FICHA

Título original Unortodhox
Título en España: Unortodox
Temporadas: 1 (4 episodios)
Duración episodio: 50 minutos.
Año: 2020
Nacionalidad: Alemania
Temática
: Drama
Subgénero: Sectas
Resumen: Una muchacha judía de 17 años se casa en Williamsburg (Nueva York) con un miembro de la secta fundamentalista judía y debe seguir todos los ritos y costumbres de esta comunidad religiosa, hasta que apenas un año después decide abandonar EEUU y establecerse en Berlín, algo que hace casi clandestinamente sin dejar rastros. Sin embargo, su marido y otro miembro de la secta siguen sus pasos hasta la capital alemana, donde ella se siente a gusto pero inadaptada.
Actores: Shira Haas, Jeff Wilbusch, Amit Rahav, Aaron Altaras, Tamar Amit-Joseph, Ronit Asheri, Dina Doron, Aziz Dyab, David Mandelbaum, Delia Mayer, Felix Mayr, Alex Reid, Eli Rosen, Safinaz Sattar, Langston Uibel, Erik Reisinger, Gera Sandler, Isabel Schosnig, Yousef ‘Joe’ Sweid, Laura Beckner, Michael Cohen-Weissert, Harvey Friedman, Tal Hever, Ita Korenzecher
Lo mejor: la reconstrucción del clima jasidita neoyorkino con sus ritos y costumbres.
Lo peor: a partir de la salida de Nueva York, la presencia del marido en Berlín es superflua.
Lo más curioso
: Es la primera serie de Netflix filmada mayoritariamente en yiddish
¿Cómo verlo?: A travésde Netflix desde el 28 de marzo de 2020. También puede obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.

Puntuación: 7,5

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Lo menos que puede decirse sobre UNORTODHOX

El guion original de esta serie ha sido extraído del relato de Deborah Feldman del mismo título. La protagonista de la miniserie, “Esty”, una chica judía que se casó a los 17 años con un judío de la secta jasidita (ultraortodoxos o, si se prefiere, fundamentalistas) y que tras un corto período en el que se integró en las costumbres de la secta, comprobó que no las podía soportar y huyó a Alemania, estableciéndose en Berlín. Deborah Feldman fue, como la protagonista de la serie, criada por sus abuelos, dado que su padre era discapacitado mental y su madre había abandonado la secta. A pesar de vivir en Willliamsburg (Brooklin, Nueva York), solamente hablaban yidish. Tuvo un hijo a los 19 años y en 2009 abandonó a su marido, se llevó a su hijo, blogueó y publicó su libro en el que daba testimonio de su experiencia en la secta jasídica que se convirtió en un best-seller en EEUU. En 2014, se estableció en Berlín y hoy es una escritora que ha publicado varias novelas bien recogidas por la crítica.

Tal es la historia real de la autora que no es exactamente lo que vamos a ver en esta miniserie de cuatro episodios en la que la protagonista abandona a su marido antes de haber dado a luz y se establece en Berlín cuando todavía mantiene parte de las costumbres de la secta jasidita. Lo que vemos, por tanto, en el plasma es, por tanto, un relato adaptado por Alexa Karolinski, Anna Winger y por la directora María Schrader, más que una transcripción fiel de las memorias de la protagonista. Realmente, lo que mejor se ha conservado del relato originario son las costumbres y la realidad interior de la secta fundamentalista judía. No dejan de sorprender y, en este sentido, la serie merece sus más altas calificaciones: no se ve todos los días una serie que reproduzca las tradiciones y los matrimonios arreglados y las costumbres cotidianas, no en los guetos del siglo XVIII y XIX, o en los barrios más integristas de Jerusalén, sino a dos pasos de los bulevares de Manhattan o de los neones de Broadway.

La serie puede ser considerada como un testimonio de cómo se abandona una secta fundamentalista, de los destrozos e inadaptaciones a las que puede llegar una fe religiosa llevada a su grado extraño o bien de cómo alguien que ha permanecido durante su infancia, adolescencia y el comienzo de su juventud en una secta puede sentirse ajena al mundo real que se vive fuera de ella. Y en este sentido, la miniserie tiene algunos momentos de alta intensidad.

Ahora bien, a partir de ahí, cuando ya hemos visto las costumbres de la secta ultraortodoxa, persistir en ello es algo ocioso. En efecto, la persecución a la que el marido de la protagonista y un amigo -bastante tarambana e irresponsable, por otra parte- someten a la protagonista en Berlín, en un principio podríamos pensar que está fuera de lugar e incluso resta tiempo, y vemos que si es necesario, porque se constata hasta que punto a una persona le es difícil abandonar una secta. Las consecuencias son demoledoras, ya que en un momento de la persecución invitan a la protagonista a que tome una decisión a vida o muerte si no vuelve con su marido a New York.

A partir de la salida de Nueva York, la protagonista, se ha convertido en el eje central de la trama: sus esfuerzos por integrarse en una sociedad que no esté pendiente del estricto cumplimiento de un sinfín de normas y preceptos de naturaleza religiosa. Quizás la escena cumbre sea aquella en la que la protagonista arroja la peluca (los jasiditas no permiten que nadie vea el pelo de la mujer y estas llevan peluca permanentemente sobre un pelo rapado) a las aguas del Spree.

La protagonista -Shira Haas- logra transmitir el dramatismo de su situación e, incluso, la serie se convierte en una excursión por los lugares más emblemáticos de Berlín. La directora y el guion consiguen transmitir una sensación permanente de desasosiego y enjaulamiento en las escenas relativas a la secta que contrasta con la absoluta libertad y el cosmopolitismo de Berlín.

A Shira Haas la conocimos por primera vez en la película super recomendable de Foxtrot. 

Una serie para conocer a una secta sobre la que ya hemos visto algunos documentales (One of us), sobre la que suele burlarse Larry Davis (Curb your enthusiasm) pue aparece tangencialmente (en Snatch). Satisfará especialmente a los que se interesan por el mundo de las sectas, a los que tienen curiosidad por conocer las costumbres jasíditas o a los que quieran ver el primer drama de Netflix rodado -en su mayor parte- en yidish.

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