FICHA
Título original: The Witness for the Prosecution
Título en España: Testigo de cargo
Temporadas: 1 (2 episodios)
Duración episodio: 60 minutos.
Año: 2016
Temática: Intriga
Subgénero: Thriller
Resumen: En los años 20 una mujer millonaria resulta asesinada con una brutalidad espectacular. Las sospechas recaen sobre su amante que es defendido por un prestigioso abogado y por su procurador que creen en su inocencia. Todo depende del testimonio de su novia que, en pleno juicio, lo ataca y denuncia como asesino. Sin embargo, nuevos documentos llegados a mano de la defensa contribuyen a absolverlo
Actores: Toby Jones, Kim Cattrall, Andrea Riseborough, Billy Howle, David Haig, Monica Dolan, Hayley Carmichael, Miranda Nolan, Charles De’Ath, Dorian Lough, Paul Ready, Tim McMullan
Lo mejor: El mano a mano entre Toby Jones y Andrea Riseborough
Lo peor: Quizás falle la última parte de la trama.
Lo más curioso: Está basada en la obra teatral de Agatha Christie del mismo título.
¿Cómo verlo?: Ha sido emitida por el Canal #0 de Movistar+. Puede bajarse a través de programas P2P y verse directamente en youtube.
Puntuación: 8
PROMO (en inglés)
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INTRO
MUSICA
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Lo menos que puede decirse sobre TESTIGO DE CARGO
Sería difícil poder comparar la película estrenada en 1957, Testigo de Cargo, dirigida por Billy Wilder e interpretada por Tyrone Power, Marlene Dietrich y Charles Laughton, con la miniserie en dos capítulo estrenada en 2016 por la BBC y que llegó a España un año más tarde de la mano de Movistar+, interpretada por Toby Jones, Andrea Riseborough y David Haig. Y sería mucho más vano comparar ambas con el relato original de Agatha Christie con forma de obra de teatro. Cada una de las dos producciones tiene matices que la hacen única y recomendable para el público. Se trata de una de esas series ineludibles ante las que no puede esgrimirse ninguna excusa para dejar de verla.
Se sabe de qué va el guion. En los años 20, después de la Primer Guerra Mundial, un soldado retornado del frente y que todavía no ha conseguido reinsertarse en la sociedad, es acusado de haber asesinado a su amante. La criada de ésta lo ha visto alejarse del lugar. Hay un buen motivo para el crimen: la mujer le ha legado su inmensa fortuna pocas semanas antes. Y, sin embargo, hay algo que no está del todo claro. El joven, convive con una joven de origen alemán que, inicialmente, está dispuesta a declarar a su favor en el juicio afirmando que en el momento del crimen se encontraba con ella. Esta joven trabaja en el mundo del espectáculo e ignora la relación de su compañero con la amante. Cuando la policía lo detiene se entera de la existencia de la otra mujer y monta en cólera, retirando su testimonio y pasando a ser testigo de la acusación. Sin embargo, el procurador que se ha preocupado de que la defensa del joven sea asegurada por un prestigio abogado para el que trabaja, cree en la inocencia de su cliente. Y, casualmente, encuentra a una mujer que guarda el testimonio de su inocencia.
Este argumento es, hasta aquí, paralelo al de la película de Wilder. Sin embargo, es, en este punto, donde los argumentos divergen y los finales no son exactamente los mismos. Pero, como hemos dicho al principio, sería inútil tratar de establecer si el remake es superior a la versión original o viceversa. Han pasado sesenta años entre ambas y el lenguaje cinematográfico ha cambiado extraordinariamente de tal manera que resulta imposible realizar comparaciones. Cabe decir, eso sí, que ambas obras tienen un interés muy superior a la media y que ambas han sido galardonadas con distintos premios (la obra de Wilder recibió seis nominaciones a los Oscar de aquel año y la miniserie televisiva fue nominada como Mejor Miniserie en los premios BAFTA de 2016). Sin olvidar que ambas difieren del texto original de Agatha Christie que, a fin de cuentas, había concebido la obra como pieza teatral.
La miniserie apenas dura dos horas (hoy se están proyectando en salas, largometrajes con más duración), dividida en dos capítulos. De ella cabe mencionar tres elementos: los papales de Toby Jones (el procurador cuyo hijo murió en los frentes de la guerra y él mismo resultó afectado en los pulmones por gases químicos) y Andrea Riseborough (como actriz de music-hall, de origen alemán, dotada del doble rostro de mujer emotiva y de maquiavélica testigo de la acusación. Solamente por ver la mirada de esta última y las evoluciones de Jones en los corredores de los juzgados, en la prisión y en el music-hall, vale la pena ver esta serie. Finalmente, la concepción de la miniserie tiene tres partes, una preparación en la que domina un cromatismo depresión y verdoso, una parte central en la que vemos lo siniestro y tétrico de los juzgados y de las calles de un Londres dejado de la mano de Dios, caracterizado por sus tonos oscuros y ocres, y, finalmente, una última parte dominada por el blanco en el que se resuelve la miniserie. Es en esta última parte en donde al separación entre la película de Wilder y la miniserie es más radical.
Los dos episodios son interesantes, a ratos emocionantes y fáciles de ver. Pronto nos sentiremos ganados por el argumento y experimentaremos una profunda desazón ante las situaciones que desfilen en el plasma. Será inevitable ir comparando miniserie y largometraje, pero pronto nos daremos cuenta de que ambos productos están muy por encima de la media en sus medios y en sus épocas y resultan incomparables.
Serie que se ve en un santiamén. Se puede recomendar a cualquiera con la seguridad de que no le decepcionará y sin importar si ha visto el largometraje de Wilder o leído la novela de la Christie. Serie con el marchamo de la BBC que implica, casi necesariamente, calidad.