FICHA

Título original Jett
Título en España: Jett
Temporadas: 1 (9 episodios)
Duración episodio: 45 minutos.
Año: 2020
Nacionalidad: Estados Unidos
Temática
: intriga
Subgénero: robos
Resumen: Una ladrona acaba de salir de la cárcel y se convierte en amante de un mafioso especializado en organizar robos. Así mismo, una pareja de policías intenta manipularla y convertirla en confidente. A lo largo de los primeros episodios aparecerán otros jefes de bandas mafiosas análogos, todos los cuales contarán con ella para organizar robos. Se trata de una mujer que tiene una vida muy compleja y que va sorteando todos estos obstáculos que se obstinan en favorecer la posibilidad de que vuelta a la cárcel.
Actores: Carla Gugino, Giancarlo Esposito, Elena Anaya, Michael Aronov, Gil Bellows, Gaite Jansen, Christopher Backus, Jodie Turner-Smith, Gentry White, Mustafa Shakir, Gus Halper, Lucy Walters, Greg Bryk, Jonathan Koensgen, David Aron Damane, Angelica Lisk-Hann, Hamza Haq, Stephen Chambers, Jesse Aaron Dwyre, Derek Gilroy, Genevieve Kang, Chivonne Michelle, Boomer Phillips, Jhonattan Ardila, John Cassini, Jeff Clarke, Diego Fuentes, Drew Moss, Dwain Murphy, Doug Murray, Travis Nelson, Sean Rey, Manuel Rodriguez-Saenz, Zach Smadu, Juan Carlos Velis, Neil Whitely, Gregg Lowe, Natalie Hall, Alex Mallari Jr., Violet McGraw
Lo mejor: que podía ser peor.
Lo peor: porno “exquisito” en promedios de 7 minutos.
Lo más curioso
: Ha sido producida por Cinemax propiedad de HBO
¿Cómo verlo?: Se estrenó en HBO el pasado 9 de mayo de 2020. Puede bajarse mediante programas de intercambio de archivos.

Puntuación: 4

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Lo menos que puede decirse sobre JETT

De agradecer la brevedad del título. De hecho es de lo poco que tenemos que agradecer a esta serie que no anda muy sobrada de imaginación. De hecho trata de una ladrona de cualidades amatorias y sex-appeal sin límites, que acaba de salir de la cárcel y, en ejercicio de sus funciones, una y otra vez se ve obligada a trabajar para mafiosos que se obstinan en crear situaciones que ha hagan volver a la cárcel. Además, se trata de mafiosos enfrentados entre sí mismos. Así pues, lo que vamos a ver es una serie de robos de guante, más o menos, blanco.

Si esto fuera todo, cabría decir que los guionistas no han estado excesivamente sembrados porque temáticas así las hemos visto en demasiadas ocasiones en televisión y en pantalla grande. Ahora bien, lo que hace a esta serie diferente es su reiteración de sexo no exigido por el guion y la normalización de la corrección política más. Nada más. Nos explicamos.

A estas alturas, nadie se sorprende por una escena de sexo que aparece pocos segundos después del inicio de una serie. Determinados guionistas trabajan con un software que les indica en qué punto deben introducir una escena de sexo, una persecución, un tiroteo, un diálogo en el interior de un coche o una escena en la calle. Este software está realizado según estudios estadísticos de lo que les gusta a los consumidores. Y algo debe tener de cierto, porque esta serie, floja en todos los sentidos para los que estamos habituados a ver series y a valorarlas, ha sido, sin embargo, muy bien acogida en los EEUU. O, al menos, eso dice la publicidad.

Aceptando la existencia de ese software, el problema es que en la serie Jett (que HBO no ha tenido el valor de firmar y que ha optado porque quedara unido al canal Cinemax propiedad del gigante del streaming) alguien ha perdido los papeles y el sexo a un paso de la pura pornografía, se ha convertido en el factor diferencial de este producto. Decididamente, no podemos imaginar qué es lo que pasa por la cabeza de los productores de Hollywood que, al parecer, ignoran que quienes desean sexo, ya tienen en Internet el mercado gratuito más amplio jamás conocido. Y si pagamos un abono a HBO no es, precisamente, para algo que ya tenemos al alcance de la mano gratis en la red.

Si quitamos el porno de esta serie, se nos queda simplemente en nada: en unos atracos estudiados hasta en sus detalles más insignificantes, en los que una banda de supercacos superan cualquier sistema de seguridad. Vemos también a mafiosos sofisticados, excéntricos y caprichosos que rivalizan entre sí. Algún que otro asesinato (que tampoco justifica el guion, sino realizado para satisfacer al software que conoce mejor que nadie lo que pide estadísticamente el público) y nada más.

No podemos decir que el papel de la protagonista, Carla Cugino, sea nada del otro mundo. Aparece como mujer fatal, deseada por millonarios y magnates, irresistible. Es una de esas actrices que ha aparecido en infinidad de series desde que debutó en 1988 en este mundillo (pasó por algún episodio de ALF, por otros de Californication, Nashville, etc, y su rostro nos parece familiar sin que logremos fijarlo en ninguno de estos productos, de no ser por los buscadores). El problema es que está a punto de cumplir 50 años y no parece el tipo de mujer más adecuada para encarnar este papel de “femme fatale”.

Sexo lésbico, sexo interracial hétero y gay, con algunos perfiles trans, mujer dominante y hombres entre volubles, malvados y tontorrones, según las exigencias del feminismo más desmadrado, números eróticos en piscinas, coches, lavabos y en alguna que otra cama demostrando que todo vale en todo momento… presentados como lo más atractivo de esta serie. ¿El guion? Un simple acompañamiento para todas estas escenas de sexo poco o nada justificado.

Como anécdota puede citarse la presencia en el reparto de la actriz española Elena Anaya.

Una de esas series que no recomendaría a nadie, salvo a erotómanos compulsivos.

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