FICHA
Título original: Historical Roasts
Título en España: Historical Roasts
Temporadas: 1 (6 episodios)
Duración episodio: 28-30 minutos.
Año: 2019
Temática: humor
Subgénero: monologuistas
Resumen: Seis episodios en los que se satirizan distintos momentos y a distintos personajes de la historia o del espectáculo (Casius Clay, Freddy Mercury, Cleopatra, Abraham Lincoln, Ana Frank y Luther King). Distintos cómicos asumen el papel de “invitado”, acompañados por otros tres protagonistas de su historia, siempre presentados por Jeff Ross. La serie es una derivación de otra anterior Comedy Central Roast que tuvo un formato similar
Actores: Jeffrey Ross, Jaleel White, James Adomian, Rachel Feinstein, Seth Green, Jon Lovitz, Nikki Glaser, Gilbert Gottfried, Fortune Feimster, Mindy Rickles, Charlotte McKinney, Fred Willard, Jeremiah Watkins, Brandon T. Jackson, Ayden Mayeri, Jerry Minor, Sasheer Zamata
Lo mejor: ausencia total de límite y medida en la sátira.
Lo peor: lo anterior puede resultar excesivo en muchas ocasiones-
Lo más curioso: la Casa Museo de Ana Frank criticó el episodio que se dedicó al personaje.
¿Cómo verlo?: En Netflix desde el 1 de junio de 2019. A través de Torrent en lengua inglesa.
Puntuación: 7
PROMO (en inglés)
PROMO (en inglés)
PROMO (en inglés, subtitulado en portugués)
PROMO (entrevista a Jeff Ross, en inglés)
INTRO
MUSICA
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Lo menos que puede decirse sobre HISTORICAL ROASTS
Un programa de este tipo solamente habría podido filmarse y tener éxito en EEUU y esto por tres motivos: el país carece de historia y, por tanto, puede permitirse el lujo de satirizar a la historia protagonizada por otros; en EEUU existe la mayor densidad mundial de monologuistas y de cómicos; y, finalmente, no existen apenas barreras ni censuras éticas ni morales que impidan ridiculizar a personajes históricos o utilizar un lenguaje que en Europa sería considerado soez y chabacano. A esto podría añadirse que el público norteamericano acepta cualquier cosa que vea por primera vez y que sea diferente a lo que ha visto antes.
Estos tres factores explican el hecho de que se haya podido filmar esta serie que algún crítico de aquel país ha calificado como “una mirada estúpida” a la historia. Podemos estar, más o menos de acuerdo, con esta calificación.
La fórmula había sido utilizada a principios del milenio por un precedente todavía inédito en España y dedicado a satirizar la vida de famosos. La fórmula es la misma: el “personaje invitado” (en este caso, un personaje del mundo del espectáculo o de la historia) se sienta en un “trono” y es homenajeado por una serie de invitados (entre tres y cinco) que se suceden en el atril presentados por Jeff Ross que siempre ejerce de invitado de ceremonias.
Digamos algo sobre Jeff Ross Lifschultz. Se trata de un cómico que, tras graduarse en la universidad en los estudios de radiodifusión, trabajó para distintas emisoras. En 1994 empezó a aparecer en un club de Boston como monologuista. Al año siguiente participó en un programa de humor satirizando a Steven Seagal y, desde entonces, su nombre ha quedado unido al subgénero: “roasts”, literalmente “asar” o que podría traducirse como “satirizar” a un personaje de cualquier género (espectáculo, política, famoseo). En este caso, Historical Roasts se promociona como “sátira histórica”, si bien, solamente tres personajes (Martin Luther King, Abraham Lincoln y Cleopatra pueden ser considerados “históricos”). Su carrera ha quedado íntimamente vinculada a este subgénero de la comedia. En España era completamente desconocido, como la mayoría de los que aparecen en este show, salvo para ínfimas minorías de aficionados al monologuismo. En EEUU, ha apoyado distintas protestas políticas desde la última crisis económica iniciada en 2007.
Ross practica el “humor judío” que tanto éxito ha tenido siempre en Hollywood: irrespetuoso, sin límites, extremadamente demoledor, ácido y corrosivo. El programa está integrado por distintos monologuistas de los que el más conocido en España es Jaleel White, el indiscutible protagonista de la serie Cosas de Casa, convertido en un actor consumado que asume en Historical Roasts dos papeles antológicos: como Cassius Clay (o “Mohammad Ali”) y como Nelson Mandela, que figuran entre las mejores creaciones de esta serie.
No es un tipo de humor que tenga “punch” en España: de hecho, el problema de esta serie es que tiene demasiado “punch”. En ocasiones, el humor del que hacen gala los invitados es excesivamente grosero, casi malhumorado y soez. En otros casos, en cambio, es sofisticado, suave, con una ironía estudiada que induce a la carcajada. Así pues, la serie oscila entre el humor inteligente y la vulgaridad. No creemos que éste último aspecto sea lo más relevante, pero si está presente y contribuye, al menos vista desde Europa, a desvalorizar la serie.
La serie ha suscitado reacciones encontradas, paradójicamente, en la comunidad judía. El hecho de que uno de los capítulos haya sido dedicado a “Ana Frank”, ha tenido ecos en Europa, donde la “Casa Museo de Ana Frank” ha protestado por la banalización del personaje. En realidad, lo que hace Jeff Ross es una apología del mismo. Como en otros casos, si algunos de los comentarios que se lanzan en ese episodio hubieran sido dichos por cómicos no-judíos, el programa hubiera podido ser calificado de antisemita. Algo así ya está presente en Courb your enthusiasm de Larry David, de manera mucho menos procaz e hiriente. Realmente, es injusto y excesivo calificar ese episodio como “antisemita” que contiene incluso algún momento lacrimógeno. Lo más antisemita que tiene es afirmar que los precios de la tienda del Museo Ana Frank son excesivos, pero elude ironizar sobre otros aspectos mucho más vulnerables del personaje.
Los mejores episodios son, sin duda, los dedicados a Martin Luther King con un impresionante Jerry Minor en el papel del homenajeado que casi nos convence de que estamos viendo al personaje histórico, Neal Brennan satirizando a Robert F. Kennedy y la mencionada colaboración de Jaleel White como Nelson Mandela. Solamente este episodio ya vale por toda la serie y, de valorarse en solitario hubiera merecido un sobresaliente.
En definitiva, una serie para amantes de la comedia “roasts”. Con una calidad muy variable de uno a otro episodio y dentro de cada episodio. Lo ofrece Netflix que encargó seis entregas de este show.
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