FICHA
Título original: The Feed
Título en España: The Feed
Temporadas: 1 (10 episodios)
Duración episodio: 45 minutos.
Año: 2019
Temática: Thriller
Subgénero: Psicológico
Nacionalidad: EEUU
Resumen: Lawrence Hatfield inventó una tecnología llamada The Feed para compartir pensamientos a través de redes sociales que se ha hecho imprescindible en el mundo. Gestiona, junto a su esposa e hijos, la empresa. En un momento dado las cosas empiezan a ponerse mal: se producen casos de muertes por sobreutilización, conversión y, lo que es todavía peor, al caer en malas manos. Esto coincide con los problemas interiores de la familia.
Actores: Guy Burnet, David Thewlis, Shaquille Ali-Yebuah, Michelle Fairley, Jing Lusi, Simran Kaur Mundi, Chris Reilly, Nina Toussaint-White, William Bale, Carlyss Peer, Ursula Holliday, Anna Koval, Milly Thomas, Anson Boon, Laurie Kynaston, Sheila Atim, Dave Simon, Manoj Anand, Jonathan Aris, Rayna Campbell, Steven Elder, Olwen Fouere, Aoife Hinds, Martin Johnson, Karen Westwood, Clare-Hope Ashitey, Sharon Cherry Ballard, Nigel Boyle, Lorna Nickson Brown, Adam Darlington, Daniel Eghan, Robert Goodman, Mark Holden, Rez Kempton, Muzz Khan, Craig Thomas Lambert, Manuela Maletta, Sandra Teles, Mitchell Mullen, Oaklee Pendergast, Jack Tyson, Dave Wilson, Minhaz Zee, Luca Matteo Zizzari
Lo mejor: Muy buen punto de partida.
Lo peor: El tema de la adicción a redes sociales ha sido tratado en múltiples ocasiones
Lo más curioso: Está inspirado en una novela de Nick Clark Windo con el mismo título.
¿Cómo verlo?: Se estrenó en Starzplay el 28 de noviembre de 2019, también puede obtenerse mediante eMule.
Puntuación: 7
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Lo menos que puede decirse sobre THE FEED
Serie que puede ser calificada como un “thriller transhumanista” en el que se nos muestra uno de los posibles desarrollos a los que apunta la investigación tecnológica para las dos próximas décadas: conectar el cerebro con las redes informáticas. Que eso será posible, más allá de las fantasías de la ciencia ficción, está constatado por los millones que anualmente se utilizan en dirección a ese campo de investigación científica. El transhumanismo -que incluye un mundo en el que los robots han tomado conciencia de sí mismo, en donde la vida humana puede prolongarse a voluntad, donde el cerebro estará conectado a las redes directamente, en donde lo que somos podrá “subirse a la nube” y la genética, la criogenia, la nanotecnología y la inteligencia artificial serán dominantes, no genera en muchas mentalidades un cuadro particularmente tranquilo: la utopía está a nuestro alcance, pero no estamos muy seguros de si no terminará convirtiéndose en distopía. De esta temática trata The Feed.
La trama gira en torno a una familia londinense, los Hatfield, cuyo cabeza ha creado una tecnología que permite comunicar los cerebros de los usuarios y compartir instantáneamente recuerdos, ideas, sentimientos e información de todo tipo. Basta un acto mental de voluntad para activar “the feed”. No es raro que en poco tiempo se ha ya convertido en omnipresente y prácticamente todo el mundo esté integrado en ella. La empresa que ha creado, distribuye y actualiza la red está integrada por los miembros de la familia Hatfield. La madre es quien dirige la parte administrativa, mientras el patriarca, Lawrende Hatfield, es el cerebro científico. Todo va bien hasta que empiezan a producirse casos de adicción a The Feed y eso genera secuelas cerebrales: la red mata por sobredosis. Por otra parte, también se corre el riesgo de que la red pueda ser manipulada por alguien y transforme a los usuarios en asesinos. “Algo no va bien” en The Feed. Esta serie es la crónica de lo que ocurrió después de realizar la constatación.
Los escenarios son futuristas y novedosos, los presupuestos de partida, por increíble que pueda parecer, están más próximos de lo que creemos. Y las actuaciones de los protagonistas, especialmente de David Thewiis (como “Lawerence Hatfield”) y de Michelle Fairley (como su esposa), son destables. Otro tanto cabría decir del resto de protagonistas que cumplen con sus funciones, incluso con nota.
Hasta aquí, la serie merecería un sobresaliente. Pero, a partir de estas constataciones, vale la pena ver el “pasivo” que encierra la trama. En primer lugar, hace diez años, esta temática podría haber sido innovadora y sorprendente, pero desde que el “trans-humanismo” se ha puesto de moda (ver “el transhumanismo en el cine”), estamos ante una reiteración temática que ya hemos visto en series de tanto seguimiento como Westworld o Black Mirror que ya no sorprende: las redes sociales que “enganchan “ hasta intoxicar a sus usuarios es algo que ya no llama tanto la atención.
Luego, la historia, adolece de fallos estructurales y “zonas muertas”: no se explica apenas en qué consiste la tecnología y cómo ha resuelto los problemas de “conectividad”, el ritmo de los primeros episodios es lento hasta la exasperación, hay múltiples escenas completamente prescindibles. Y, al llegar al final, todo esto pesa y hace que nos planteemos si ha valido la pena invertir tanto tiempo en un producto que ya hemos visto en otras ocasiones. Las series trans-humanistas se están convirtiendo en algo tan tópico como las series “de abogados”, “de hospitales” o, como en otro tiempo, fueron las series “del Oeste”.
Gustará a los que busquen “ciencia” que pronto dejará de ser “ficción”, a los amantes de thrillers futuristas. Prescindible para los que han visto productos sobre la misma temática, salvo que quieran ver algunas buenas actuaciones de los protagonistas.
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