FICHA

Título original Revolution
Título en España: Black Monday
Temporadas: 2 (42 episodios)
Duración episodio: 45 minutos.
Año: 2012-2014
Temática: apocallíptica
Subgénero: ciencia ficción
Resumen: Un apagón que nadie sabe cómo se generó, ni quien lo provocó, genera el caos mundial. Un grupo de humanos resiste en medio de este apocalipsis que ha desintegrado naciones enteras y ocasionado un retroceso en la civilización. Sin embargo, la situación podría revertirse gracias a un pendrive que contiene los datos de cómo se inició el apagón y que posee la familia Matheson.
Actores: Billy Burke,  Tracy Spiridakos,  Giancarlo Esposito,  Andrea Roth,  Elizabeth Mitchell, Anna Lise Phillips,  Graham Rogers,  JD Pardo,  Zak Orth,  Maria Howell,  David Lyons, Tim Guinee,  Daniella Alonso,  Jessica Collins,  Nicole Ari Parker,  Katie Aselton,
Lo mejor: como serie de aventuras y de acción es buena.
Lo peor: el piloto figura entre lo más flojo de la serie.
Lo más curioso
: creada por Eric Kripke Terminó el 21 de mayo de 2014.
¿Cómo verlo?: Es emitida en España por Syfy. Puede encontrarse en emule y comprarse en DVD

Puntuación: 6,5

PROMO (VOSE)

PROMO (en castellano)

PROMO (en inglés)

PROMO (episodio 1, completo, en portugués)

INTRO

MUSICA

VER SERIE (Syfy)

DESCARGA TORRENT

WEB OFICIAL (Syfy)

WEB OFICIAL (Syfy)

Comprarlo en Amazon

Lo menos que puede decirse sobre REVOLUTION

Hay momentos en los que al ver esta serie, uno pensaría que está viendo, escenas de películas de capa y espada o que se ha equivocado de canal. El arma favorita que se muestra en esta serie es la espada y la mayoría de coreografías son con armas de avancarga o bien con peleas a sablazo limpio. Estamos en el apocalipsis tecnológico… esta es la justificación. Así pues, desde el punto de vista de una serie de aventuras, Revolution cumple con creces las expectativas. Ahora bien, todos sus méritos empiezan y terminan ahí.

Como en otras series de ciencia ficción -ésta lo es- los presupuestos de partida son débiles. Aquí se trata de un apagón mundial provocado por alguna causa desconocida que ha sumido a la civilización en el caos más absoluto. Los coches eléctricos han dejado de funcionar, los motores de gasolina, por algún motivo, también. La producción industrial, el transporte de mercancías, todo, absolutamente todo se ha detenido. Y lo que es peor: ha desaparecido cualquier rastro de administración del Estado. En los EEUU, las milicias armadas de los distintos Estados de la Unión se han convertido en escuadrones de la muerte preocupados solamente por saquear, robar y por ser solamente ellos quienes tengan armas de fuego. A los particulares se les permite solamente tener arcos y flechas, armas blancas y ballestas para cazar y alimentarse. Las malas hierbas y las ruinas se han enseñoreado de lugares en donde antes hubo una civilización floreciente. Parece que el caos es mundial, pero la serie gira solamente sobre lo sucedido en los EEUU y, más en concreto, en torno a la familia Matheson.

Los Matheson parecen estar en el secreto del problema. Han conseguido salvar un pendrive en el que se, por algún motivo, contiene pistas sobre el origen del problema y cómo podría resolverse. Así pues, la civilización tiene una esperanza para erradicar de nuevo a la barbarie y al salvajismo. Todo dependerá de que la familia Matheson logre llegar a su destino en un viaje a través de los EEUU devastados.

La primera temporada cumple relativamente bien con su intención de hacer una serie de aventuras en donde las coreografías de luchas con espadas supongan el principal atractivo. Los escenarios son siempre cambiantes, pero las persecuciones y las escenas de combate son las mismas y varían muy poco. A partir de la segunda temporada, el espectador empieza a cansarse de algo que le parece un dejà vû y de una trama que cada vez se enrevesa más y más.

La seria avanza a través de efectos especiales, escenarios abiertos, con pocas vistas de ciudades y con una deliberada intención de remitir a tiempos de la Guerra de Secesión. De hecho, los “rebeldes” son ahora los que albergan alguna bandera de los EEUU. A medida que la serie va avanzando, los presupuestos de partida se van perdiendo y nadie se preocupa por explicar ni aclarar el punto clave: ¿cómo fue que todo se detuvo cuando se produjo el “apagón”? (especialmente por el hecho de que, incluso con apagón, no todas las actividades humanas quedarían detenidas, especialmente aquellas que no dependen de la electricidad. Pero es lo que tienen las series de ciencia-ficción low-cost: no hace falta entrar en disquisiciones sobre cómo se ha producido el caos, hay que darlo como hecho consumado.

A la influencia de series de capa y espada que ya hemos mencionado, se une otra igualmente notablemente: lo que podríamos definir como el espíritu de Lost (Perdidos): la aventura sin fin, la aventura sin justificación, la aventura por la mera supervivencia, la aventura que por la intensidad que quiere reflejar y el suspense que trata de establecer, se cree eximida de cualquier otra responsabilidad.

No es una serie nefasta, ni aburrida, es, sin embargo, reiterativa, poco imaginativa, absurda y con un apocalipsis de cartón piedra poco creíble. Las interpretaciones son aceptables, mucho menos de recibo son los diálogos y las situaciones. Gustará a los incondicionales de las situaciones post-apocalípticas, de las aventuras son fin y de las peleas a sablazo limpio.

(SI ESTA CRÍTICA LE HA SERVIDO PARA ALGO O LE HA AYUDADO EN ALGO, PULSE LA PUBLICIDAD QUE ACOMPAÑA Y QUE NOS AYUDA A MANTENER LA WEB. GRACIAS).

 

Anuncio publicitario