FICHA
Título original: Picard
Título en España: Picard
Temporadas: 1 (10 episodios)
Duración episodio: 45 minutos.
Año: 2020
Temática: ciencia ficción
Subgénero: franquicia Star Trek
Resumen: El Almirante Jean Luc Picard, antiguo capitán de la nave USS Enterprise de la Flota Estelar lleva casi 20 años retirado, pero la muerte del Señor Data y la destrucción del planeta romulano, le han afectado profundamente y prefiere abandonar sus viñas y volver nuevamente al servicio.
Actores: Patrick Stewart, Santiago Cabrera, Isa Briones, Alison Pill, Harry Treadaway, Evan Evagora, Michelle Hurd, Neraida Bega, Lil Cory, Michael Eshaun York, Merrin Dungey, Cailan Robinson, Jeffrey Lynn White Jr., Landry Allbright, Sam Marra, Marti Matulis, Rebecca Wisocky, Orla Brady, Brian DeRozan, Jonathan Frakes, Chelsea Harris, Marina Sirtis, Ernesto Chaverri, Jonathan Del Arco, Maya Eshet, Willow Geer, Casey King, Ian Nunney, Jeri Ryan, Graham Shiels, Brent Spiner, McKenzie Westmore, Lulu Wilson
Lo mejor: ver nuevamente a Stewart asumiendo el papel.
Lo peor: excesivamente nostálgica.
Lo más curioso: Tras el fracaso de Némesis, Stewart había declarado que no volvería a interpretar el papel de Almirante Picard.
¿Cómo verlo?: En Amazon Prime Video. También puede verse mediante programas de intercambio de archivos.
Puntuación: 7
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Lo menos que puede decirse sobre PICARD
Parece como si las series de aventuras futuristas ya no pudieran alumbrar productos nuevos y todo consistiera en un ejercicio de nostalgia. A lo largo de medio siglo hemos visto como series que gozaron de un amplio seguimiento en los 70 y 80, se iban apagando con productos preocupados de aprovechar la franquicia, pero no de superarse a sí mismas. Star Trek era una serie muerta después del fracaso de Némesis (2002) y a Star Wars no le había ido mucho mejor tras el fiasco de sus últimas tres entregas en pantalla grande. Sin embargo, seguían existiendo “trekies” y freakys de la serie de Lucas. Para ellos se han elaborado estas dos miniseries: Mandalorian y Picard. Si la primera es un retorno a los orígenes -a la vista de que las últimas ramificaciones habían resultado fallidas- en la segunda estamos ante un mero ejercicio de nostalgia.
Picard está apartado del mundanal ruido en los viñedos de su château francés. Han pasado 18 años desde su última misión y el que fuera Almirante de la Flora Espacial y comandante de las dos naves Enterprise. Una misteriosa joven, que resultará ser la hija de Data, va a visitarlo y lo encuentra nostálgico y meditabundo. Una y otra vez le viene a la cabeza la muerte del “Señor Data” y la destrucción del planeta Romulo. De hecho, se ha convertido en prisionero de su pasado y opta por huir de él y pedir su reincorporación a la Flota Estelar. Detrás de todo esto hay un misterio que es, precisamente, lo que da sentido a la serie y sobre lo que no resulta prudente revelar pero que “engancha” con la temática de Némesis.
Si Némesis era la décima y última expresión de una serie nacida a mediados del siglo XX, Picard trata de ser el primer producto de la franquicia que, con propiedad, puede datarse en el siglo XXI. La última película de la saga insistía en el “doble” clonado del protagonista, el “hermano antagonista” representado por los planetas Rómulo y Remo. Se intenta dar al fondo de la serie una moraleja y una filosofía, pero para admitirla hace falta conocer a fondo y, muy en especial, tener en cuenta al último producto en pantalla grande que no estuvo, por cierto, acompañado por el éxito y, solamente por los pelos, cubrió algo más de los costes de producción (bien es cierto que debió competir con la segunda entrega de El Señor de los Anillos, un nuevo Harry Potter, y el vigésimo James Bond. Puede explicarse que resultara damnificada por toda esta competencia.
La serie enganchará a los ya enganchados a la franquicia y será visto con más distanciamiento por los que acuden a ella por curiosidad o jamás se han sentido ganados por el espíritu de Star Trek. La habilidad de los promotores ha consistido en aprovechar a los dos personajes más carismáticos de la “nueva generación”, Picard y Data, para armar este nuevo producto. Los efectos especiales están cuidados y responden a las exigencias de transmitir emoción y acción, suspense e intriga.
Stewart se siente cómodo nuevamente con el personaje y lo sigue tratando con cariño, a pesar de que el tiempo no ha pasado en balde. La mayor parte de la trama gira en torno suyo y en el primer episodio ya están contenidos todos los elementos que se turnarán en los capítulos siguientes.
Problemas: solamente la figura de Picard está tratada en profundidad; el resto resultan descritas con contornos poco definidos y resultan personalidades superficiales en extremo. Segundo: se insiste demasiado en el sentimiento de culpa que aparece como único leit-motiv de la serie. La paradoja entre el “último Star Wars” (The Mandalorian) y el “último Star Trek” (Picard), radica en que mientras el primer trata de recuperar el espíritu de las primeras entregas de la saga, el segundo niega la mayor, quiere ser una serie “actual”, pero termina siendo un ejercicio de nostalgia.
Lo dicho: gustará a “trekies” (y no a todos). Interesará a los que se sienten atraídos pro la ciencia ficción, pero se perderán aquellos que no hayan seguido la evolución de la franquicia y no estén “fidelizados”, como mínimo, por la “última generación”.
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