FICHA
Título original: Worl On Fire
Título en España: El mundo en llamas
Temporadas: 1 (6 episodios)
Duración episodio: 57 minutos.
Año: 2019
Temática: bélica
Subgénero: drama
Resumen: Distintas personas en los primeros momentos de la Segunda Guerra Mundial luchan por sobrevivir. Un padre y una hija pacifistas, un diplomático destacado en Varsovia, una familia polaca de Danzig, una periodista norteamericana en Berlín y su sobrino en París, etc, se ven envueltos en una situación que no han creado pero que amenaza con hacerlos desaparecer.
Actores: Jonah Hauer-King, Sean Bean, Helen Hunt, Lesley Manville, Julia Brown, Zofia Wichlacz, Yrsa Daley-Ward, Parker Sawyers, Brian J. Smith, João Rei Villar, Tomasz Zietek, Ansu Kabia, Eugénie Deruand, Damien Speed, Gareth Worrall, Jamie Marshall, Arthur Darvill, Karl Hughes, Benjamin Wainwright, Raphael Desprez, Philip Gascoyne, Radoslaw Kaim, Adeline Moreau, John Alan Roberts, Ewan Mitchell, Agata Kulesza, Mateusz Wieclawek, Borys Szyc, Bruno Alexander, Johannes Zeiler, Victoria Mayer, Charlie Creed-Miles, Jack Deam, Max Riemelt, Eva Josefíková, Ceallach Spellman, Blake Harrison, Matthew Aubrey, Alex Boxall, Stanislav Callas, Mikey Collins, Kieran Hardcastle, Michael Levi Harris, Adam Hugill, Tomasz Kot, Lenn Kudrjawizki, Philip Lenkowsky, Antonín Masek, James Nelson-Joyce, Adam Prickett, James Quinn, Jack Cooper Stimpson, Jiri Vales, Andreas Warmbrunn
Lo mejor: la puesta en escena
Lo peor: momentos melodramáticos y versión unilateral de la historia.
Lo más curioso: la serie ha sido escrita por Peter Boweker, un veterano guionista británico especializado en dramas románticos y bélicos.
¿Cómo verlo?: En Movistar (Seriesmania) desde el 30 de septiembre de 2019. Puede obtenerse mediante programas de intercambios de archivos.
Puntuación: 7
PROMO (en inglés)
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Lo menos que puede decirse sobre EL MUNDO EN LLAMAS
Un documental sobre la Segunda Guerra Mundial con este mismo título se había estrenado hace unos años. De hecho, esta miniserie (ideada para abarcar los cinco años en los que se prolongó el conflicto), discurre en ese mismo período, pero en modo drama-bélico-romántico. Algunos de sus protagonistas son de campanillas y otros recién llegados al mundo de las teleseries. La combinación es buena y el estilo de producción el propio de la BBC, pero si hay algo que sorprende es que en 2019 todavía mantiene la “versión oficial” de aquel conflicto, idéntica a la que sostenía la propaganda de guerra británica en 1939. Eso y que, con demasiada frecuencia, la serie se hunde en el melodrama más previsible, facilón y lacrimógeno, son las principales críticas negativas que evitan que esta serie sea de sobresaliente.
La serie se inicia con un mitin de Oswald Mosley. Una pareja de pacifistas irrumpen en él y son expulsados de la asamblea de “camisas negras británicas”. Primer error histórico: en septiembre de 1939, el nombre de Mosley estaba ligado al pacifismo antibelicista. Mosley y su movimiento trataban de impedir que estallara la guerra en Europa. La pareja se separará en las semanas siguientes: él, diplomático de carrera, será destacado a Varsovia, mientras que ella se quedará con su padre en Londres. Desde Varsovia, el joven vivirá los momentos que precederán al estallido del conflicto. Segundo error histórico: los ingleses, eran conscientes de que no podían ayudar a Polonia en la guerra, pero impulsaron a los polacos a adoptar una postura dura ante Alemania (algo que no se insinúa en la serie). El joven dejará de escribir a su novia inglesa -la chica pacifista- y se casará con una joven polaca antes de ser evacuados para Inglaterra. En Berlín, una periodista norteamericana, denuncia los movimientos de tropas en la frontera germano-polaca e insta a su sobrino, residente en París para que huya de Europa y vuelva a EEUU, pero este se niega y permanece en la capital francesa junto a su amante un músico de jazz. Tercer error histórico: en septiembre de 1939, nadie pensaba que Alemania atacaría a Francia y que este país se derrumbaría con la facilidad de lo hizo. Mientras, en Danzig, una familia polaca trata de sobrevivir: el padre y el hijo mayor se alistan en la defensa de la central de correos, mientras que el resto de la familia tratar de vivir entre los ataques. Cuarto error histórico: Polonia no era una “ciudad polaca”, sino una ciudad con población alemana mayoritaria que había sido arrancada a Alemania como efecto del tratado de Versalles. No hubo “resistencia polaca” en Danzig porque todo Danzig se sentía formar parte de Alemania (la marina alemana bombardeó solamente un fuerte polaco alejado de la ciudad).
Estos son los personajes y las situaciones de partida. La primera temporada terminará con la caída de París en manos alemanas. Quinto error histórico (comprensible tratándose de una producción de la BBC): el cuerpo expedicionario inglés, se embarcó hacia Inglaterra y abandonó Francia en el momento en el que las tropas alemanas rompieron el frente francés por Bélgica. De hecho, en Dunkerque, los alemanes dejaron huir a los ingleses con la esperanza de poder negociar la paz con ellos…
Entre los intérpretes más conocidos figuran Sean Bean (el padre de la pacifista) y Helen Hunt (la periodista británica). El resto de actores son mucho menos conocidos o completamente desconocidos. No todos dan el perfil, pero, en general, las actuaciones son buenas. Mucho mejor es la ambientación y los efectos especiales o el movimiento de cámara. Desde el punto de vista técnico, se roza la perfección. Falla, la orientación del guion y el exceso de romanticismo que coloca a la serie en el abismo del melodrama (el diplomático inglés en Varsovia se casa con una joven polaca para ayudarla a salir del país, pero en la estación de tren cuando están evacuando al personal diplomático y a sus familias, la recién casada, bruscamente, coloca a su hermano pequeño en el tren y opta por permanecer en Varsovia… a partir de esta escena se puede inferir que la carga melodramática y lacrimógena se irá afirmando más y más.
La serie lo que indica es cómo un conflicto que los protagonistas no han generado, repercute dramáticamente en sus vidas. El planteamiento falla, porque a tres cuartos de siglo del final de la Segunda Guerra Mundial, parece absurdo seguir tratando el conflicto con los mismos parámetros que utilizó la propaganda de guerra británica en 1939. Sería como si en 2078, alguien siguiera sosteniendo que la guerra de Irak se debió a que los EEUU buscaban “armas de destrucción masiva” bajo la cama de Sadam Hussein.
La serie gustará sobre todo a amantes del modelo de producción de miniseries de la BBC y a los buscadores de melodramas extremos. Los amantes de la Historia con mayúsculas tendrán la oportunidad de comparar lo que ven con lo que saben sobre el conflicto.
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