FICHA

Título original Unspeakable
Título en España: Sin palabras
Temporadas: 1 (8 episodios)
Duración episodio:  minutos.
Año: 2018
Nacionalidad: Canadá
Temática
: Drama
Subgénero: SIDA
Resumen: A principios de los años 80 el SIDA penetró en Canadá por un canal inesperado: las transfusiones de sangre realizadas a hemofílicos y en el curso de operaciones. Se consideraba que los portadores del SIDA, en tanto que grupos de riesgo que se suponían problemáticos, nunca donarían sangre. Sin embargo, se contaminaron miles de personas en lo que constituyó uno de los mayores escándalos de la década.
Actores: Caroline Cave, Shawn Doyle, David Lewis, Michael Shanks, Camille Sullivan, Sarah Wayne Callies, Paul Piaskowski, John Emmet Tracy, Amitai Marmorstein, Alistair Abell, Nhi Do, Paloma Kwiatkowski, Avery Konrad, Lexa Doig
Lo mejor: La exposición de un caso real sin exageraciones, tal como fue.
Lo peor: Se extiende más allá de lo necesario
Lo más curioso
: Robert C. Cooper, creador de la serie fue uno de los afectados por estas transfusiones de sangre contaminada.
¿Cómo verlo?: Se emite en el canal SundanceTV. Puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.

Puntuación: 7

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Robert C. Cooper es un productor, guionista y director canadiense cuyo apellido a acompañado a series notorias: entre ellas Stargate SG-1, Materia Oscura, Dirk Gently, etc. Lo que, generalmente, se ignora es que Cooper fue uno de los miles de afectados en Canadá por el escándalo de la sangre contaminada por VIH. Ahora, en esta serie, cuenta aquella experiencia propia y la de varias familias que la sufrieron en sus propias carnes.

No se trata de un tema particularmente agradable. La trama nos remite a los primeros años 80, cuando se ignoraba casi todo sobre el SIDA… salvo que era mortal. En principio quedó ligado a una serie de grupos sociales (tres fundamentalmente, homosexuales, haitianos, toxicómanos) a los que luego se agregaría uno inesperado: pacientes que habían recibido transfusiones de sangre por diversos motivos (hemofilia, operaciones diversas). La ignorancia y la dejadez hicieron que en los centros de donación de sangre, donantes contaminados por el SIDA (en aquella época era frecuentes que se vendiera sangre por motivos económicos), entregaran una sangre que no se sometió a ningún control. La idea era que, dados los grupos de riesgo, ningún afectado donaría su sangre y sería lo suficientemente responsable como para no transmitir a otros su enfermedad. En realidad, ocurrió todo lo contrario. Incluso cuando se detectó el problema, inicialmente se calculó que los daños que podía causar el interrumpir la admisión de sangre contaminada serían mayores que los efectos generados en las transfusiones. Sin olvidar que, además del SIDA, también se contagió Hepatitis C. Todo esto acarreó el que miles de personas que no estaban en ninguno de los grupos de riesgo iniciales, se vieran afectados por el SIDA. Esta es la historia de cuatro familias que se vieron afectadas por este problema.

La serie es meritoria en la medida en que recuerda el impacto que tuvo en Canadá este escándalo que hubiera podido evitarse (como se hubiera podido evitar la difusión del SIDA si se hubiera actuado de la misma manera que ante cualquier otra epidemia: aislando a los enfermos, pero por entonces, la confusión era la dominante y se alegaba, entre otras lindezas, que el SIDA era un invento del Vaticano para impedir las relaciones sexuales… Nada se hizo y el resultado fue que durante los años 80, el SIDA equivalía a una muerte prácticamente segura que, en ocasiones, aceleraban incluso los tratamientos que se utilizaron. Hoy, ha pasado a ser una enfermedad crónica, grave, pero no necesariamente mortal.

La serie no es en absoluto melodramática, se limita a describir los hechos tal como fueron. No es, desde luego, una serie agradable de ver porque las cuatro familias cuya experiencia se dramatiza, sufrieron unas consecuencias gravísimas y dolorosísimas a causa de una negligencia médica. Se trata de una serie de denuncia, bien planteada, bien ejecutada y con unos actores que dan la talla.

La serie se inicia con una alocución del actor que encarna al guionista, años después: “Escribe sobre lo que conozcas” y, desde luego, nadie mejor que él podía asumir la responsabilidad de un guion en el que se describe un episodio tan absolutamente inexplicable.

Una serie que gustará a los que de alguna manera se hayan interesado por el tema del SIDA y por los que colecciones series sobre errores y escándalos médicos. Es casi un documental. Pero no es particularmente agradable de ver: nos muestra que los errores médicos pueden ser mortales para miles de personas… algo que en estos tiempos de Covid-19 resulta todavía más dramático. Deja “sin palabras”, tal como reza el título de la serie.

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