FICHA
Título original: Goliath
Título en España: Goliath
Temporadas: 1 (8 episodios)
Duración episodio: 60 minutos.
Año: 2018
Temática: Ciencia Ficción
Subgénero: Thriller
Resumen: Un funcionario de una agencia de inteligencia no identificada aspira a un ascenso que, finalmente, no le conceden, sin embargo descubre casualmente que la función de esa agencia consiste en velar por la separación entre dos mundos: aquel en el que él se mueve y un universo paralelo en el que se encuentra otra versión de sí mismo.
Actores: J.K. Simmons, Harry Lloyd, Nazanin Boniadi, Olivia Williams, Sara Serraiocco, Kenneth Choi, Ulrich Thomsen, Nicholas Pinnock, Bernhard Forcher, Nolan Gerard Funk, Junes Zahdi, Piotr Adamczyk, Mads Black, Flula Borg, Marco Khan, Ilean Almaguer, Guy Burnet, Bjorn Johnson, Stefan Kapicic, Tina Masafret, Rahul Parikh, Rudy Dobrev, Michael Finder, Christian Janner, Valeriya Matveeva, Anthony Molinari, Eddie Perez, Ingo Rademacher, Stephen Rea, Richard Schiff, Lotte Verbeek, Marko Jankovic, Boyan Deam, London Kim, Sope Aluko, Shani Atias, Erik Aude, Samuel Baca, Kathrin Beck, Andreas Beckett.
Lo mejor: La idea central de mundos paralelos en conexión.
Lo peor: Puede resultar algo confusa en algún momento.
Lo más curioso: Puede ser considerada como una “serie de fusión”.
¿Cómo verlo?: Es emitida en España a través de HBO, puede ser bajada mediante programas P2P.
Puntuación: 7
PROMO (en inglés)
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Lo menos que puede decirse sobre COUNTERPART
Uno de los conceptos-fetiche de la modernidad es el de “mestizaje”. La idea es fusionar (de ahí que como alternativa a mestizaje se utilice también el concepto “fusión”) dos elementos que hasta ese momento no han tenido ninguna relación entre sí, para dar lugar a un tercero que, como mínimo, debe resultar original. O eso se supone. En realidad, el mestizaje suele dar productos de más baja calidad que los dos originales que se han combinado y, en cualquier caso, menos “auténtico”. Será “original”, quizás, pero no es, desde luego “originario”. El que hoy se aprecie el mestizaje, por sí mismo, demuestra que vivimos en una época en la que la creatividad está a medio gas.
Todo esto viene a cuento de que la serie Counterpart (contrapartida en el sentido de réplica) es, visiblemente, el resultado de una fusión entre distintos géneros: ciencia ficción, películas de espionaje y thrillers. Para rematarlo hacía falta la presencia de un único actor sobre cuyas espaldas recae todo el peso de la trama: J.K. Simmons.
La serie ha logrado mantener en el más absoluto secreto todos sus elementos que, HBO va desgranando en España semana tras semana. Vamos por la tercera entrega y si hemos esperado hasta hoy para comentarla ha sido para comprobar su evolución. Para eso ya tenemos las televisiones generalistas. HBO y las plataformas en streamming deberían evitar este goteo angustioso, especialmente para los que tenemos el hábito de consumir series en pocos días.
La serie nos muestra a un funcionario maduro de lo que parece una agencia gubernamental de seguridad. Hasta ese momento, el protagonista, ha sido un agente tranquilo y sin grandes responsabilidades, pero está esperando un ascenso. Éste, finalmente, no se produce y “Howard Silk” (J.K. Simmons) corre el riesgo de jubilarse en un lugar mediocre del escalafón. Sin embargo, casualmente, descubre que la agencia no es más que la guardiana de una puerta interdimensional que se abre a un mundo paralelo en la que los mismos personajes evolucionan con un carácter diferente. El analista de oficina, “Silk”, por ejemplo, en ese otro mundo es un agente de campo de gatillo fácil y audacia ilimitada. El problema que debe afrontar a partir de ese descubrimiento son las interferencias entre ambos mundos. Tal es la premisa de partida y lo que se puede decir sobre los tres primeros episodios.
Una vieja leyenda de los bosques de Baviera dice que todos tenemos un doble en el mundo. Habitualmente, nunca lo encontraremos, pero si por una desafortunada casualidad, ocurriera que nos lo cruzáramos y él nos viera, desde ese momento nos perseguiría para matarnos. Algo así –aunque no tan extremo- es lo que nos sugiere esta serie. Si lo que ocurre en el mundo paralelo nos afecta en el nuestro, el caos está servido; mensaje que, a fin de cuentas, es el que nos quiere transmitir la serie: “no pienses en mejorar el mundo o en otro mundo, porque cualquier alternativa a este será peor”. Y en este sentido, a pesar de su presentación como “serie de fusión” el mensaje es extremadamente conservador: “no imagines un futuro que está al otro lado, ese futuro puede ser un infierno”.
A medida que va avanzando la serie la doble vertiente ciencia-ficción-cine de espías, va ocupando todo el metraje. Por su misma naturaleza, la serie es retorcida y, en cualquier caso, angustiosa. Se ve que el guionista ha leído a Kafka y se ha inspirado en él para construir la atmósfera agobiante de la oficina de seguridad a este lado de la realidad. El papel protagonista y todo el peso de la serie descansan sobre Simmons, sin cuya presencia, esta seria perdería el 50% del interés que puede despertar.
Como toda serie “de fusión” puede recomendarse a los amantes de los tres géneros que en ella subsisten (espías, scyfi, thriller), advirtiendo que lo que van a ver no es el género que a ellos les seduce sino un híbrido formado con los tres. Hay que recordar que las críticas que se han formulado a esta serie son en su mayoría favorables, lo cual resulta un indicativo que anima a verla.