FICHA
Título original: Merlí
Título en España: Merlí
Temporadas: 3 (40 episodios)
Duración episodio: 50 minutos.
Año: 2015-2018
Temática: enseñanza
Subgénero: profesor atípico
Resumen: Merlí Bergeron es un profesor en paro que realiza suplencias en institutos de Bachillerato. Divorciado y con un hijo, su mujer pasa un estancia en el extranjero y Merlí da clases en el instituto en el que estudia su hijo demostrando su carácter de profesor empático y atípico que consigue interesar a sus alumnos por la filosofía.
Protagonistas: Francesc Orella, Pere Ponce, Pau Durà, Mar del Hoyo, David Solans, Carlos Cuevas, Elisabet Casanovas, Anna M. Barbany, Marta Marco, Ferrán Rañé, Carlota Olcina, Sandra monclús, Pepa López, Mar del Hoyo, Candela Antón, Albert Baró, Adrián Grösser, Pau Poch, Elisabeth Casanovas, Iñaki Mur, Laia Manzanares.
Lo mejor: La forma de enseñar filosofía.
Lo peor: A pesar de las apariencias iniciales, la corrección política es norma en esta serie.
Lo más curioso: Es el primer producto producido para TV3 que ha encontrado acomodo en Netflix.
¿Cómo verlo?: Emitido en España por TV3, por La Sexta y por Netflix; puede ser bajado mediante programas P2P.
Puntuación: 7
PROMO (3ª temporada)
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WEB OFICIAL (en castellano La Sexta)
Lo menos que puede decirse sobre MERLÍ
Cuando se anuncia una serie “juvenil”, es cuestión de echarse a temblar. Salvo para los incondicionales de este tipo de series ambientadas en institutos y universidades, para el resto de mortales, este modelo supone una pesadilla infumable. Hoy, cuando el mundo de las series está extraordinariamente segmentado y adaptado para distintos modelos sociales, edades y estilos de vida y grupos de afinidades, es de agradecer una serie “de institutos” que pueda suscitar el interés de quienes nunca hemos amado este tipo de planteamientos. Tal es el caso de la seria Merlí, inicialmente producida para TVE3, luego emitida a través de La Sexta y que, finalmente, ha recalado en el arsenal de Netflix. Una serie, interesante y digna de merecer nuestra atención.
En efecto, la serie nos muestra a un profesor de filosofía divorciado, alejado de su hijo, adolescente y estudiante de danza, gay que debe convivir con él durante una temporada a la vista de que su madre se ha debido trasladar a Roma por motivos laborales. El día anterior, Merlí Bergeron (el profesor en cuestión) ha sido desahuciado de su vivienda por impago y pasa a residir con su madre, “la Calduch” (Ana María Barbany). Significativamente, lo primero que hace al llegar a su hogar provisional es instalar un poster de Federico Nietzsche en un lugar preferencial. En efecto, se trata de un enamorado de la filosofía con particular interés por el filósofo alemán, por Shopenhauer, por la filosofía clásica y por Descartes. Tiene tendencia a aplicar principios de filosofía en su vida cotidiana y de transmitir a sus alumnos el interés por esta asignatura (hoy, lamentablemente, desconsiderada en los programas de enseñanza). Esto hace que, lo que a primera vista iba a ser una serie “de institutos”, centrada en la vida de un profesor atípico, rebase los estrechos y manidos límites de este planteamiento y pase a ser una serie sobre “la vida” y las actitudes a adoptar ante ella.
La serie, de momento, consta de tres temporadas, de las que la primera es, desde luego, la que reporta más novedades y sorpresas. Es cierto que Merlí tiene demasiadas concomitancias con El club de los poetas muertos (1989) para no apreciarse una influencia directa que no basta con haber modificado la asignatura que daba “el profesor Keatring” (literatura) con la que da “Merlí Bergeron” (filosofía). Así mismo, buena parte de los contenidos filosóficos está extraída del El Mundo de Sofía, escrito por Jostein Gaarder, verdadero fenómeno de ventas en el gozne entre los siglos XX y XXI. La serie, por tanto, no es completamente original. Pero esto es lo de menos: las series son “buenas” o son “malas”. Y esta es buena y atrayente, especialmente porque se sale del patrón de las series juveniles: el protagonista es el profesor… pero, más que el profesor, es lo que enseña. Hay que reconocer que en un mundo pragmático e indolente como el nuestro, la filosofía (es decir, la reflexión sobre la vida misma) es una de las pocas salidas que están a nuestro alcance para encontrar un aliciente más allá de la supervivencia en medio de lo cotidiano. En el fondo, lo único que pretende “Merlí” (extraordinariamente bien interpretado por Francisco Orella) es dar un rostro a sus alumnos, conseguir que reflexionen y definan su personalidad, más allá de lo que les ofrece lo cotidiano.
La serie ha sido producida por Veranda TV (Grupo Godó + Boomerang TV) y vendida, inicialmente a TV3. Resulta, inicialmente sorprendente el que la serie haya superado los restrictivos controles políticos de esta cadena, especialmente porque el adversario de Merlí, es… el profesor de catalán, un individuo gris, mediocre en todos los sentidos y con una mentalidad funcionarial absolutamente incapaz de empatizar con sus alumnos. La cosa se entiende mucho mejor, si tenemos en cuenta que la censura en TV3 se aplica especialmente a los informativos, dejando ciertos espacios a la libertad de expresión en series y productor que obtienen elevados índice de audiencia.
El guión se centra en la aplicación de la filosofía (o, más bien, de las distintas escuelas filosóficas) en la vida cotidiana. Merlí Bergeron es un individuo con una psicología particular, no suele dar rodeos, sino encarar los problemas directa y frontalmente. En ocasiones de manera brutal, pero también la vida le ha enseñado a conocer a los que tiene delante y a manipularlos. Podemos constatar que no existe exageración en los personajes y que estos pueden encontrarse en cualquier centro de enseñanza media de la ciudad de Barcelona. Así mismo, esta serie nos parece mucho más acertada a la hora de perfilar las características de los distintos alumnos a los que da clase “Merlí”. Estamos, pues, muy alejados de los esquematismos de series como Al salir de clase, La pecera de Eva, Física o Química o Compañeros. Y haría mal el que rechazara a esta seria pensando que va a encontrar una reedición de los mismos estereotipos juveniles.
Una serie digna en todos los sentidos, muy bien interpretada, tanto entre los que asumen el papel de alumnos como de profesores y con una Ana María Barbany (que recordamos desde los primeros tiempos de la televisión en catalán) en su papel de madre del protagonista y actriz (inevitable pensar en la serie Castle… y en su madre, la veterana Susan Sullivan). Una serie, en definitiva, que recomendamos y que, de paso, puede servir para aprender algo de filosofía (que buena falta hace….).