FICHA
Título original: Gente Hablando
Título en España: Gente Hablando
Temporadas: 2 (12 episodios)
Duración episodio: 10 minutos.
Año: 2018
Temática: comedia
Subgénero: humor
Nacionalidad: España
Resumen: Pequeños esqueches de 10 minutos que repiten el mismo esquema: conversación entre dos personas en tiempo real con un trasfondo, a veces surrealista y absurdo y otras hiperrealista y cotidiano.
Actores: Miki Esparbé, Verónica Echegui, Juanra Bonet, Manuel Burque, Ramón Barea, Rosario Pardo, Celia de Molina, Álvaro Carmona, Mariam Hernández, Ramón Agirre
Lo mejor: guion ingenioso, en general buenas interpretaciones e idea innovadora
Lo peor: que no haya tenido continuidad
Lo más curioso: Creado por Álvaro Carmona, la serie fue nominada a los Premios Iris.
¿Cómo verlo?: En Atresplayer. También pueden obtenerse mediante programas de intercambio de archivos.
Puntuación: 8
INTRO
MÚSICA
DESCARGA TORRENT (mediante eMule)
WEB OFICIAL
COMPRAR DVD (no está a la venta)
Lo menos que puede decirse sobre GENTE HABLANDO
En España hay series imaginativas, rompedoras y que aportan variaciones sensibles en relación a otras series y que pasan casi completamente desapercibidas. Tal es el caso de Gente Hablando, serie realizada para Flooxer, el equivalente de Atresmedia al PlayZ de RTVE. Lo que, en principio debía ser un canal juvenil para consultar a través de youTube, pronto amplió sus horizontes con clips procedentes de otros programas de la cadena propietaria de la marca y espacios de crítica de cine. De entre todas las series realizadas para Flooxer, Gente Hablando es una de las más interesantes y dignas de atención.
Hay series que no mienten su título: Gente Hablando, va, únicamente, de eso, de conversaciones entre dos personas que, durante diez minutos, en tiempo real y sin cortes, mantienen un diálogo. En casa episodio cambian las situaciones, los actores y el tono de las conversaciones. El concepto es simple y, como se ha dicho, “minimalista”, pero no confundamos: la serie no lo es, algunas conversaciones nos sugerirán recuerdos de situaciones que hemos vivido o que algún conocido ha atravesado, otras, simplemente, nos desternillarán; las hay que resultan absurdas de principio a fin; unas nos dejarán buen sabor de boca, otras destilan cierta amargura; las hay que incitan a la carcajada, otras a la sonrisa reflexiva.
Todas ellas están filmadas con medios muy simples y, en ocasiones, con un solo plano, sin cortes. El movimiento de cámara es casi inexistente y en algunas está ausente por completo. Se diría que ha sido filmado con voluntad de imitar esos clips que podemos encontrar en youTube, filmados con móviles y sin que sus promotores se hayan tomado excesivo cuidado en la ambientación, el decorado, la iluminación o el maquillaje. Y, sin embargo, no hay que engañarse: los guiones están elaborados y refinados para obtener el efecto perseguido en cada episodio y los actores, algunos de ellos muy conocidos, realizan actuaciones que podemos puntuar en la frontera con lo sobresaliente.
¿Falla algo en la serie? La brevedad de la misma. No es que la duración de cada episodio sea inadecuada (10-11 minutos son suficientes para comprimir lo que se aspira a mostrar), lo que falla es que apenas se han filmado 12 entregas en dos temporadas, cuando, la serie podía haberse estirado hasta el infinito.
¿Lo mejor de la serie? La trilogía formato-idea-actuaciones. Como suele ocurrir, algunos episodios son más flojos que otros, pero, en general, la media resulta mas que aceptable. Otro tanto ocurre con las actuaciones: oscilan entre las muy profesionales y las que están en los límites del amateurismo. Pero, el nivel es superior y el interés mucho más elevado que el que suelen tener otras series “transmedia”.
La serie, además de haber sido emitida por Flooxer, puede verse fácilmente en Atresmedia Player. Y, así mismo, se encuentra con facilidad en eMule. Gustará especialmente a los amantes de productos diferentes, ideas minimalistas realizadas con ambiciones, a los que gusten series breves pero concisas. Y, claro está, a los que quieran sonreír y recordar el sinsentido y la banalidad de lo cotidiano.