
FICHA
Título original: Industry
Título en España: Industry
Temporadas: 1 (8 episodios)
Duración episodio: 45-50 minutos.
Año: 2020
Nacionalidad: Reino Unido
Temática: Drama
Subgénero: Bolsa de valores
Resumen: Un grupo de becarios y recién licenciados en escuelas de economía, ocupa sus nuevos puestos de trabajo en un banco londinense después de la crisis de 2008. Su trabajo es recuperar clientes para inversiones en bolsa. Cada uno de los protagonistas tiene distinto origen y cada uno arrastra problemas y aspiraciones que chocan con las de los demás. Intentarán ascender en el mundo de las finanzas.
Actores: Conor MacNeill, Marisa Abela, Priyanga Burford, Charlotte Callaghan, Myha’la Herrold, David Jonsson, Harry Lawtey, Ken Leung, Freya Mavor, Sinna Mogul, Sagar Radia, Nabhaan Rizwan, Kyra Strinati, Roy Thorn, Will Tudor, Jonathan Barnwell, Mark Dexter, Alexandra Nalba, Derek Riddell, Ben Lloyd-Hughes, Clemmie France Hayhurst
Lo mejor: la estética de la serie.
Lo peor: diálogos planos y proliferación de clichés.
Lo más curioso: El episodio piloto fue dirigido por Lena Dunham que, al mismo tiempo, fue productora ejecutiva.
¿Cómo verlo?: Desde el 9 de noviembre de 2020 se emite en HBO. Puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.
Puntuación: 5,5
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Lo menos que puede decirse sobre INDUSTRY
No hay nada peor que una serie “con pretensiones” que se quede a medio camino. Si fuera por la estética y por algunos planos, esta serie, Industry, merecería un sobresaliente. Pero si nos fijamos en el guion y en los diálogos, el suspenso está cantado y en cuanto a las actuaciones de los protagonistas oscilan entre el suspenso y el aprobado raspado. Industry es uno de los errores de HBO en este año del Covid-19.
Chicos jóvenes, recién salidos de series estilo Sensación de Vivir, Hathers, Riverdale o, incluso, Merlí, y por qué no, Física o Química, reaparecen en la City londinense, convertidos en agresivos tiburones de las finanzas o aspirantes a ello. Han sido contratados por un prestigioso banco inglés (si es que la banca tiene nacionalidad…), y están dispuestos a pasar unos encima de otros, todo sea por ser los primeros en la meritocracia en la que todos creen. Para aumentar la tensión, la historia no sucede en un período cualquiera, sino inmediatamente después de la crisis bancaria de 2008. Así pues, los becarios tendrán que recuperar clientes, convencerlos de que inviertan y prestigiarse ante sus superiores. Cada uno de ellos, por lo demás, tiene sus problemas personales que repercuten en su trabajo. Se enfrentan entre ellos, se dan codazos, zancadillas… como en un instituto de secundario. Por lo demás, los protagonistas forman un grupo multiétnico, pero en absoluto multicultural: todos han sido ganados, modelados y troquelados por el neoliberalismo salvaje.
La serie sorprende por su estética extremadamente cuidada que nos muestra un Londres que no es el que percibe el turista ocasional y que seguramente ni siquiera es el que ve el habitante medio de la capital británica. Pero, más allá de la estética que trata de deslumbrar y de desviar la atención de un guion falto de imaginación, plagado de tópicos, en el que los clichés repetitivos se repiten hasta convertirse en obsesivos, aburrida hasta las trancas, la serie se agota incluso en el primer capítulo.
¿Qué ha fallado? Con unos intérpretes noveles, poco experimentados, bastante inexpresivos, y un argumento poco elaborado, lo que menos puede aspirarse es a tener pretensiones de seriedad y de mostrar el funcionamiento de la bolsa de valores (algo que ya hemos visto en innumerables series y largometrajes norteamericanos). Con unos mimbres tan débiles no puede aspirarse a nada más que a realizar una serie juvenil de institutos, en absoluto sobre el sistema financiero mundial. Y, además, todo lo que nos cuenta resulta increíble. Es posible, incluso, que los guionistas ni siquiera tengan una idea clara de cómo funciona la bolsa.
Consciente de las limitaciones del guion, se han intercalado escenas de sexo y de consumo de drogas, a fin de generar interés y crear situaciones de “conflicto”.
No se trata de una serie que pueda recomendarse a nadie con un mínimo de gusto y sensibilidad. Quizás solamente a quienes miran la envoltura más que el argumento, las actuaciones o el fondo.
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