FICHA
Título original: Flaked
Título en España: Flaked
Temporadas: 2 (14 episodios)
Duración episodio: 30-45 minutos.
Año: 2016-2017
Temática: Comedia
Subgénero: Drama
Resumen: Chip es una especie gurú de la autoayuda, en realidad, alcoholizado, se enamora de la compañera de un amigo y crea en torno suyo una red de mentiras y medias verdades que terminará por volverse contra él y hacerle la vida mucho más complicada.
Actores: Will Arnett, Lina Esco, Ruth Kearney, George Basil, David Sullivan, Mike Cochrane, Travis Mills, Jillian Nelson, Minerva García, Jeff Daniel Phillips, Sandra Rosko, Kirstie Alley, Heather Graham, Ryan Grassmeyer, Farley Jackson, Seana Kofoed, Robert Wisdom, Christopher Mintz-Plasse.
Lo mejor: La descripción del modelo del protagonista que se corresponde a un esquema que hemos conocido en la realidad.
Lo peor: Tiene pocos destellos de verdadero humor.
Lo más curioso: La serie es bastante inclasificable y ha dado lugar a vivas polémicas en el mundo anglosajón.
¿Cómo verlo?: Emitida actualmente por Netflix, puede bajarse mediante programas P2P.
Puntuación: 6
PROMO (subtitulada en castellano)
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INTRO
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Lo menos que puede decirse sobre FLAKED
Todos esperábamos más de una serie protagonizada por Will Arnett, al que habíamos visto no había mucho en Arrested Development y del que apreciamos sus cualidades como actor cómico. En el fondo, Flaked era el resultado de su éxito en la serie anterior, que le valió el disponer de un papel protagonista. Sin embargo, el guión no estuvo a la altura y la serie recibió críticas mixtas, lo que, en la práctica quiere decir que no terminó de convencer. Era natural.
Arnett está clasificado como un actor cómico y en esta ocasión el papel que le tocó representar no terminaba de encajarle. Tenía, sí, una vertiente cómica, pero también una carga dramática que hacía de esta serie un producto inclasificable, porque no era ni comedia, ni drama, ni tragicomia, ni comitragedia. Se trata de un serie extraña que estrenó universalmente Netflix en 2016 y que sigue en el catálogo de la plataforma dos años después, cuando ya nadie se acuerda de ella. Los bajos costes de producción, animaron a realizar una segunda temporada que apenas mejoró el resultado de la primera.
Es cierto que Flaked empieza muy lentamente y los dos primeros episodios, a pesar de tener 45 y 30 minutos de duración se hacen eternos. Luego la serie remonta pero nunca logra alcanzar un tono espectacular y definido. Siempre queda como un producto menor de difícil clasificación y que no convence ni a los amantes de la comedia, ni de la comedia romántica, ni a los devotos de los culebrones de amor, ni a los que aman las series de trasfondo psicológico.
La serie nos muestra a un personaje de cuarenta años, que en realidad no es consciente de que ha llegado a la madurez y sigue comportándose como si fuera un adolescente. Ha salido de una crisis y, en realidad, a lo largo de toda su vida no ha dado un palo al agua. Tiene cierta tendencia al alcoholismo pero ha luchado por rehabilitarse. Duda sobre sí mismo y tras enamorarse de la novia de su mejor amigo, le asalta la duda de si es una buena persona o un impresentable. Para salir adelante, va construyendo una red de mentiras cada vez más tupida que debe afrontar y que en cada tramo parece que está a punto de superarle.
La serie está escrita y protagonizada por el propio Arnett, así que hay que pensar que él mismo ha construido un papel a su medida. Se nota que no le gusta ser clasificado como un actor cómico y busca lucimiento en registros dramáticos. El problema es que el interés del público no es ese, sino reírse, ya que ha optado por ese producto y no otro, por la simple presencia de Arnett del que está convencido que le hará pasar un rato entretenido. No ocurre así. La serie no termina de arrancar en los primeros episodios y luego, ya en el tramo central, no acaba de encontrar su punto. Los diálogos son propios de los manuales de autoayuda más difundidos (y, por cierto, también de los más banales) en lo que no se sabe si es una ironía o bien un rasgo del personaje para acentuar su “seriedad”.
La serie decepciona y es de las que se suelen abandonar antes de terminar los episodios. A pesar de que no termina de manera rotunda, tras emitirse su segunda temporada en junio de 2017 no ha dado más que hablar, por lo que hay que deducir que no habrá una tercera.
Es una serie que pueden apreciar aquellos que quieran ver productos extraños e inclasificables. Cuidado los admiradores de Will Arnett que corren el riesgo de que su actor icónico les defraude. Recuerda en algunos momentos a esas series españolas tan habituales hace diez años en las que íbamos a ver un producto cómico que en realidad terminaba siendo un dramón (Los hombres de Paco, sin ir más lejos). Solamente en el caso de que ese sea su estilo, esta sería su serie.