FICHA
Título original: La mafia uccide solo d’estate
Título en España: La mafia solo mata en verano
Temporadas: 1 (13 episodios)
Duración episodio: 43 minutos.
Año: 2017
Temática: tragicomedia
Subgénero: histórica
Resumen: Historia de una familia de Palermo compuesta, por padre, madre, dos hijos, cuñado y esposa del cuñado, que viven la situación socio-política de una ciudad dominada por la mafia y por la Democracia Cristiana y en donde todos se obstinan en no reconocerlo. Crónica de casi todo lo repugnante y miserable que se dio en la Italia del Sur en 1979, previo a la caída de lo que se ha dado en llamar “primera república”.
Actores: Claudio Gioè, Anna Foglietta, Nino Frassica, Francesco Scianna, Angela Curri,Maurizio Bologna, Edoardo Buscetta, Valentina D’Agostino, Nicola Rignanese, Gaetano Bruno, Carmelo Galati, Dario Aita, Andrea Castellana, Domenico Centamore, Enrico Gippetto.
Lo mejor: El engarce entre la realidad histórica y la trama.
Lo peor: Que no se hagan más series recordando un pasado que fue cualquier cosa menos feliz.
Lo más curioso: El narrador de la serie es “Pif”, que fuera director del largometraje del mismo título.
¿Cómo verlo?: Es emitida en España a través de HBO, puede ser bajada mediante programas P2P y comprarse en DVD
Puntuación: 9
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Lo menos que puede decirse sobre LA MAFIA SOLO MATA EN VERANO
La película La mafia sólo mata en verano (2013), a pesar de haber recibido varios premios y haber tenido una buena acogida en Italia, pasó sin pena ni gloria en España, acaso porque la cinematografía italiana ha sido casi completamente expulsada de nuestras pantallas o porque enfatizaba sobre casos de corrupción en aquel país y bastante tenemos con los nuestros. El caso fue que, la RAI decidió adaptar el contenido de la película al formato televisivo: a fin de cuentas, si en España se llevaba ya quince años con la serie Cuéntame cómo pasó, en Italia un producto similar, podría también tener el mismo éxito que tuvo allí el largometraje. El resultado hace palidecer a los guionistas de la serie española y supone una notabilísima mejora en relación al largometraje. La mafia sólo mata en verano es una producción que un seriéfilo no puede, de ninguna manera, perderse.
En Italia, la revisión histórica del pasado reciente no es algo problemático. Lo vimos en la serie 1992, que nos contaba cómo se hundió el sistema político italiano y que ha tenido secuelas (1993, 1994…) todavía no emitidas en España. Hemos visto series como Gomorra o en películas como Suburra, la crónica de aquellos años. Y uno no sabría decir si es porque en Italia existen realizadores con más valor o porque la opinión pública está más predispuesta a ver la crónica de sus propios fracasos. El caso es que este tipo de series comprometidas, apenas se han intentado en España y, cuando, inicialmente, pretendían serlo, se han quedado como culebrones irrelevantes (Cuéntame cómo pasó) deseosos de encajar en su parte histórica con la “versión oficial” de la transición, en absoluto con la real.
Por ello y porque estamos ante una serie de apariencia modesta pero elaborada en base a un guión especialmente brillante y a un casting acertado, La mafia sólo mata en verano es una serie que deja huella incluso a los que estamos a 2.000 km de distancia de donde ocurrieron los hechos narrados: en la isla de Sicilia y más en concreto en el Palermo de 1979.
Allí la mafia era la que hacía y deshacía. Se besaba la mano de los mafiosos y se les tenía por “gente honorable”. Iniciarse en la masonería, se realizaba a través de un ritual y de una liturgia de la que entonces se sabía poco. Incluso se negaba públicamente la existencia de la mafia y, especialmente, la clase política la tenía como un cuento de abuelas para nietos impresionables. Y, sin embargo, la mafia estaba allí, haciendo y deshaciendo a su antojo, amparada y arropada por una clase política corrupta, en la que la Democracia Cristiana, especialmente, tiraba de los hilos. Vivir en Palermo suponía, antes o después, entrar en contacto con la mafia.
En este ambiente, un joven nos cuenta la historia de cuando tenía 12 años, en off. Es hijo de una familia convencional, los Giammarresi, con un padre empleado público y extremadamente honesto y una madre maestra. La familia se completa con una hermana mayor enamoradiza y un tío materno, habitual buscavidas. Llevan una vida modesta pero digna. El coche familiar es el FIAT 600 típico, en esta ocasión de color amarillo. El niño protagonista, se plantea cuestiones que no entiende sobre lo que le rodea y que nadie lograr responderla, la primera de todas es qué es la mafia, cuál es su naturaleza y su función. A pesar de esto, por varios caminos vivirá situaciones que le inducirán, finalmente, a comprender cuál era la naturaleza y la función de la “Cosa Nostra”.
La serie está realizada en clave tragicómica. Los personajes de ficción están extraídos de una familia de clase media de la Italia del Sur de aquellos años. Pero lo esencial de esta serie es que las situaciones y buena parte de los personajes que presenta existieron históricamente e interactúan con los miembros de la familia Giammarresi. Los mafiosos que se citan, los industriales corruptos, los padrinos, los policías que los persiguieron y los asesinatos, e incluso el silencio social ante la familia del Palermo de finales de los 70, son rigurosamente históricos.
El principal atractivo de esta serie es que todos los personajes de la familia protagonista son entrañables y dibujados con unos contornos que los hacen reconocibles especialmente para los que hemos tenido ocasión de conocer la sociedad italiana de la época. Pero esto, a fin de cuentas, es también lo que se intenta en Cuéntame cómo pasó, ¿qué hace que esta última serie no pase de ser un culebrón, mientras que la Mafia mata solamente en verano, es una serie de obligado visionado? Simplemente es el que en la serie española el trasfondo político es completamente secundario, incluso irrelevante, y en la serie italiana la crítica política ocupa en todo momento el primer plano y desde una óptica absolutamente rigurosa.
Se trata de una serie recomendable para todos los públicos, aun cuando los que sacarán más partido de ella y se sentirán más agradecidos es a quienes les gusten las tramas político-sociales y, por otra parte, los que amen las comedias costumbristas sin caer en vulgaridades y chabacanerías. La serie puede ser calificado como “inteligente” y su contenido como la deuda moral que debía la sociedad italiana a quienes combatieron a la mafia en aquellos años en los que ésta contaba con la complicidad de los poderes públicos corruptos y corruptores.
Es una de esas series que se puede recomendar a cualquier en la certidumbre de que, sea cual sea su estado de ánimo y su opinión, le gustará. E incluso es posible que le entusiasme.