FICHA

Título original: Spycraft 
Título en España: El oficio de espía
Temporadas: 1 (8 episodios)
Duración episodio: 39-38 minutos.
Año: 2021
Nacionalidad: Estados Unidos
Temática
: Documental
Subgénero: Espionaje
Resumen: Entregas monográficas sobre el espionaje en la actualidad, realizado a partir del testimonio de especialistas, fragmentos de documentales y de información gráfica y reconstrucciones dramatizadas. Nos sitúa ante las nuevas tecnologías y herramientas para garantizar la seguridad y obtener información-
Actores: documental
Lo mejor: Da una panorámica de las nuevas técnicas de espionaje
Lo peor: Prácticamente es una serie que parece elaborada en los tiempos de la guerra fría
Lo más curioso
:  Realizado a partir del libro de Henry R. Schlesinger sobre el tema.                                                                       
¿Cómo verlo?: Se estrenó el 10 de febrero de 2021 . Puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.

Puntuación: 6,5

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Lo menos que puede decirse sobre EL OFICIO DE ESPIA

Existe la creencia de que la época dorada del espionaje fue durante los años de la Guerra Fría (1948-1989), entre el “golpe de Praga” y la “caída del Muro de Berlín”, en donde existió una lucha por la hegemonía mundial, entre los EEUU y la URSS, los dos grandes beneficiarios de la Segunda Guerra Mundial. Pues bien, se trata de un error. Lo que ocurrió después, nos confirma en que, justamente ahora, en nuestros días, es cuando estamos asistiendo a esa “época dorada” del espionaje. Dorada, seguramente, pero también menos glamurosa que el oficio descrito por los John Le Carré, Graham Green, Ian Fleming, Frederik Forsyht, etc.

No estaba de más el que a alguien se le ocurriera una serie como esta que se plantea la cuestión de la fisonomía del espionaje en nuestros días. Es conocido que gracias a las nuevas tecnologías existen sistemas de reconocimiento facial, de seguimiento por gps, cámaras y grabadoras que registran imágenes y sonidos siendo prácticamente invisibles. Este documental nos ayuda a situar todas estas piezas y a describirnos cómo actúan los espías.

Cada una de las ocho entregas de esta serie, está dedicada a un aspecto del “oficio de espía”: los sistemas de vigilancia vía satélite altamente sofisticados, los venenos utilizados para acabar con enemigos, la utilización del sexo en materia de espionaje, la recopilación clandestina de una información que cada vez es recogida en dispositivos de menos tamaño, las operaciones especiales de sabotaje, secuestro y liquidación de enemigos, el análisis criptográfico y los métodos para reclutar al espías perfecto.

Toda esta temática se trata de manera muy ágil mediante declaraciones de “especialistas” (más o menos informados sobre la materia), con el apoyo de la voz en off y de imágenes y videos de archivo. En algunos momentos se recurre también a la dramatizaciones de escenas. El resultado final es que cada episodio se desliza casi sin darnos cuenta, de manera dinámica y, al acabar la media hora, al menos, podremos situar algunas de las piezas y técnicas del espionaje y ponernos al día sobre la cuestión.

Problemas -siempre hay un problema- en esta serie: se diría que es un producto de los años de la Guerra Fría: el enemigo sigue siendo el “ruso”, o en su defecto, el Coreano y, muy raramente, el terrorista islámico, nunca el mafioso y apenas el espía industrial. Es demasiado visible el que todos los testimonios cargan los adjetivos denigratorios cuando tratan de operaciones y técnicas de los servicios de inteligencia rusos, pero ignoran absolutamente exactamente las mismas trapacerías, cuando se trata de los propios. Todo esto hace que el documental pierda enteros, carezca de credibilidad y su importancia se reduzca, poco más que a una curiosidad, que entretiene pero que no podemos tomarnos en serie.

La serie documental se emite desde el 10 de febrero en Netflix. Interesará, sin duda, a los amantes de la temática (que, es de suponer, tendrán elementos de juicio que harán inevitable la misma valoración que hemos realizado) y a los que creen que seguimos en los tiempos de la Guerra Fría, cuando el “aliado” era la CIA y el “enemigo” el KGB o la GRU.  

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