FICHA
Título original: Patriot
Título en España: Patriot
Temporadas: 1 (19 episodios)
Duración episodio: 55 minutos.
Año: 2015
Temática: Tragicomedia
Subgénero: Espionaje
Resumen: El hijo del director de inteligencia del Departamento de Estado de los EEUU es un veterano de la guerra de Irak que ha quedado algo tocado por el conflicto. Solamente se relaja tocando con la guitarra canciones folk que, de paso, compone con otro amigo. Su padre y su hermano mayor le encargan distintas misiones que trata de cumplir como puede, aunque tiene la mala costumbre de componer canciones dando pistas sobre su trabajo como agente secreto.
Actores: Marcus Toji, Michael Dorman, Terry O’Quinn, Michael Chernus, Kathleen Munroe, Kurtwood Smith, Aliette Opheim, Chris Conrad, Hana Mae Lee, Sylvie Sadarnac, Zoe Schwartz, Charlotte Arnold, Kane Mahon, Lizzy Leigh, Ralph Abbas, Jaclyn Hennell.
Lo mejor: La expresión de pasmo que suele enarbolar el protagonista, Michael Dorman.
Lo peor: La trama se desarrolla de manera excesivamente parsimoniosa.
Lo más curioso: La serie fue creada por Steve Conrad, guionista, entre otras, de La Vida secreta de Walter Mitty (2013).
¿Cómo verlo?: Es emitida en España a través de Amazon Prime Video, puede ser bajada mediante programas P2P
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Lo menos que puede decirse sobre PATRIOT
Las series de espías siempre han suscitado la necesidad de tratar el mismo tema en clave de humor. Series como Superagente 86, A very secret Service, Jim West o Yo soy espía, son la contrapartida amable a series mucho más terribles, como Le bureau des legendes, Homeland, The Company o Espías de Cambridge. Toda historia dramática, tiene su equivalente en series de humor. Y en el género se espías esto es mucho más evidente que en cualquier otro, acaso porque la tarea de espionaje tiene mucho de enmascaramiento, fraude e información/desinformación que se presta como un guante al humor. En el caso de Patriot se trata de una serie que mantiene el equilibrio entre una trama que discurre en buena medida por senderos dramáticos, pero que desciende con frecuencia a lo caricaturesco.
A ello contribuye especialmente la selección del protagonista elegido para encarnar a “John Tavner”, Michael Dorman. En la serie, “Tavner” es un empleado de una agencia oficial de inteligencia que se hace pasar por ingeniero de materiales, su cobertura, sin tener excesiva idea de qué se trata. En realidad, “Tavner” es un agente que ha regresado de la guerra de Iraq con el cerebro destartalado por lo que ha visto allí y por la tensión de los combates. Funciona a base de tranquilizantes y su padre, director del Servicio de Inteligencia del Departamento de Estado logra colocarlo como agente de campo.
Pero, en realidad, lo que verdaderamente interesa a “Tavner” es la música folk. Le alivia tensiones y le hace expresar lo que siente. El problema es que, a la hora de elaborar las letras que canta junto a un amigo (“Rob Saperstein”, interpretado por Mark Boone, uno de los moteros de Sons of Anarchy) desvela algunos de los particulares de su trabajo.
Lo esencial de esta serie es mostrarnos una intriga política y de espionaje envuelta con el disfraz del humor. Todos los actores elegidos son muy conocidos en teleseries, incluso desde los años 70 (Debra Winger, por ejemplo, que aparece como madre de “Tavner” apareció como “Drusilla” en Wonder Women, la vimos muy posteriormente en In Treatment y recientemente en The Ranch, habiendo aparecido desde mediados de los 70 en dos docenas de largometrajes). Incluso los secundarios están perfectamente elegidos para encarnar roles exóticos o estrafalarios. Así pues, desde el punto de vista del casting la serie roza el sobresaliente. El protagonista, Michael Dorman tiene el doble atractivo de ser actor neozelandés con experiencia en una veintena de films y series y, al mismo tiempo, folksinger por lo que no ha tenido que esforzarse mucho en tocar la guitarra y cantar para esta serie.
Sobre la historia en sí misma, resulta original, agradable de ver y repleta de giros inesperados. La novedad de la serie consiste en fusionar música folk, drama, humor y espionaje. En cuanto a la ubicación, es quizás en donde la serie pierde aceite. En efecto, buena parte de las localizaciones son de la ciudad de Praga, una ciudad que desde los EEUU puede ser distante o irrelevante, pero que constituye hoy uno de los puntos de atracción más interesantes para el turismo europeo. Resulta un patinazo tratar de ambientar la trama en Luxemburgo, cuando lo que estamos viendo es Praga y, especialmente, cuando hubieran bastado unas pocas correcciones al guión para trasladar la trama a la capital checa. Pecata minuta, en cualquier caso.
La conclusión que pretende ofrecer la serie es que también los espías son humanos y tienen un corazoncito que late como el de usted o el mío. La intención es, pues, desmitificadora: los espías ya no son esos seres superdotados que llegan a donde se proponen apenas sin esfuerzos y que realizan conquistas en un boleo, cumpliendo misiones como quien otro sella estampillas… Meten la pata, cometen errores, fallan como cualquier objeto de Todo a 100. E incluso alguno canta a lo folksinger.
Serie pensada para un espectro relativamente amplio: para aquellos que les va el humor y que rechacen las risas enlatadas de las comedias de situación; serie para quienes amen el cine de espías y les atraiga una aproximación al tipo real del espía medio; serie para los amantes de la acción y de la ironía, de los giros inesperados y de las situaciones absurdas y angustiosas. Serie para los que les gusten los géneros surgidos de fusiones insospechadas. Serie, para abonados a Amazon Prime Video (que, de momento, en su plataforma española, ofrece solamente la primera temporada.