
FICHA
Título original: The Billion Dollar Code
Título en España: El código que valía millones
Temporadas: 1 (4 entregas)
Duración episodio: 58-77 minutos.
Año: 2021
Nacionalidad: Alemania
Temática: Drama
Subgénero: Informática
Resumen: Dos jóvenes, un artista digital y un antiguo hacker, unen sus esfuerzos para un proyecto que logran vender a Deutsche Telecom: realizar un mapeado de todo el mundo, de tal manera que fuera posible viajar a través de Internet a los más remotos países, o a la vuelta de la esquina. Google se apropiará del proyecto y será denunciada por “infracción de patente”.
Actores: Seumas F. Sargent, Marius Ahrendt, Thomas Douglas, Michelle Glick, Yuki Iwamoto, Misel Maticevic, Clayton Nemrow, Leonard Scheicher, Harry Szovik, Christoph Tomanek, Mark Waschke, Lavinia Wilson
Lo mejor: una historia real bien contada y mejor realizada
Lo peor: que la historia es absolutamente real
¿Cómo verlo?: Se estrenó en Netflix el 7 de octubre de 2012. Puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.
Puntuación: 8
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INTRO
MÚSICA
WEB OFICIAL (Netflix)
DONDE VERLA (Netflix)
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Lo menos que puede decirse sobre EL CÓDIGO QUE VALÍA MILLONES
Establezcamos esta premisa: las grandes acumulaciones multimillonarias de Silicon Valley no han sido realizadas por genios de la informática, sino por simples piratas. Todas. Desde Microsoft hasta Google, desde Facebook hasta Apple. Somos conscientes de esto desde que en 1999 se estrenó la película Piratas de Silicon Valley. Desde entonces nada ha cambiado. No se trata solamente de que los grandes gurús de la era digital fueran inmaduros emocionales, sino, además, carecían -carecen- de escrúpulos y se adaptaron con una facilidad pasmosa al “modelo de negocio americano” en el que el roba quien se deje, y vende barato pero vende a muchos, y, por si existe el “buen Dios”, hazlo con sonrisa beatífica y con donaciones altruistas. Eso es todo.
La serie El código que valía millones nos cuenta una de estas historias: a un lado, los soñadores, al otro los que querían triunfar sin importar el cómo. La competencia siempre es desleal y esta desequilibrada: la ley no apoya al más débil sino que sus juicios salómicos se inclinan hacia el que tiene más poder. En los cuatro densos capítulos de esta serie se nos cuenta la historia de dos jóvenes, Jury y Carsten, el primero un hacker creyente en que la igualdad universal pasaba por el libre acceso al conocimiento y el segundo un artista digital con pocas habilidades como programador, unieron sus esfuerzos a finales de los años 80 para crear un programa prometedor. Consiguieron embarcar a Deutsche Telecom para que lo financiara. Sin embargo, en aquella época -1990- el gigante alemán de las comunicaciones no creía en el futuro de internet más allá del ámbito académico y se negaron a implementar el proyecto más allá de una “demo” espectacular que causó sensación. Quien si, se interesó fue un gurú norteamericano de la informática, el cual consiguió sacar a Jury los elementos esenciales de la programación. Años después, aquel programa frustrado por la falta de visión de Deutsche Telecom, se convirtió en el archifamoso Google Earth. Los dos jóvenes presentaron una demanda por violación de patente.
Al parecer, se trata de un caso real y por lo que se cuenta en el capítulo tercero no se trató de una excepción en la historia de Google. De hecho, esa compañía aprendió lo que antes ya habían hecho Microsoft y Apple: comprar ideas a bajo precio, o, más simplemente aún, robarlas, modificar algunos elementos secundarios y presentarlas como propias. Los gigantes de la informática se elevan sobre pequeñas compañías fracasadas, expoliadas y defraudadas.
Esto es lo que nos cuenta esta serie alemana, realizada sobriamente, en la que mediante flashbacks nos trasladaremos al período en el que ambos protagonistas eran jóvenes y al período en el cual habían llegado a la edad madura. Veremos la evolución de sus concepciones y valores personales, a los que Juri, en el fondo, nunca renunció.
La serie es, por tanto, de denuncia, pero también de contenido psicológico que, como Piratas de Silicon Valley, nos remite al espíritu de los informáticos que construyeron las bases de la era digital. Pero es una serie abierta a todos los públicos. De hecho, es casi un drama judicial que interesará a un público muy amplio -¿quién, a fin de cuentas, no es usuario de algún producto Google?- y que hará que nunca más veamos al gigantes cuyos servicios utilizamos cada día, de la misma manera. Uno de los mejores estrenos de Netflix en las últimas semanas.
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