FICHA
Título original: First and Last
Título en España: First and Last
Temporadas: 1 (6 episodios)
Duración episodio: 45 minutos
Año: 2018
Temática: Documental
Subgénero: Cárceles
Resumen: Un reportaje sobre los primeros días de los presos en una cárcel del Estado de Georgia (EEUU) y sobre los días previos a su liberación. La serie esta realizada con entrevistas a los presos, a sus compañeros, a los funcionarios de prisiones y a sus familiares. Cada es diferente y en cada caso se exploran las posibilidades humanas y los dramas personales que se encuentran detrás de todos estos presos.
Actores: Documental sobre la vida en la prisión con entrevistas a personajes reales todos los cuales viven desde algún ángulo la prisión.
Lo mejor: Muestra dramas, algunos particularmente descarnados y desagradables de la vida.
Lo peor: No está claro el mensaje que se pretende transmitir.
Lo más curioso: Se estreno el 7 de septiembre de 2018 simultáneamente en EEUU y en Europa.
¿Cómo verlo?: Se emite a través de Netflix. Puede ser obtenida mediante eMule, algunos episodios de ven en youTube en versión original y puede comprarse en DVD.
Puntuación: 6,5
PROMO (en inglés)
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WEB OFICIAL (Netflix)
WEB OFICIAL (Sky, en inglés)
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Lo menos que puede decirse sobre FIRST AND LAST
Una serie más, de puro trámite, aparecida sin promoción y de la que cuesta encontrar datos en la red (señal de que no ha llamado la atención), producida para Netflix y que trata, de manera descarnada, sobre las cárceles en los EEUU. Hemos visto series de todos los tipos, pero faltaba una que nos mostrara el primer y el última día de la estancia de un preso (o una presa) en la cárcel del condado de Gwinnett en Georgia. Esta serie nos lo ofrece en seis episodios, completamente descarnados y en los que los productores se han esmerado en ofrecer los aspectos más patéticos y dramáticos de la estancia de los presos.
La serie insiste en mostrarnos el primer día de un delincuente en esa cárcel (que no da la sensación de ser particularmente siniestra, sino que debe ser uno de los muchos establecimientos del sistema penitenciario norteamericano, privatizado o no) y el día final de su encierro. En cada uno de estos dos momentos, las preocupaciones de los presos son muy diferentes: en su primer día, los presos pueden realizar cuantas llamadas deseen, gratuitas y con cargo al establecimiento penitenciario, para tratar de obtener las fianzas que les ha impuesto e tribunal. No todos lo consiguen y da gusto ver cómo responden algunos de los familiares (padres y madres incluidos) a la petición de dinero a cambio de libertad. En otros casos, se nos muestra presos jóvenes, literalmente aterrorizados al ignorar lo que van a encontrar dentro de los muros de la prisión y a los que, sin duda, les han contado historias siniestras. Otros, en cambio, en tanto que entran y salen de prisión de continuo, parece como si se movieran como pez en el agua. Los productores no han ahorrado lenguaje soez y las procacidades que los presos y, particularmente, las presas realizan para llamar la atención. En lo que respecta al último día de prisión, los presos se preocupan por lo que les espera ahí fuera, muchos temen que las cosas hayan cambiado en su entorno y que ya no tengan las mimas posibilidades de vivir como antes. Claro está que todos tienen interés en salir de allí, pero el miedo está, de alguna forma, presente en todos ellos.
Y esto es todo lo que verán los espectadores. No crean que puede decirse mucho más de esta serie documental que sigue el camino de otras muchas series y películas sobre tema carcelario. Esta es una más: ni mejor, ni peor. Quizás la única diferencia es que se ha insistido algo más que en otras en temas escabrosos, pero, en general, es bastante similar a cualquier otro documental sobre prisiones. Se nos escapa la intencionalidad con la que Netflix ha realizado el documental: ¿para alertar sobre los peligros del “mal camino” que conduce a prisión? Es posible, pero no seguro, porque se muestra a presos muy satisfechos de estar en prisión y que no se arrepienten absolutamente nada de lo que han hecho. ¿Para mostrarnos la eficacia del sistema penitenciario norteamericano? Aquel universo carcelario es cualquier cosa menos eficiente. ¿Para entretener a los abonados? Es lo más probable. En cine se llama “género de explotación” a las películas que tratan sobre un solo tema durante un corto espacio de tiempo (cine de campos de concentración nazis, cine de artes marciales, etc). Ahora lo que estamos asistiendo en televisión es a “series de explotación”: series sobre vampiros, series sobre zombies, series sobre prisiones…
Interesará a los que sigan este tipo de documentales “de interés humano” y a los que sientan, por las razones que sean, atracción sobre el tema carcelario. Poco más. Insistimos: ni siquiera sus promotores se han creído obligados a publicitarlo.