FICHA

Título original History 101
Título en España: ¡Vaya Historia!
Temporadas: 1 (10 episodios)
Duración episodio: 20 minutos.
Año: 2020
Nacionalidad: Reino Unido
Temática
: Documentales
Subgénero: Divulgación
Resumen: Conjunto de diez documentales dedicados a aclarar algunos problemas de los que se habla constantemente, pero de los que suelen faltar datos para poder valorarlos. En los diez casos se trata de temas que resultan bastante habituales en las conversaciones y que están sujetos a controversia. Este documenta pretende transmitir datos para poder juzgar con mejor precisión los temas tratados y lo hace en el tiempo récord de apenas 20 minutos por entrega.
Actores: documental dirigió por Laura Stevens
Lo mejor: brevedad y concisión
Lo peor: para verla y aprovecharla hay que estar dotado de cierto espíritu crítico.
Lo más curioso
: La serie aparece en algunas ocasiones con el nombre de Historia: nivel 1
¿Cómo verlo?: En Netflix desde el 23 de mayo de 2020. Puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.

Puntuación: 9

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Lo menos que puede decirse sobre ¡VAYA HISTORIA!

En unos casos, la baja calidad media de las series emitidas por los streamigs, y en otras el deseo de aprender, induce a un público exigente, a lanzarse a ver documentales. Este género tiene un problema: se trata de productos divulgativos que suelen dejar fríos a los que conocen el tema tratado, generan entusiasmos en unos y en otros la sensación de subjetividad. A lo mejor es que, además de interés cultural, es preciso disponer de cierta capacidad crítica para apreciar el valor de un documental divulgativo. Pero, siempre, hay que verlo como una posibilidad de aprender algo nuevo sobre temas concretos. Y, ya se sabe que el “saber no ocupa lugar”.

¡Vaya historia! Es una voluntariosa serie de documentales realizar en el Reino Unido que trata temas que suelen aparecer en las conversaciones y que, a pesar de ser todos de palpitante actualidad, es posible que no dispongamos de todos los datos o que, ni siquiera, recordemos su evolución. En algunos casos -como en el del VIH- sabemos que el problema sigue existiendo, pero ignoramos el estado de la cuestión en estos momentos. Esta serie contribuye a facilitarnos datos suficientes como para, a partir de ellos, hacernos una nueva composición de lugar.

Temas como comida rápida, carrera espacial, SIDA, energía nuclear, feminismo, petróleo, plástica, robots, ascenso de China y genética, son tratados en esta serie divulgativa a la que hemos encontrado dos méritos, por encima de cualquier otro: la temática tratada abarca en torno a 20 minutos y los datos facilitados están actualizados.

Seguir estos episodios exige algo de concentración: son densos en datos, pero estos están ordenados cronológicamente y acompañados por infografía que contribuye a que se fijen en nuestra retina con facilidad. Nadie en esta serie engaña a nadie: en ningún momento se pretende que el espectador lo sepa todo sobre el tema tratado, de lo que se trata es de que disponga de una visión general de la cuestión, de su situación en 2020 y de cómo se ha llegado hasta allí. No se pretende imponer un criterio, ni aportar datos cuestionables o que no estén contrastados: el espectador puede fiarse de lo que se dice, y, a partir de ahí, hacerse él mismo una composición de lugar y decidir si amplia información o se contenta con lo oído.

Esta serie es uno de esos productos extraordinariamente interesantes que se han incluido sin avisar en el catálogo de Netflix, que cuesta encontrar y que, incluso, es difícil de rastrear en medio de una hojarasca de series irrelevantes que no aportan nada y que, más que entretener, logran aburrir. ¡Vaya historia! Merecería más atención y relevancia por parte de los propietarios y gestores del streaming.

Se ha dicho que la serie es subjetiva en algunos aspectos (es casi inevitable, pero aquí cabe reconocer que la subjetividad está reducida a la mínima expresión), pro anglosajona (es, eso sí, “occidentalista”… pero es que ha sido elaborada en un país occidental) y “racista” (algo que hay que negar y que procede un episodio sobre el VIH que no gustó a la comunidad haitiana en los EEUU; la productora lo retiró y volvió a reelaborarlo). Acusaciones gratuitas y que no empañan la brillantez del producto. Ahora bien, esta serie -como por lo demás todas las series divulgativas- hay que verlas con espíritu crítico: se ofrecen datos, evolución y conclusiones, que están siempre abiertas y que el espectador debe analizar y meditar: no se imponen criterios.

Serie para amantes de los documentales y de los programas divulgativos. Para curiosos que quieran conocer el rostro de la modernidad y saber el origen de los problemas. Serie para decepcionados con el mundo de las series dramáticas.

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