender la crisis que todavía vive la zona (a condición de tener un conocimiento previo del conflicto judeo-palestino) y esto, a pesar de los malditos flashbacks.
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En el artículo se menciona que es la historia de una familia en el Estado de Israel entre 1920 y 1938 y éste no se crea hasta 1948,
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El hebreo que se habla es hebreo moderno, tal y como fue revivido por el movimiento sionista. No es yiddish, el yiddish no es hebreo, es una lengua germánica que solo se oye en la serie de fondo en el comedor de beneficiencia en el que trabaja Rochel.
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Gracias por su valiosa aportación
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Segundo, lo del origen jázaro de los ashkenazim es una teoría sin fundamento real demostrable. Y aunque fuera cierto, decir que los conversos al judaísmo y sus descendientes no son «auténticos judíos» no solo es una visión racista del judaísmo sino que además va en contra de la historia, la cultura y la religión judía, que siempre ha aceptado que se unan al pueblo personas de otros orígenes mediante los rituales estipulados en el Talmud. Una vez se convierten, esas personas y sus descendientes son tan judíos como el que más. Eso de «auténtico» esta fuera de lugar.
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Gracias por su valiosa aportación
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