FICHA

Título original Car masters – rust to riches
Título en España: Del desguace a la gloria
Temporadas: 1 (8 episodios)
Duración episodio: 30-35 minutos.
Año: 2018
Temática: tv-reality.
Subgénero: Vehículos.
Resumen: El variopinto equipo de Gotham Garage, empieza a trabajar con vehículos antiguos, restaurándolos y tuneándolos para realizar truques con ellos has conseguir beneficios de seis cifras. No siempre tienen éxito en el objetivo, pero siempre logran sorprender al público con resultados que pueden considerarse, en cualquier caso, sorprendentes, aunque, en muchos casos, de resultados dudosos.
Actores: Mark Towle, Tony Quiñones, Michael Caverman Pyle, Constance Nunes. Shawn Pilot
Lo mejor: el planteamiento económico de trueque hasta llegar a “seis cifras”.
Lo peor: algunos de los modelos elaborados son sencillamente horribles.
Lo más curioso
: Mark Towle ha protagonizado otros shows sobre tuneado de vehículos
¿Cómo verlo?: Desde el 28 de agosto de 2018 se emite en Netflix, puede conseguirse mediante programas de intercambio de archivos

Puntuación: 8


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Lo menos que puede decirse sobre DEL DESGUACE A LA GLORIA

La telerrealidad es un género en boga. Incluso sobre restauración de objetos y vehículos existen varios programas. Lo que caracteriza a Del Desguace a la Gloria es que su “modelo de negocio” es completamente diferente a cualquier otro. Los protagonistas del Gotham Garage no tunean coches para venderlos, lo suyo es iniciar proyectos de restauración que luego cambian por otros (coche restaurado y, por tanto, revalorizado a cambio de vehículo sin restaurar para de más valor), para luego volver a repetir la operación por un monto mayor, hasta que, finalmente, en la tercera vuelta del ciclo, logran realizar la venta final por “seis cifras” (mas de 100.000 dólares). El planteamiento económico es original y el equipo de cinco personas, compuesto por el empleado, el comercial y tres técnicos, actúan democráticamente (más o menos), especialmente cuando algo se tuerce en la sucesión de estos tres ciclos.

No es por casualidad que el equipo dirigido por Mark Towle se llame “Gotham Garage” en referencia a la ciudad gótica escenario de las aventuras de Batman. Gotham está en estos momentos de moda con una serie televisiva de campanillas, mientras que los remakes de Batman llegan por goteo, haciéndonos recordar siempre a la serie de los años 60. Porque el equipo del Gotham Garage no realiza un tuneo cualquiera, ni siquiera un tuneo espectacular cualquiera: están especializados en una línea que remite al “batimovil” que apareció ya en la serie de los 60, una línea entre oscura, siniestra, de cómic y, en cualquier caso fantástica.

La serie es algo así como un paradigma de la civilización norteamericana: triunfa el que hace algo diferente a todos los demás. Es triunfador el que posee un objeto único que no está al alcance de cualquiera… aunque, en muchos casos, sea un prototipo del mal gusto. De hecho, algunos de los tuneos que realizan los miembros del Gotham Garage, parecen los ganadores de un concurso del peor kistch. El título que ofrece esta serie en castellano –Del desguace a la gloria– no es gratuito: casi todos los vehículos que se tunean, inicialmente, no son más que hierros, apenas unos cuantos kilos de chatarra. Hay mucho trabajo, mucha técnica y mucha imaginación en este programa.

Cada uno de los cinco protagonistas que aparecen ejerciendo de sí mismos, tiene un rasgo característico: el jefe es irónico, enérgico en ocasiones y en otras sutil, el director comercial un tipo capaz de vender una nevera en el polo, buen negociador y estratega, el “cavernícola”, primitivo y partidarios de utilizar el martillo más pesado para solucionar cualquier problema técnico, el “piloto”, un técnico avezado y discreto, eficiente en su trabajo y que sabe interpretar las decisiones de su jefe, quizás el más centrado de todos. Y, por supuesto, la mecánica de curvas opulentas y rostro esculpido a base de bótox, que aporta algunas ideas geniales, pero que está ahí por un físico envidiable que ha despertado una oleada de lujuria entre los amantes del tuneo de coches.

La serie, con estos personajes y este modelo económico, fluye en episodios cortos y extremadamente dinámicos. Obviamente, los modelos que salen del Gotham Garage son de dudoso gusto y en Europa muy pocos se atreverían a utilizarlos (¿llevaría usted un Smart convertido en todoterreno con exoesqueleto incluido? ¿se atrevería a circular por las calles con un vehículo íntegramente cromado o con un coche de los 40 pintado de un hiriente tono verdoso?). Lo que no es óbice para reconocer la capacidad técnica del equipo, su desbordante imaginación y el que realizan productos que solamente pueden tener cabida en los EEUU.

La serie gustará especialmente a los amantes de los vehículos (si bien Constance Nunes, la explosiva mecánica tendrá un campo de admiradores mucho más amplio), a los admiradores de todo lo que se hace y dice en los EEUU y a los seguidores de este tipo de tv-reality que tanto se multiplica hoy. La serie merece un notable por lo que de entretenida tiene.

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