FICHA

Título originalLa Catedral del Mar
Título en España: La Catedral del Mar
Temporadas: 1 (8 episodios)
Duración episodio: 50 minutos.
Año: 2018
Temática: Drama
Subgénero: Histórico
Resumen: Un campesino y su hijo huyen de su tierra natal perseguidos por un noble y van a parar a la ciudad de Barcelona en la que vive su hermana casada con un comerciante de loza. El marido los recibe y los trata como a familiares de segunda. Los pescadores del Barrio de la Ribera deciden construir una catedral. Mientras dura la construcción la situación del campesino sufre altibajos personales y emocionales…
Actores: Aitor Luna, Michelle Jenner, Silvia Abascal, Daniel Grao, Ginés García Millán,Nora Navas, Josep Maria Pou, Natalia de Molina, Sergio Peris-Mencheta,Pablo Derqui, Nathalie Poza, Tristán Ulloa, Hugo Arbués, Ramon Madaula,Andrea Duro, Andrés Lima, Jorge Usón, Críspulo Cabezas.
Lo mejor: los créditos de presentación
Lo peor: una lentitud cansina en el desarrollo de la trama
Lo más curioso
: está basada en una novela escrita por Ildefonso Falcones
¿Cómo verlo?: Emitida actualmente por el Antena 3. Puede bajarse mediante programas P2P.

Puntuación: 6

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Lo menos que puede decirse sobre LA CATEDRAL DEL MAR

Reconocemos no haber leído la novela de Ildefonso Falcones, La Catedral del Mar. Seamos más precisos: iniciamos su lectura, pero nos aburrió. No era lo que esperábamos. De todas formas, cuando se anunció que se iba a realizar una miniserie basada en la novela nos alegramos: quizás lográramos penetrar en el secreto de por qué una novela de 672 páginas logró interesar a tantos lectores, traducirse a 15 idiomas y venderse en 32 países. La espera ha llegado a hacerse angustiosa porque Antena 3 no terminaba de decir qué día, ni siquiera qué mes, iba a emitirla. Finalmente, el 23 de mayo pudimos ver el primer episodio. Decepción.

En primer lugar porque hemos visto series formalmente bien ambientadas, pero cuya trama y su misma ejecución eran un completo desastre. Los 50 minutos de emisión se hacen lentos, demasiado lentos. Y, para colmo, lo que vemos, no se corresponde a la Barcelona del siglo XIV, ni a la Cataluña de la época. Algo puede presentarse bajo la forma de una “novela histórica”, pero que lo sea o no, ya es harina de otro costal. En Cataluña no existió “derecho de pernada”, es uno de los mitos románticos. En realidad, hoy se cuestiona incluso que esta institución existiera en Europa. Cómo máximo el noble pasaba sobre la cama vacía en la que el nuevo matrimonio  se acostaría esa noche. Sin olvidar que, aun cuando en Barcelona existieran esclavos en esa época, su propietario no tenía sobre ellos el derecho de matarlos, tal como vemos en una escena propia de película sado-masoquista. Ahí estaba la Iglesia para enseñar moral y valores cristianos. Por no hablar de que las luchas sociales en Barcelona en aquellos años fueron entre clero y nobleza, no entre nobleza y menestrales como se apunta en el episodio. De hecho, con mucha frecuencia, los gremios se pusieron del lado de los nobles y contra el clero… lo que implicó choques reiterados de la Iglesia con el Consell de Cent…

Quizás, lo más hiriente de este primer capítulo sea la escena de apertura en la que se ve una toma cenital de un campesino arando la tierra ¡con las manos! (cuando en Cataluña el arado se conocía desde mucho antes). En la escena inmediatamente posterior, se ve a ese mismo campesino acompañado por un burro… que muy bien hubiera podido tirar de un arado. A partir de aquí puede deducirse la calidad de lo que seguirá. Con esto queremos decir que, si quitamos los aspectos históricos que se muestran (y que no tienen nada que ver con la realidad histórica que vivió el Condado de Barcelona, fiel entre los fieles a la Corona de Aragón), lo que nos queda –por el momento- es una simple culebrón, un folletín como hemos visto tantos, en los que unos poderosos putean más y más a otros que resultan ser infelices. En el primer capítulo de la Catedral del Mar (también llamada Catedral de la Peixetería) ni se menciona.

Siempre habrá ocasión para rectificar, pero en esta primera entrega, la serie, en su realización, se muestra aburrida, con interpretaciones poco memorables (acaso porque el guión tampoco da para mucho más) y con una Barcelona que presentan como medieval, pero que no es sino una caricatura poco escrupulosa de lo que realmente fue. Lo peor es que ha resultado ser una serie cara y la cadena emisora alardea de los millones invertidos. Quizás sea que el best-seller no era tan bueno como los ejemplares vendidos podían dar lugar a pensar.

Seguramente quedará algo por decir a la vista de que vamos por el capítulo I (y quedan, por tanto, otros siete). Pero las cosas, reconozcámoslo, las cosas no pintan bien, visto lo visto. Tenemos la misma sensación que cuando vimos el primer episodio de Mar de plástico… aquello nos pareció rematadamente malo, quisimos darle un voto de confianza y unas semanas después, quedó confirmado que era, no solamente tan malo como temíamos, sino mucho más malo de lo que éramos capaces de imaginar. Rezamos al dios de las series y a los arcángeles de los culebrones que no ocurra lo mismo con La Catedral del Mar.

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