FICHA
Título original: The search for a New Earth
Título en España: Mudanza Espacial
Temporadas: 1 (2 episodios)
Duración episodio: 45 minutos.
Año: 2018
Temática: Ciencia
Subgénero: Exploración Espacial
Resumen: La Tierra se convertirá en un planeta inhóspito para el género humano y es preciso tener prevista una “opción B”: colonizar otro planeta. Hace falta, en primer lugar, elegirlo y elegir también a los que formarán parte de la avanzadilla terrícola. Varios expertos dan cuenta de cómo están las investigaciones en esa dirección y cómo lograríamos sobrevivir para sembrar la semilla de lo humano en otro rincón de la galaxia.
Actores: Stephen Hawking, Danielle George, Christophe Galfard, documental, dirigido por Lucy Haken.
Lo mejor: lo original del planteamiento.
Lo peor: que no se dice que estamos a años luz de la estrella más próxima.
Lo más curioso: la idea de que en el futuro deberemos intentar saltar a otros planetas es planteada por Stephen Hawking.
¿Cómo verlo?: En Movistar+, #0, puede bajarse mediante programas P2P
Puntuación: 7,5
INTRO
VER SERIE (Movistar+)
VER SERIE (Documanía)
WEB OFICIAL (BBC)
WEB OFICIAL (Movistar+)
Comprarlo en Amazon (no está a la venta)
Lo menos que puede decirse sobre MUDANZA ESPACIAL
Algunos documentales están hecho de tal manera que suponen una estafa a la esperanza. Y sin embargo, contienen elementos tan interesantes que es difícil evitar verlos e incluso recomendarlos. Éste, pertenece a este tipo de productos deslumbrantes que, a poco que se examinan, resultan ser decepcionantes para la esperanza. En efecto, lo que nos plantea el documental siguiendo la autoridad científica de Stephen Hawking es que la vida en el planeta Tierra, por distintos motivos y en distintos frentes, está condenada y que, por tanto, no queda más remedio que colonizar otro planeta para convertirlo en el nuevo lugar de residencia de la especie humana. Hipótesis seductora, desde luego, y a poco que vemos el documental casi nos convence de que eso está al alcance de la mano.
Las perspectivas no son excesivamente halagüeñas: las catástrofes ecológicas que, inevitablemente, llegarán, los impactos con asteroides de tamaño suficiente para borrar la vida sobre la Tierra, el aumento desmesurado de la población en proporción geométrica, mientras los recursos crecen en proporción aritmética, se unen en una especie de convergencia de catástrofes que hacen que en menos de 100, máximo 200 años, la vida sobre la Tierra se convierta en difícil y problemática, sino en imposible. Así pues, lo que plantea Hawkins es la necesidad de colonizar otros planetas. Tal es el planteamiento de las dos entregas de este interesante y original documental.
Lo primero de todo es encontrar un planeta adecuado: desde luego, éste no se encuentra en el sistema solar. Los más próximos, Venus y Marte, están demasiado cerca o demasiado lejos del Sol y no en los “ricitos de oro”, la zona en la que los astrónomos consideran que la vida puede desarrollarse en cualquier otro planeta de manera similar a la Tierra. No es fácil, porque la estrella más cercana al Sol, Próxima Centauri, se encuentra a la friolera de 4.243 años/luz. Parece ser que en esa estrella existe un planeta de similar volumen y situado a una prudencial distancia que evitaría tanto el frío extremo generado los la lejanía al nuevo sol, como la proximidad fatal que impediría la vida. Al menos, hoy los astrónomos sospechan que existe un planeta de similares características y casi tienen la seguridad de que un pequeño defecto en la órbita de Proxima Centrauri se debe a la existencia del planeta. No es mucho, desde luego, para un viaje de 4.243 años/luz.
Si es ese u otro el planeta elegido, hará falta luego generar unas condiciones de vida similares a la Tierra. Habrá, pues, que cambiar el ecosistema. Parte del documental se centra en esa posibilidad. Primero, lo más probable es que se viva en el interior de cúpulas en las que los 10.000 terrícolas (número mínimo para garantizar variabilidad genética y especializaciones diversas) que abandonen la Tierra para colonizar su nuevo hogar, paro luego lo que tendrán es que cambiar completamente la configuración ecológica del planeta, dotarlo de una atmósfera similar a la terrestre y esto solamente podrá hacerse mediante el oxígenos y el dióxido de carbono. Es decir, que harán falta vegetales que generen ese cambio y, por tanto, agua.
Luego están los problemas de transporte y de supervivencia en el planeta. No está muy claro cómo se conseguirá atravesar la barrera de los 4.243 alños/luz con los motores existentes en la actualidad, incluso con los más potentes. Todo induce a pensar que mientras no se logre desmaterializar un cuerpo en nuestro planeta y materializarlo en el lugar de recepción, cubrir ese trayecto va a ser imposible. Algo que, por supuesto, en el documental, no se menciona. Y esto es lo reprochable: que se alude a la necesidad de encontrar un “planeta B”, pero no a la inexistencia absoluta, en el momento actual, de posibilidades reales de poder ejecutar lo que, de momento, sigue siendo una fantasía.
Quizás hubiera valido que los realizadores del documental hubieran estado al cabo de la calle y conocido la “paradoja de Fermi”. En cierta ocasión, al físico nuclear Enrico Fermi, se le preguntó si creía en la vida en otros planetas. Vino a responder que aunque tuviéramos conocimiento de que existía esa vida, se debía a datos emitidos a años/luz y que, por tanto, al tratarse de civilizaciones avanzadas… se habrían destruido a sí mismas.
La “paradoja de Fermi”, no es quizás el mejor recurso a la esperanza, pero desde luego, la mudanza espacial que plantea este documental, utilizando una frase de Hawking tampoco es lo que se dice una alternativa tranquilizadora. Y, sin embargo, a pesar de los pesares, este documental pertenece a ese tipo de productos que merecen verse y que pueden verse en Movistar+ o en DocumaníaTV.